La prensa castrista
Oscar Mario González
LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - El pasado l8 de marzo y
dentro del marco del Día de la Prensa Cubana fueron galardonados, en
acto solemne presidido por Ricardo Alarcón, los periodistas ganadores
de los premios Nacional José Martí y Juan Gualberto Gómez.
Dicen que el mono es tal aunque se vista de seda. Así pues en Cuba la
prensa se reduce a un mero instrumento en manos del poder político
aunque para enaltecerla y promocionarla se realicen actos y se
instituyan premios y galardones. Y sépase que tal afirmación no es de mi
cosecha. Lo ha dicho la crema y nata del totalitarismo mundial y criollo
desde Lenin hasta el mismísimo Comandante el Jefe.
Del libro "Acerca de la Prensa", escrito por Lenin son estas palabras:
"La prensa debe ser un instrumento de la construcción del socialismo".
Pero el Comandante no le fue a la zaga al discípulo de Carlos Marx. De
él son estas reflexiones desemejantes según pertenecieran al periodo
anterior o posterior a la proclamación de su filiación comunista.
Del primer periodo es la pronunciada el 10 de marzo de 1959 en la
Asamblea de periodistas: "Un gobierno revolucionario necesita del
periodismo, a una dictadura le estorba". También dijo en la Plaza Cívica
el 26 de julio de l959: "Cuando un pueblo no tiene oportunidad de
percatarse de una verdad, de recibir una información justa y correcta, y
no recibe y no lee y no ve, ni oye decir otras cosas que informaciones
falsas, esas circunstancias hacen que los pueblos sean de opiniones
controladas".
De la segunda etapa, es decir luego que confesara su oculta vocación
marxista, son estas expresiones: "Hay que tener siempre presente que
antes que el periódico están los intereses de la Revolución. Primero la
Revolución y después el periódico. Los intereses del periódico deben
estar subordinados a los intereses de la Revolución". Esto fue dicho en
el homenaje al periódico Revolución el 25 de marzo de 1961, de cuyo
discurso también son estas palabras:"Estando en manos de la Revolución
todos los medios de divulgación de las ideas, podemos poner esa
formidable fuerza al servicio de la formación de una fuente de
conciencia revolucionaria en el pueblo, y no descuidar ese punto".
Durante este casi medio siglo de obligado totalitarismo y
específicamente durante sus últimos veinte años surgió en Cuba el único
periodismo con carta de legitimidad: el periodismo independiente. A
través de sus noticias, crónicas y reportajes puede perfilarse el rostro
oculto del régimen cubano. En sus denuncias se refleja el lado verdadero
del acontecer nacional que la prensa oficialista esconde, tergiversa y
manipula, con el afán de ofrecer una realidad virtual distante de la
que realmente vive cada día el pueblo cubano.
Al precio de calumnias, amenazas, chantajes detenciones y
encarcelamientos, los periodistas independientes han venido realizando
un trabajo que por sus limitaciones sólo recoge un por ciento
minoritario de las arbitrariedades, injusticias y limitaciones que sufre
la sociedad, pero suficiente para mostrar la naturaleza y procedimientos
del régimen.
La treintena de periodistas independientes que purgan largas condenas en
las cárceles cubanas representan las mejores tradiciones de la prensa
cubana; esa que, nacida en la manigua redentora, durante los tiempos del
batistato, brindó su protección a aquella hornada de jóvenes que se
presentaban como la salvación nacional divulgando su ideario de paz,
progreso y libertad y que luego, fue estrangulada por las mismas manos
que ayudó a levantar
Cuando se escriba la historia verdadera de estos años de angustia y
falsedad habrá que recurrir a la prensa independiente para así poder
explicar las razones que han hecho posible un mal de medio siglo. Mal
que a todos sume en la desdicha pero ante al que todos inclinan la
cerviz y a veces aplauden en la plaza pública.
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