2008-5-5
Cuba esta cambiando aunque se empeñen en negarlo, y esta cambiando,
sospecho, gracias a una mujer.
El Poder en Cuba tiene un discurso cerrado y coherente, tanto como la
oposición profesionalizada, y los dos dicen, desde sus radios y tribunas
que en la isla, no cambia nada yo no lo creo. El gobierno dice que no
habrá dejación del socialismo y la oposición asegura que no hay
verdadera transformación, no hablemos ya hacia el capitalismo, o hacia
la democracia liberal que se le asocia, sino hacia nada, dice, unos por
convicción y otros por miedo a perder el subsidio, que el cuartico está
igualito. Comunistas y anticomunistas parecen estar de acuerdo, pero los
dos se equivocan.
Se equivoca el Poder porque mantener lo que hay es alejar presisamente
la posibilidad de hacer el socialismo. En Cuba no hay socialismo sino
capitalismo de estado, es decir premisas para establecer como mucho mas
facilidad que desde una economía típica de Mercado, la propiedad social
sobre los medios de producción, pero esa propiedad no existe, existe la
propiedad de un estado, a su vez secuerstrado por una élite.
Se equivoca la oposición, que no puede comprender como es posible que
aquel mismo Raúl Castro al que tanto temió hoy este concediento en tanto
de lo que se le pidió, por mas que no se quiera ver mas que el vaso
medio vacío, que es lo que hace cuando subvalora el significado de los
cambios, cuando olvida que la cantidad de seguirse sumando pueden
provoca aquel famoso de la calidad, cuando olvida que una computadora,
en manos del ciudadano pensante e inquieto, es mucho mas que una simple
máquina de escribir –lo que de por si ya es un instrumento fundamental
de disidencia- la computadora, aún sin Internet –y cuidado que mas de
uno chatea desde Europa con su gente Cuba- es un medio de creación y
consumo de información, en ellas, allí donde falte la red, puede estar
en su defecto el CD, cargado de revistas Cuba Nuestra, Encuentro de la
Cultura, de documentales, de textos de todo tipo que ilustran y retan a
lo que queda de censura, como se hace con los discos compactos que lleva
un amigo cuando viaja a la isla.
Se dice en Miami que una motocicleta no importa, que, a pesar de que
estas vuelan de las tiendas, no hay dinero para comprarlas –¿a donde
ira a parar aquel que la USAID destinaba a la disidencia?- ni tampoco un
teléfono celular, como si no fueran por falta de medios de transporte
que los disidentes no pueden organizarse a nivel nacional, o que muchas
familiares no pueden visitar a sus presos políticos cuando son relegados
a otras provincias, o como si no fuera gracias a teléfonos celulares que
desde las cárceles esos mismo presos logran comunicarse con Radio Martí
y de ahí con su pueblo y con el mundo. Y no hablemos ya de las
conmutaciones de penas de muertes que es una forma, sin ceder en lo
político de acercar el fin de la pena capital en Cuba.
Cuba esta cambiando, no va necesariamente hacia allí donde el exilio
espera, pero tampoco es la que Fidel Castro regentaba antes de enfermar.
Como sino podría Antunez escribir una carta en la que le dice hasta alma
mía al Raúl Castro, sin que hasta el momento le haya pasado nada, como
si no hay cambios podría Yoani Sánchez mantener vivo un blogg que la
coloca entre las personalidades del año precisamente por lo que de in
oficial tiene, como sino podrían izarse en las playas de Cuba la bandera
arcoiris del movimiento gay y pasar de ahí al video sin que no haya
pasado nada?
Cuba esta cambiando, y el verdadero reformador de ella no creo que sea
Raúl, el solo es el genio de la lámpara que obedece las ordenes, no de
Aladino, sino de Mariela, una hija de la revolución que en lugar de
rebelarse contra ella como osó su prima Alina, apuesta por reformarla
desde adentro, quien mejor que ella, que tras heredar la dirección del
Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), edificado con efectividad
germáncia, por nuestra amiga y colaboradora Mónica Krause, Mariela, como
su predecesora, se mantiene en contacto permanente con el mundo
exterior, como pocos funcionarios cubanos, ella que tuvo que estudiar a
fondo la realidad cubana antes de sacar a la luz ¿Qué nos pasa en la
pubertad?, una obra dedicada a los adolescentes y que parte de sus
testimonios, el libro que la propia Mariela presentara en la XVII Feria
Internacional del Libro, en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, de
La Habana. Y que trabaja en la estrategia para la atención integral a
personas transexuales y para la prevención de la homofobia en nuestro
país. Para meterse en ese avispero hay que tener la mente fresca, mas la
protección que le permite a Mariela experimentar allí donde otros
despiertan la sospecha. Asi pues, quie más adecuado que esta mujer que
ha vivido mucho mas en contacto con su pueblo, que los dirigentes del
Comité Central, para ser la verdadera promotora, desde las sobras de
las reformas, que sin alardes, ni demagogias trasforman a Cuba, quien
mejro que esa chica que, a pesar del rango de sus padres, en su tiempo
de estudiante cualquiera podía ver tomando la una guagua 27, en
dirección a su casa frente al Cementerio Chino. o caminar bordeando el
de Colón, como cualquier hija de vecino.
Yo que tengo una una niña, no me cuesta imaginar el efecto de Mariela
pidiendo a papá por su pueblo -hasta Carlos Alberto Montaner reconoce
que si en algo Raúl Castro es bueno es en su condición de padre-, ¿y que
padre, más siendo todopoderoso, le niega a su hija lo que esta pide? Es
pues Mariela, la que tinen las fuerzas y el empeño que falta a la vieja
generación para transformar a Cuba, es ella creo, la que, en una cena de
familia, puede estar abriendo las puertas a su pueblo, primero a los
hoteles, mañana a los vuelos internacionales, la emigración y la remesa
y quien sabe, si un día no muy lejano, cuando el tiempo haya vencido a
los comunista de la vieja escuela, que no es la de Mariela, a la más
completa libertad.
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