2008-10-13. www.marquesdevisoalegre.net
(www.miscelaneasdecuba.net).- Del hito al mito: Che, última foto.
"Comandante, mire el pajarito"
La frase de Félix Rodríguez, agente de la CIA a la derecha del
Che-provocó la última sonrisa de Ernesto Guevara. Aún así, cuando el
pajarito cantó finalmente al prisionero le dio tiempo a cambiar la mueca
y volver al gesto serio.
Le quedaba poco más de una hora de vida y él aún no lo sabía.
Ocurrió el 9 de octubre de 1967, en la escuelita del pueblo de La
Higuera, en Bolivia. El ejército boliviano había capturado al Che tras
un enfrentamiento en el que el guerrillero fue herido en una pierna.
El cubano Félix Rodríguez era agente de la CIA y había sido enviado por
sus superiores para asesorar a los soldados bolivianos en su persecución
del Che.
Después de conversar durante horas con el prisionero pensó que sería una
buena idea retratarse junto a su mayor enemigo. La encarnación de
aquellos que le habían obligado a salir de su país y que posteriormente
le había derrotado en Bahía Cochinos.
Unos minutos antes, el mayor de la fuerza aérea Nino de Guzmán le mostró
una cámara y le pidió a Rodríguez que le hiciera una fotografía junto al
prisionero. Le preguntó al Che y éste accedió. Después le levantaron y
ayudaron a salir cojeando debido a una herida de disparo que tenía en la
pierna. Le colocaron en la puerta de escuelita.
Pero el agente de la CIA quería conseguir un documento único y cuando
tuvo en sus manos la cámara del militar boliviano cambió la velocidad y
la apertura de la lente para que la fotografía no saliese. Disparó
sabiendo que la imagen nunca sería reproducida. Después le entregó su
Pentax a Nino de Guzmán y esta vez el pajarito sí 'funcionó'.
41 años después
La humillación del piloto boliviano, por haber sido engañado por Félix
Rodríguez y haber sido relegado a un segundo plano de esta historia,
continúa 41 años después. Hace unos meses, cuando unos periodistas
alemanes le entrevistaban para un documental, aseguró que la foto que
Rodríguez exhibe como su mayor trofeo, es un montaje. El ex agente montó
en cólera y pidió a sus antiguos jefes de la CIA que certificaran la
autenticidad del documento. Su amiga la congresista republicana Ileana
Ros-Lehtinen le ha ayudado a limpiar su honor.
Después de haber luchado tanto para apresarle, asegura Rodríguez que
cuando tuvo enfrente al Che no pudo sentir odio. "Sentí piedad por él y
quizá hasta admiración".
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