2008-09-21.
Osvaldo Alfonso Valdés, Ex Prisionero de Conciencia de la Causa de los
75 y Analista Político de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Los Castro siguen martirizando a Cuba; esa
es su misión, para eso nacieron ese par de tiranos. El menor, Raúl
Castro, que heredó el poder del viejo dictador, con su mediocridad, su
falta de liderazgo y su subordinación sumisa a Fidel, están haciendo que
muy pronto las expectativas que se crearon con su asunción a la jefatura
del estado cubano, se desvanezcan. Era de esperar, solo que es
comprensible que cuando se vive una tragedia tan larga como la de la
nación cubana, se confundan los deseos con la realidad.
El nuevo tirano, quien tardíamente ha aparecido para recorrer algunas
zonas afectadas por los huracanes, ha dicho que no ve espíritu de
trabajo en los cubanos. Esta es una afirmación que merece tomarse muy en
cuenta y que muestra cuanta hipocresía y falsedad hay y siempre ha
habido en el discurso de la dirigencia castrista.
Resulta que por un lado, se asumen como los representantes de un pueblo
revolucionario y por ello, sin consultarlos, toman decisiones que según
esa lógica, al ser el cubano un pueblo que apoya a sus líderes, están
respaldadas por la población, aunque las decisiones sean contrarias a
sus propios intereses. Según la hipócrita lógica revolucionaria, el
sacrificio es preferible si se trata de salvar la revolución y los
"principios".
Es así como se niegan a recibir ayuda, como las brindadas por la Unión
Europea y los Estados Unidos, no estando ninguno de los que toman esas
miserables decisiones entre los afectados que hoy no tienen casa,
alimentos suficientes, están si servicio eléctrico y carecen de
medicamentos y transporte.
Lo deciden quienes tienen el poder y son la "vanguardia" del pueblo que
vive en pésimas condiciones mientras ellos habitan en los más cómodos
barrios habaneros. ¿Acaso no se da cuenta Raúl Castro, que dentro de
esos principios que ellos afirman rigen a ese régimen, es una
contradicción que el pueblo cubano sea un pueblo revolucionario y al
mismo tiempo no exista en él espíritu de trabajo? Esto es una prueba más
de la gran falsedad sobre la que se sustenta esa tiranía.
Mas no hay que pensar que les preocupe demasiado esas contradicciones en
el discurso. Ellos saben muy bien sobre qué realmente se sustenta su
poder, y cada vez más, la relación de la cúpula gobernante con el pueblo
es más cínica. Cinismo es afirmar, como lo ha hecho Raúl Castro, que hay
que esperar 4 ó 5 años para eliminar la doble moneda en Cuba, o decir
que la Isla de la Juventud que quedó destrozada por los ciclones, se
reconstruirá y quedará más bonita. Es como si se burlara del pueblo.
Por su parte el decrépito tirano Fidel Castro, desde su escondite de
moribundo, en sus incoherentes reflexiones, ahora llama a combatir los
privilegios y la corrupción. Y llama a hacerlo con mano dura. Se olvida
el comandante que el hecho mismo de que aún esté vivo es gracias a los
privilegios de que ha gozado como amo absoluto de la isla durante casi
medio siglo.
En un país como Cuba, donde la gran mayoría de los de la generación del
senil ex gobernante han arruinado sus vida y llegado a la vejez yendo a
zafras, a misiones internacionalistas, trabajando por salarios
miserables, para al final no tener ni tan solo una pensión digna, ¿ a
qué le llama este tirano privilegios?
¿Qué cubanos viven en los barrios residenciales exclusivos de La Habana?
¿Cuanto ha viajado representando la tiranía Ricardo Alarcón, quien dice
a los jóvenes que todos no pueden viajar porque el cielo se
congestionaría y tendría "trabazón" de aviones? ¿Perdió el techo de su
casa Pérez Roque, quien a nombre del pueblo anuncia que se rechazan
ayudas del exterior por motivos políticos?
La desfachatez de estos verdugos del pueblo de Cuba no tiene límites. Es
como para pensar que se sienten tan seguros de que aún su poder inspira
temor, que no les importa ser cínicos. Por eso toman esas decisiones y
hacen esas declaraciones.
Mas no deberían confiarse. Su aparato represivo está diseñado para ser
eficaz con un pueblo temeroso y que se puede seguir manipulando. El
pueblo de Cuba, cada vez tiene menos que perder, y va perdiendo el miedo
al mismo tiempo que después de 50 años va comprendiendo de que de ese
régimen no hay nada bueno que esperar, y que la vida en la isla nunca
dejará de ser tan miserable como quienes gobiernan mientras estos sigan
en el poder. Las tiranías totalitarias son incapaces de sostenerse
cuando el pueblo se cansa de la opresión y el abuso, y ese cansancio es
mayor cada día ya en Cuba.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=17250
No comments:
Post a Comment