Thursday, October 09, 2008

El occidente cubano convive entre la reconstrucción, la escasez y una resignada tranquilidad

8 de octubre de 2008, 16h05
El occidente cubano convive entre la reconstrucción, la escasez y una
resignada tranquilidad

Pinar del Río (Cuba), 8 oct (EFE).- Un mes después de que los huracanes
"Ike" y "Gustav" devastaran Cuba, el occidente de la isla convive con
una reconstrucción que llevará tiempo concluir y siente con resignada
tranquilidad los efectos del desabastecimiento.

Pinar del Río (Cuba), 8 oct (EFE).- Un mes después de que los huracanes
"Ike" y "Gustav" devastaran Cuba, el occidente de la isla convive con
una reconstrucción que llevará tiempo concluir y siente con resignada
tranquilidad los efectos del desabastecimiento.

Golpeada por el huracán "Gustav" el 30 de agosto y por el "Ike" una
semana después, la provincia de Pinar del Río muestra en la principal
carretera que cruza su territorio carteles recientes con consignas
revolucionarias como "sólo de nuestro trabajo podrán salir los recursos"
o "nuestro deber es vencer".

En Los Palacios, uno de los pueblos más castigados por los ciclones,
nuevos tendidos de electricidad evidencian los trabajos impulsados por
las autoridades, pero las casas destechadas y semiderruidas recuerdan
que los recursos no terminan de llegar a todos.

Yosvani tenía una licencia sin sueldo en su trabajo para construir una
casa antes de que los huracanes entraran por las calles del pueblo.

Ahora, con arena en dos salas sin más techo que las maderas podridas de
una estructura sin tejado, dice que gastará en contratar a un albañil
que le ayude entre 4.000 y 5.000 pesos cubanos (entre 160 y 200
dólares), más de diez veces el salario promedio del país.

"¿Y qué hago? ¿Espero tres años a que me manden una microbrigada
(cuadrilla de albañiles del Estado)? Si no lo tengo, lo invento", dice,
y aclara que hermanos suyos residentes en La Habana le ayudarán a
afrontar el gasto.

Ismael, de 25 años, no confía en que le lleguen los materiales
necesarios que viene demandando desde que otro huracán golpeó en 2002 la
vivienda en que vive con su tía.

"A mí me da igual dormir debajo de un puente, pero mi tía tiene 53 años
y sigue esperando los materiales", dijo.

La tía de Ismael no es la única que espera.

A la entrada de Los Palacios, 24 estructuras de las llamadas
"petrocasas" -de un total de 44 que llegarán a la localidad- aguardan el
arribo de un grupo de constructores de Cienfuegos, la ciudad pionera en
Cuba en la instalación de esas viviendas de policloruro de vinilo.

"Estoy esperando a que me den los materiales. No sé cuándo me los darán,
pero esto, creo, va a demorar", dijo a Efe Felipe frente a lo que hace
un mes era el porche de su casa y hoy apenas son tres columnas sin nada
que sostener en la localidad de Paso Real.

Técnicos de la provincia central de Sancti Spiritus enviados por la
empresa telefónica ETECSA restablecen las conexiones y esperan que para
el día 20 estén normalizadas en todo el pueblo, situado a unos 90
kilómetros al oeste de La Habana.

En los mercados agropecuarios de la zona, las esperas en las colas son
generalizadas en busca de los escasos vegetales y granos que se pueden
encontrar, fundamentalmente fríjol y arroz.

"Aquí no hay nada desde los ciclones", dijo a Efe Araceli, limpiadora
por cuenta propia.

Muchos de los productos del campo que llegaban a las localidades
pinareñas más occidentales provenían de la provincia de La Habana, pero
"Gustav" y "Ike", que arrasaron oficialmente 110.000 hectáreas de
cultivos de hortalizas y otros vegetales en todo el país, tampoco
perdonaron al principal territorio productor de Cuba.

El Gobierno ha asegurado que el país no caerá en una "situación
desesperada" y que no hay razones para especular ni levantar
expectativas sobre una "hambruna".

Sin embargo, los mercados regidos por la oferta y la demanda de La
Habana han visto mermados considerablemente sus suministros y muchos
vendedores han optado por el cierre ante la imposición de precios topes
establecidos por el Gobierno para controlar la especulación.

En la ciudad de Pinar del Río sólo hay grandes cantidades de boniato y
papaya verde en los mercados agrícolas del Estado.

Aunque se pueden encontrar acelgas, cebollinos y algunos otros
vegetales, productos como la cebolla, el ajo, el pimiento o la yuca son
impensables.

En otro mercado de particulares, supuestamente mejor abastecido, salvo
el ajo, las carencias eran similares.

"Las cebollas que venían de Villa Clara para acá están siendo enviadas a
La Habana. Para que lleguen a aquí va a haber que esperar", dijo un
vendedor que no quiso dar el nombre.

http://es.biz.yahoo.com/08102008/185/occidente-cubano-convive-reconstruccion-escasez-resignada.html

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