El rol del turismo en la política hacia Cuba
Durante años he creído que México y la mayoría de los países del Caribe
no tienen el menor apuro en que Cuba deje de ser una dictadura, ni en
que Estados Unidos levante sus sanciones a los viajes a la isla, porque
una eventual apertura del turismo de Estados Unidos a Cuba podría
significarles una pérdida de millones de turistas estadounidenses.
Sin embargo, después de leer un nuevo estudio del Fondo Monetario
Internacional sobre que ocurrirá el día en que Estados Unidos levante
sus prohibiciones a los viajes a Cuba, estoy empezando a pensar que esta
teoría es cierta para algunos países cuyas industrias turísticas
compiten con Cuba, pero no para todos.
Según el estudio, México tendría mucho que perder en el caso de que
Estados Unidos abriera el turismo a Cuba, pero muchas islas del Caribe
no se verían afectadas en absoluto. Por el contrario, el estudio dice
que el turismo internacional hacia el resto del Caribe podría aumentar
hasta un 11 por ciento.
El estudio, titulado El fin de las vacaciones: implicaciones para el
Caribe de la apertura del turismo estadounidense a Cuba, fue publicado
por el FMI como un ''documento de trabajo'' de su economista Rafael Romeu.
Aparece en momentos en que una apertura de los viajes de Estados Unidos
a Cuba parece cada vez mas plausible en un futuro cercano. El candidato
presidencial demócrata Barack Obama ha prometido relajar las
restricciones de viajes a los cubano-estadounidenses en caso de resultar
electo. E independientemente de la política de Washington, es poco
probable que la gerontocracia gobernante en Cuba pueda mantener el
status quo durante muchos años, aunque más no sea porque el presidente
Raúl Castro tiene 76 años, y su segundo, Ramón Machado Ventura, tiene 77
años.
Según el estudio del FMI, ''una apertura del turismo estadounidense a
Cuba significaría un cambio sísmico en la industria turística del
Caribe'', y ``aumentaría la totalidad de llegadas turísticas a todo el
Caribe''.
Eso ocurriría porque habría un aumento masivo de turismo estadounidense
a Cuba, que excedería la capacidad hotelera de la isla y obligaría al
turismo canadiense y europeo que actualmente viaja a Cuba a redirigirse
a los países vecinos, que en muchos casos tienen vínculos históricos con
países europeos.
``Algunos países podrían potencialmente sufrir una disminución de turistas
estadounidenses, pero ganarían nuevos turistas no estadounidenses'',
dice el estudio.
Actualmente, los destinos más importantes del Caribe, además de Puerto
Rico, son la República Dominicana, con 2.2 millones de visitantes
extranjeros por año; el balneario mexicano de Cancún, con casi 2
millones de turistas; Bahamas, con 1.4 millones de turistas; Cuba, con
1.3 millones, y Jamaica, con 1.2 millones. Estas cifras reflejan un
promedio de los años 2000 al 2004, y desde entonces han aumentado un
poco, explica Romeu.
Pero una apertura del turismo estadounidense a Cuba sacudiría a todo el
Caribe, porque entre 3 millones y 3.5 millones de turistas
estadounidenses por año empezarían a visitar Cuba, dice el estudio. Eso
ocurriría porque --además de ser una novedad-- viajar a Cuba se volvería
sustancialmente más barato: actualmente, el costo de viajar de Estados
Unidos a Cuba para quienes están exceptuados de las restricciones de
viajes es equivalente al costo de viajar a Australia.
Según el estudio, habría ganadores y perdedores en el caso de una
apertura del turismo estadounidense a Cuba:
• Cancún, cuya principal fuente de turismo es Estados Unidos, sería uno
de los grandes perdedores. Perdería 614,000 turistas estadounidenses por
año, y ganaría tan solo 93,000 turistas no estadounidenses.
• Las Bahamas, que también dependenen gran medida de turistas
estadounidenses, perdería 499,000 turistas estadounidenses, y ganaría
apenas 36,000 turistas no estadounidenses.
• La República Dominicana, cuyo turismo está más diversificado y recibe
a gran cantidad de visitantes europeos, sería netamente una ganadora.
Perdería 318,000 turistas estadounidenses, y ganaría casi 400,000
turistas no estadounidenses.
• Las islas mas pequeñas como Martinica, Montserrat, Antigua y Barbuda,
Barbados y otros países con fuertes
vínculos con Europa también resultarían ganadores. Barbados, por
ejemplo, perdería 48,000 turistas estadounidenses, pero ganaría 64,000
no estadounidenses.
''Para muchos países, la apertura del turismo a Cuba no será un
desastre, porque muchos de ellos compensarán sobradamente la pérdida de
turistas estadounidenses con un mayor flujo de turistas canadienses y
europeos'', me dijo Romeu en una entrevista. ''Muchos de estos países
tienen vínculos ancestrales con Europa, y podrán hacer crecer ese
mercado'', agregó.
Mi opinión: Todo esto es muy interesante. No podría asegurar que México
--el mayor perdedor en el caso de una apertura del turismo
estadounidense a Cuba-- está abandonando su política exterior reciente
de defensa a los derechos humanos y acercándose a la dictadura Cubana
para que esta sobreviva el mayor tiempo posible, y no se perjudique el
turismo estadounidense a ese país. Pero no me sorprendería que existiera
un nexo entre el turismo y la política en el Caribe: eso ayudaría a
explicar muchas cosas que son dificiles de entender.
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