2008-04-28.
Junta de Coordinadores de la Unidad Liberal de la República de Cuba
La Habana, 26 de abril del 2008.- Hace tiempo que no nos cansamos de
repetir que no ha habido ningún traspaso de poder, que Fidel Castro
continúa con las riendas en la mano y que por tanto su hermano Raúl es
el administrador del país, no su presidente.
De hecho el primero conserva el cargo de 1er Secretario del PCC que es
la máxima figura del órgano rector. Pero si a alguien le quedaba alguna
duda, las "reflexiones" del Comandante publicadas en Granma el pasado
día 23, dejan bien claro en que manos está el poder; al definir
responsabilidad en la sustitución del ministro de educación Luís Ignacio
Gómez Gutiérrez.
Dice que Luís Ignacio Gómez, se adjudicó de forma personal ciertas
iniciativas de eventos que eran fruto colectivo de cuadros pedagogos y
lamenta que algún maestro lo interpretara como injusto, en lo que
hierra, pues ésto de que los ministros tomen determinaciones por sí,
sería algo realmente nuevo y por tanto a ver como positivo, cual si
fuera el levantamiento de una "prohibición indebida"; ya que hasta ahora
todas estas iniciativas eran atribuidas personalmente al Comandante.
Argumenta que viajó más de 70 veces al exterior con el pretexto de la
colaboración internacional; y se le olvida que esa fue una orden suya,
dictada además de forma pública en la última Cumbre de los Pueblos en la
que él participara, afirmando: que la Cartera de Educación estaba en las
manos del vice-ministro, porque su titular tenía órdenes de supervisar
personalmente las Misiones Róbinson y Rivas por lo que tendría que
viajar todos los meses,…¿se olvidó eso?
Plantió que la educación fue siempre lo primero en su gobierno, desde la
Campaña de Alfabetización hasta la universalización de los estudios
superiores. Pero olvida que la primera era más adoctrinamiento político
a favor de su persona y régimen, que cualquier otra cosa; y la segunda,
no responde a necesidades del pueblo, sino a su empeño personal en pro
de la gloria de presentar a Cuba como el país más culto del mundo. Cosa
fracasada por ir en contra del normal progreso de los pueblos, que no
está sujeto a la veleidad de nadie, sino que guarda correspondencia con
el desarrollo económico, el vínculo geográfico con otros pueblos y
elementos históricos que intervienen.
No es menos cierto que Castro se ocupó mucho de la educación en Cuba,
ésta junto con la salud pública son los baluartes de su régimen; dedicó
una proporción bien abultada del presupuesto nacional a esos sectores y
en consecuencia obtuvo algún resultado, fundamentalmente desde la óptica
de sus intereses personales de convertir la nación cubana en su hacienda
personal: para ello los programas de estudio se convirtieron en una
campaña política perenne en su favor, acomodó la historia a su
conveniencia y estableció el culto a su persona desde la guardería
infantil hasta la universidad. Esto laceraba la Patria, toda vez que se
rompió con las tradiciones, se distorsionaron los fines de los cubanos y
la comunidad de intereses se subordinó a los de su persona.
Fidel Castro convirtió los cuarteles en escuelas (unas pocas vetustas
instalaciones que resultaban demasiado estrechas para sus tropas) y acto
seguido subvirtió todo el orden docente heredado, fruto del desarrollo
de la sociedad hasta ese instante: comenzó a dar becas (internados) de
forma indiscriminada internando innecesariamente a los jóvenes; trajo a
muchos estudiantes del interior para becas en la capital y a los del
campo para la ciudad.
Luego estableció la etapa de la Escuela al Campo y comenzó a llevar los
de acá para allá, y más tarde impuso el régimen militar en estas becas,
convirtiendo las escuelas en cuarteles (y ahora se trataba de miles).
Con ello impusieron a los educandos la humillación, el maltrato y el
abuso como norma; hubo internados de estos que eran escuelas 2 meses al
año y del resto del tiempo: 4 meses para cortar caña, 5 de instrucciones
militares y maniobras, quedando un solo mes para vacaciones; tal era la
cosa que cuando los desmovilizaron en 1972 pasando a la vida civil, los
alumnos abandonaban en masa los planteles.
Ese mismo año se crearon las Escuelas en el Campo, otro invento del
Comandante, era según sus pretensiones, la escuela donde se formaría el
"hombre nuevo" y como este era superior, pues la promoción tenía también
que serlo y para lograrla se institucionalizó el fraude; de esto somos
testigos algunos coordinadores de esta ULRC que somos profesores e
impartimos clases varios años en aquellas Secundarias y
Preuniversitarios en el Campo.
No eran buenos ni para los profesores, ni para los alumnos: para los de
secundaria, aun bisoños que necesitan del cariño paternal, resultaba
traumático y para el bachillerato, un mal lugar lleno de malos ejemplos;
asombraba entrar a aquellos albergues donde imperaba el matonismo y la
desidia. No había ni asomo de ética en estos lugares.
Para colofón de desastre, Castro ideó el "Profesor Integral", había una
crisis de falta de maestros, cosa que ocurre con frecuencia porque los
educadores se van en busca de empleos más lucrativos; según publicara
Granma por entonces, mandó a buscar los libros de la Enseñanza
Secundaria y de un vistazo vio lo que hasta ese momento no habían
descubierto decenas de miles de pedagogos: todas aquellas asignaturas
juntas, las podía dominar e impartir una sola persona, el profesor
integral que según su proyecto atendería 11,6 alumnos promedio en lugar
de los 25 que atendía el sistema tradicional, es decir que para resolver
la falta de maestro impuso un sistema que precisa el doble de los
profesores. Un absurdo que trae consigo la estampida de los educadores
veteranos que quedan, para colmo de males destructivos de la educación.
Estará culpando de esto al señor ministro.
Falta hablar de la discriminación: durante décadas para los religiosos
estuvo proscrito la entrada en la universidad y los que tienen otro
criterio político o son hijos de opositores también; la de los primeros
se resolvió al final de los años 80, los demás siguen discriminados.
Este es un compendio muy somero de la historia del sector durante este
régimen, la escuela no se paga con dinero físico, pero si de por vida y
con la vida; los profesionales son semi -esclavos, que acostumbran a
emplear como mano de obra vendida en ultramar. ¿Esto es bueno o es malo?
¡Saque usted sus conclusiones!
Pero en sus reflexiones el Comandante nos dice que él también determinó
quienes compondrían el Consejo de Estado, dejando claro que no hay
elección sino designación de dedo. Dice también que lo acusarán de
terror psicológico a partir de la "autoridad moral"…., y termina
asegurando, a su modo, que el verdadero terror sería desmontar todo lo
anterior para instalar un régimen capitalista. Olvidó que este se
instaló en el mundo mediante un proceso natural, y que por ser así,
pondría las cosas en su lugar y sería por tanto más justo.
En Nueva York, el 29 de marzo de 1883 en un artículo con motivo de un
aniversario de la muerte de Karl Marx, nuestro apostol José Martí dijo:
…."Karl Marx estudió los modos de asentar al mundo sobre nuevas
bases,…Pero anduvo de prisa y un tanto en la sombra, sin ver que no
nacen viables, ni de seno de pueblo en la historia, ni de seno de mujer
en el hogar, los hijos que no han tenido gestación natural y laboriosa"…
El Comandante por ley de la vida está en el ocaso y a su muerte dejará a
este pueblo por herencia su desastrosa educación, que no ha sido lo peor
de su régimen, sino tal vez lo menos malo. Hemos tenido que padecer un
calvario que arruinó la vida de algunas generaciones e impidió que otras
la vivieran como Dios manda. Están también los que han perdido la vida
por su culpa: unos fusilados por él y otros muertos en combates de
diversos géneros. Los primeros puede que lleguen a perdonarlo algún día,
pero si hay existencia más allá de la vida, los muertos que no han
vivido, habrán de juzgarles y de seguro le condenarán al infierno.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=15101
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