Sunday, January 04, 2009

Cerámica cubana

Artes Plásticas

Cerámica cubana

Cubamatinal/ Para hablar de cerámica artística en Cuba hay que
remontarse a los inicios de los años 50, en un taller de cerámica
propiedad del Dr. Rodríguez de la Cruz. Allí, fueron a trabajar los
mejores pintores de la época, Amelia Peláez, Lam, Portocarrero, etc.
Muchas piezas de pequeño formato, producidas y decoradas por estos
artistas, se conservan en los principales museos de arte moderno y
algunas en los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba.

Por Lucas Garve

En la década de los años cincuenta el desarrollo arquitectónico de la
capital cubana propició el desarrollo y expansión de la cerámica
artística. La decoración de espacios constructivos con murales de
cerámica en edificios habaneros ofreció la oportunidad a estos artistas
de unir la impronta artística a la obra arquitectónica.

Ejemplos de ello son el mural Abstracción (1953) en el edificio del
antiguo Tribunal de Cuentas, el mural Historia de las Antillas (1957),
de René Portocarrero, en el lobby del hotel Habana Libre (antiguo Havana
Hilton), el mural monumental al frente del mismo hotel, Las Frutas del
Trópico (1957 -1958) obra de Amelia Peláez, el mural Sin Título (1957)
de Lam, en el edificio del Retiro Médico. Desperdigados por la capital
cubana quedan los trabajos de otros afamados artistas plásticos en casas
y edificios. Fatalmente subvalorados, olvidados después del año 1959,
quizás por ser muestra del pujante desarrollo arquitectónico cubano pre
revolucionario.

En la actualidad, no existe una escuela de cerámica cubana. No obstante,
hay un movimiento de ceramistas agrupados en los pocos talleres en los
que pueden quemar sus piezas. Los talleres de Santiago de las Vegas, el
de Cubanacán y el de Amelia Peláez, hoy parte del patrimonio artístico
del país, por considerarse lugares históricos, no admiten el ingreso de
nuevos ceramistas.

Entre los ceramistas cubanos encontramos pintores, dibujantes,
arquitectos. Ellos sintieron la llamada del barro y el modelado, y
practicar el arte de la cerámica significó un gran esfuerzo por no
contar con talleres oficiales que los acojan. En estos casos el
aprendizaje de los procesos y las técnicas son muy difíciles. Entre los
ceramistas actuales, la figura del pintor Alfredo Sosabravo sobresale
por ser él quien comenzó con el ensamblaje de piezas y el desarrollo de
la cerámica escultórica.

Sin materiales para desarrollar su trabajo, y sin apoyo tecnológico, los
ceramistas se han impuesto. Así lo atestiguan las bienales celebradas
desde 1989 hasta 2008, bienal donde fueron premiados Adolfo Alfonso,
Osmany Betancourt. Teresa Sánchez, Ioán Carratalá, Eugel Díaz, Alder
Calzadilla y David Velázquez.

En las últimas bienales los ceramistas han hecho gala de una mirada
crítica del ser humano y del contexto social, por eso tienden a plasmar
la realidad mediata e inmediata en sus obras.

A pesar de ser llamada aún la Cenicienta de las artes plásticas en Cuba,
la cerámica cubana goza de buena salud gracias al esfuerzo y talento de
los artistas.

http://www.cubamatinal.com/Noticia.cfm?NoticiaID=9760

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