Tuesday, April 29, 2008

En Miami el disidente Héctor Palacios

29 de abril de 2008
En Miami el disidente Héctor Palacios
WILFREDO CANCIO ISLA

El sociólogo Héctor Palacios, prominente figura del movimiento opositor
cubano, afirmó el lunes en Miami que Raúl Castro no está comprometido a
realizar los verdaderos cambios que reclama el país, y dijo que las
recientes medidas implementadas por su gobierno no son más que "una
estrategia para alargar la permanencia en el poder''.

"Raúl Castro no quiere hacer cambios, pero no podrá mantenerse en el
poder sin intentar estos simulacros mediante ventas de artefactos porque
Fidel Castro le ha dejado la herencia nefasta de un sistema unipersonal
que desaparecerá con su muerte'', manifestó el disidente, condenado a 25
años en la llamada Causa de los 75.

Todavía adolorido por las secuelas de una complicada cirugía
cardiovascular, Palacios, de 64 años, arribó al Aeropuerto Internacional
de Miami al filo de las 3 p.m. en un vuelo procedente de Madrid. En el
viaje lo acompañó su esposa, la bibliotecaria independiente Gisela
Delgado, también integrante del movimiento cívico de las Damas de Blanco.

Tras casi tres horas de controles migratorios y aduanales, Palacios
entró en silla de ruedas a la sala de recibimiento donde lo esperaban
sus familiares y una nutrida representación de la prensa local. Pero
pronto se puso de pie, sosteniéndose con un bastón.

Sus primeras declaraciones insistieron en un compromiso que ha mantenido
desde octubre pasado, cuando recibió un permiso especial para viajar a
España para un tratamiento médico de urgencia: regresará a Cuba tras
concluir su estancia en Estados Unidos.

"Regresaré a Cuba porque vivir allí me hace feliz y porque pienso que es
donde debe darse la batalla por la transformación del país'', enfatizó.
"Si retorno es porque pienso que es un gobierno acabado, que ha
sostenido su poder político y militar en la imagen de un hombre llamado
Fidel Castro, pero que ya ha dejado de actuar en la mente de los cubanos''.

Agregó que Cuba es hoy "un país sin líder'' donde "la gente comienza a
quitarse el manto del terror'', pero le queda aún por vencer "la barrera
del miedo''.

Reconoció que corre riesgos al regresar, porque "aún le debo 21 años de
cárcel al gobierno cubano'', en alusión a la licencia extrapenal por
razones humanitarias que autorizó su excarcelación el 6 de diciembre del
2006.

Palacios fue condenado en la llamada Primavera Negra de marzo del 2003
por presuntos "actos contrarrevolucionarios'' y pasó los primeros 14
meses de cautiverio en una celda tapiada en la prisión de Kilo 5 1/2, en
la provincia de Pinar del Río. El encierro y la inmovilidad afectaron
severamente su sistema cardiovascular y tuvo que ser hospitalizado en
varias ocasiones desde noviembre del 2004.

"Adquirí 17 enfermedades que me han dejado lesiones irreversibles en mi
salud y llevo seis meses ingresado en España para tratar de prolongar mi
vida'', manifestó. "Todos mis padecimientos y mi estado precario se los
debo a los sicarios del gobierno cubano''.

Por gestiones del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Palacios y
su esposa recibieron un permiso temporal para viajar a España. La Habana
le concedió una autorización por tres meses, prorrogable hasta
septiembre del 2008.

Tras un prologado tratamiento en instituciones médicas de Madrid, le fue
implantado un marcapasos la pasada semana.

"El caso de mi esposo es un ejemplo ante el mundo de lo que son las
cárceles cubanas'', manifestó Delgado. "Esa es la razón por la que hay
que reclamar la libertad de los presos políticos y el cambio de las
leyes que mantienen bajo sometimiento al pueblo cubano''.

Delgado se abrazó en la terminal aérea con su anciana madre, Yolanda
Sablón, y con su hija Giselle Palacios, quien llegó a Estados Unidos en
enero tras verse imposibilitada de continuar sus estudios universitarios
en la isla. Giselle, de 23 años, estudiaba el tercer año de Ciencias
Informáticas en el Instituto Superior Politécnico José Antonio
Echeverría en La Habana, pero las autoridades docentes le exigieron que
para iniciar el siguiente curso debía firmar un acta de integración a
las organizaciones de masas como los Comités de Defensa y la Federación
de Mujeres Cubanas.

Este viaje, que se inició en España, es la primera vez que Delgado, de
43 años, sale de Cuba. En el 2003 fue invitada por los organizadores de
la XVI Feria del Libro de Gotemburgo, Suecia, pero las autoridades
cubanas le impidieron viajar.

"No tenía otra visión del mundo que fuera la de vivir bajo el régimen de
Cuba'', confesó. ''Pero en este viaje siento que la comunidad
internacional ha despertado y está consciente de la esencia represiva
del régimen cubano''.

Palacios manifestó que viene a Miami con la disposición de "escuchar a
todo el mundo'', pero también con el propósito de que se escuchen sus
ideas y proposiciones.

"Los cambios en Cuba se van a dar por los cambios que se están
produciendo en la mente de los ciudadanos, principalmente los jóvenes,
que no tienen compromisos con la generación histórica y quieren un
camino diferente para sus vidas'', declaró Palacios, fundador del Centro
Independiente de Estudios Sociales y líder de la coalición Unidad
Liberal de la República de Cuba. "Todos los cubanos, los de adentro y
los de afuera, tenemos la responsabilidad de reformar ese país''.

Al preguntársele cuál es el papel de la comunidad exiliada en el futuro
de Cuba, Palacios le confirió "un papel fundamental''.

"Pero no sólo los exiliados de Miami, sino los exiliados que están en
todas partes del mundo, sintiendo, sufriendo y añorando un futuro mejor
para su patria'', comentó. "Es la hora de echar a un lado lo que nos
divide y concentrarnos en lo que nos une''.

Sobre el movimiento disidente interno, Palacios dijo que se sentía
optimista.

"La disidencia cubana es la más unida del mundo, lo que no podemos
aspirar es a crear un partido único, porque eso es lo que estamos
combatiendo'', expresó. "En la diversidad está su fuerza y hoy ya no se
trata de cientos de grupitos aislados, sino de cinco o seis partidos,
coaliciones y grupos cohesionados, con ideas bien definidas''.

Durante su estancia en España, Palacios viajó a Polonia, República
Checa, Eslovaquia, Suecia y Alemania para contar su experiencia en la
prisión y expresar sus opiniones sobre los rumbos políticos en la isla.

En Estados Unidos piensa viajar a Washington y luego a Puerto Rico y
México, desde donde planea regresar a La Habana.

Palacios fue viceministro de la Industria Ligera hasta 1980, cuando
decidió abandonar las filas del Partido Comunista en desacuerdo con el
tratamiento gubernamental a los cubanos que decidían abandonar el país
durante el éxodo del Mariel.

"Fui revolucionario hasta el momento en que pensé que valía la pena
serlo'', confesó el activista.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/abril08/29nter2.html

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