Prohibido jugar (II. Final)
Laritza Diversent Cambara
LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - En la sociedad cubana la
apuesta es el trasfondo de cada juego. Detrás del fanatismo por el
béisbol, en las improvisadas y callejeras peleas de perro, gallo,
pececitos, hasta de tomeguines del pinar.
Me comento un ciudadano que le apasiona y asiste a las ilegales carreras
de caballos y autos que se realizan en las grandes avenidas de la
ciudad Los patrulleros permiten y protegen esas competencias por una
considerable suma de dinero (de 50 a 100 dólares)
Particularmente considero que el juego, aparte de la diversión y
emotividad que reporta, puede convertirse en un mal que genera otros
males sociales. Por lo que necesariamente un buen gobierno debe tomar
ciertas medidas que contrarresten sus efectos negativos y sancione el
problema.
El juego ha afectado sobremanera las relaciones familiares. Ha
ocasionado tanto daño como el alcoholismo. Ha provocado rupturas de
matrimonios, incluso jugadores empedernidos no han soportado la presión
psicológica y se han suicidado.
En los días finales del pasado mes de febrero "el bolo", un joven de 25
años, se suicidó. Su cuerpo apareció colgado debajo de un tanque de
agua elevado a 600 metros sobre el puente del Calvario, barrio donde
residía. Dejó una cajetilla de cigarro y una botella de ron "planchao".
En su pecho un cartel con una nota que decía: "Así terminan los
jugadores".
"El bolo" no tenia problemas económicos. Su familia del norte le enviaba
una remesa mensual. No obstante, dejo viuda y embarazada a su joven
esposa y una carta pidiendo perdón a su madre.
Se especula acerca de los motivos reales que le llevaron a quitarse
voluntariamente la vida. Era un jugador empedernido. No apostaba por
necesidad, pero siempre perdía.
Alguno de los que lo conocían comentan que debía alrededor de 12 mil
dólares. Otros aseguran que no debía nada. Todos coinciden en afirmar
que se suicidó porque se consideraba un jugador incorregible.
Era tanta su afición por el juego que la tarde antes de morir apostó
su vida. hizo una lista con todos los números que en la charada
representaban la muerte. Jugó la lotería y perdió. Frustrado y sin
expectativas buscó refugio en la soledad. Se aisló del mundo y acabó
con su existencia.
Sirva su vida de ejemplo y advertencia de las consecuencias funestas
del juego para una sociedad. Sirva también para llamar la atención
acerca de otro fenómeno social común entre nuestros ciudadanos: el
suicidio.
Es difícil acceder a datos estadísticos que nos aproximen e informen
sobre qué por ciento de la población cubana muere suicidada.
En un año 10 personas se suicidaron en mi barrio y otras cuatro han
atentado contra su vida. Hombres y mujeres entre los 23 y 45 años, uno
de ellos un niño de11 años.
Los motivos por los que recurren al suicidio son diversos. Fútiles para
alguno de nosotros. Uno de ellos se quito la vida porque era la quinta
vez que le robaban la bicicleta.
Esto nos puede dar más o menos la idea de cuán agobiante e insoportable
es el ambiente y las condiciones de vida de la población. No es tan sólo
buscar alternativas y medios para subsistir. Es también escapar de la
decadencia y la pobreza, ya sea poniendo en riesgo la vida en el mar, o
simplemente quitándonosla voluntariamente. Estos son tan sólo algunos de
los problemas que agobian a la sociedad cubana
No comments:
Post a Comment