Saturday, March 29, 2008

El informe de Cuba (nov 2007/mar 2008)

Publicado el viernes 28 de marzo del 2008

El informe de Cuba (nov 2007/mar 2008)

CUBA

Marcando un hito en la historia contemporánea, Cuba experimentó su
primer cambio oficial de mandatario en los últimos 49 años. Los
acontecimientos se precipitaron el 19 de febrero, cuando Fidel Castro
anunció que renunciaba a sus responsabilidades como presidente del
Consejo de Estado y Comandante en Jefe por motivos de salud, abriendo el
camino para la elección de su hermano Raúl Castro al frente del gobierno
cubano, el 24 de febrero.

La sucesión de poder ha generado múltiples expectativas internacionales
sobre posibles cambios en la vida nacional. Sin embargo, un mes después
de la instauración del gobierno de Raúl Castro, prevalece en el
periodismo cubano la misma situación de estancamiento, control de la
información, represión contra el ejercicio profesional independiente e
indiferencia ante los reclamos por los periodistas presos.

En el panorama de la prensa y las libertad de expresión ningún cambio
sustancial ha ocurrido tras el alejamiento temporal del poder y
posterior renuncia de Fidel Castro --un período que ya se acerca a los
20 meses. Aunque Fidel Castro se ha encargado de reafirmar que su
hermano menor está en plena facultad de gobernar y sugirió en su mensaje
de renuncia que él sólo quedaría como un modesto "soldado de las ideas",
lo cierto es que su sombra continúa omnipresente en el acontecer
cotidiano de los cubanos, y que el primer acuerdo del recién electo
Consejo de Estado fue que se le consultarían todas las decisiones de
significado estratégico para el país.

Desde el 29 de marzo del 2007, cuando comenzaron a publicarse artículos
suyos bajo el rótulo de "Reflexiones", Fidel Castro ha escrito 82
textos, mayormente enfocados en la política, las relaciones
internacionales y el enfrentamiento con Estados Unidos.

Mientras, Raúl Castro intenta avanzar algunas medidas en el sector de
los medios de comunicación, con pasos calibrados en la participación de
la prensa oficial en la crítica y la solución de problemas económicos y
sociales, la apertura de espacios de correspondencia para los lectores y
la liberalización de las ventas de equipos electrodomésticos y
computadoras. En un esfuerzo de legitimación de su gobierno en la arena
internacional, Raúl Castro ha firmado sendos pactos de derechos humanos
que Cuba había rechazado suscribir en el pasado, y ha permitido una
mayor presencia de la Iglesia Católica en los medios estatales con
misas, proclamas y entrevistas, pero las transformaciones fundamentales
que reclaman tanto la sociedad cubana como la comunidad de naciones
democráticas constituyen todavía un capítulo pendiente.

La cifra de periodistas encarcelados es de 25, luego de la liberación
por razones humanitarias de Alejandro González Raga, condenado a 14
años, y José Gabriel Ramón Castillo, condenado a 20 años. Ambos
periodistas, integrantes del Grupo de los 75, figuraban en un listado de
prisioneros enfermos, y salieron de la cárcel rumbo al exilio en España,
junto a otros dos prisioneros de conciencia de la misma causa, el pasado
17 de febrero.

Sin embargo, otros 12 periodistas presos cuya salud ha empeorado en los
últimos meses, continúan sin que las autoridades les concedan una
licencia extrapenal humanitaria en consideración a sus severos
padecimientos y, en no pocos casos, a su avanzada edad. El tratamiento y
las condiciones de confinamiento son infrahumanos, con deficiente
alimentación e higiene, maltratos a los reos que reclaman derechos
elementales y limitada atención médica.

Los casos más críticos son los siguientes:

* Normando Hernández, condenado a 25 años, se encuentra en la sala penal
del Hospital Militar "Carlos J. Finlay" de La Habana. Padece del
síndrome de malabsorción intestinal, pólipos vesiculares e hipertensión
arterial. Está penciente de una operación quirúrgica para extirparle los
pólipos, pero se encuentra muy débil físicamente. El gobierno cubano se
ha negado a considerar su salida mediante una visa humanitaria otorgada
por el gobierno de Costa Rica en abril del 2007, además de que desde el
2001 tiene visado estadounidense para emigrar con su esposa.

* Doctor José Luis García Paneque, condenado a 24 años, confinado en la
prisión de Las Mangas, en la provincia Granma. Sufre de anemia y
malnutrición como resultado de padecer el síndrome de malabsorción
intestinal. Se le diagnosticó además un quiste de riñón y tiene serias
afectaciones nerviosas. Su esposa y cuatro hijos menores emigraron a
Estados Unidos a comienzos del 2007, en medio del hostigamiento
constante de las autoridades y las turbas progubernamentales, que los
calificaban de "terroristas" al servicio de Estados Unidos.

* Doctor Alfredo Pulido López, condenado a 14 años, en la prisión de
Kilo 7, en Camagüey. Fue diagnosticado con tuberculosis; padece además
de hemorroides y gastritis.

* Pedro Argüelles Morán, condenado a 20 años, padece de cataratas
avanzadas en ambos ojos y ha perdido casi completamente la visión.

* Juan Carlos Herrera Acosta, condenado a 20 años. Padece de cardiopatía
izquémica, hipertensión arterial, artrosis cervical, asma y trastornos
hepáticos y nerviosos. Su ex esposa y dos hijas menores fallecieron el
pasado mes en un accidente automovilístico en la provincia de Sancti
Spíritus, el pasado 12 de marzo.

* Un minusválido se halla entre los periodistas presos: Miguel Galván
Gutiérrez, ingeniero de profesión, sentenciado a 26 años.

De los seis periodistas de la llamada Causa de los 75 que fueron
excarcelados con una licencia extrapenal por razones humanitarias,
cuatro permanecen en Cuba con visas de refugiados de Estados Unidos,
pero sin haber obtenido la autorización gubernamental para la salida
definitiva del país.

En represalia por su desempeño profesional, el gobierno también le
impide viajar a otros periodistas que en fecha reciente han recibido
visas para emigrar.

El caso más reciente es el del periodista Luis Esteban Espinosa
Echemendía, de la agencia Jóvenes Sin Censura, quien fue informado el 7
de noviembre que no se le permitiría salir del país, a pesar de que
cuenta con visa de residencia en Suiza desde agosto. Meses antes fue
advertido por un oficial de la Seguridad del Estado que si no cooperaba
con las autoridades no se le dejaría emigrar legalmente.

En situación similar están Abel Escobar Ramírez, de la agencia Cubanet,
y Luis Guerra Juvier, de Nueva Prensa Cubana, ambos aprobados para
emigrar por el programa de refugiados de Estados Unidos. A Escobar
Ramíres se le informó el pasado septiembre que el permiso de salida sólo
había sido autorizado para su esposa e hijas, no para él. Juvier
permanece en un limbo legal por más de un año junto a su esposa, luego
que las autoridades les retiraran el permiso de salida sin brindarles
explicación sobre los motivos de esa medida.

La labor de los cerca de 60 periodistas independientes que se mantienen
en activo dentro de Cuba, encara acciones represivas diariamente. El
movimiento atraviesa por una etapa de reanimación luego del golpe
demoledor de la llamada Primavera Negra del 2003, que no sólo significó
el arresto de 28 periodistas dee liderazgo, sino también la
desarticulación del funcionamiento de agencias y proyectos constituidos
desde mediados de los años 90.

El pasado diciembre se creó en La Habana el grupo mediático Consenso, un
proyecto informativo y cultural que reúne a una treintena de
periodistas. Además de la revista del mismo nombre (con versión
digital), la entidad publica un semanario que imprime un centenar de
ejemplares para la venta. En febrero, el equipo de intelectuales que se
separaron de la revista Vitral por discrepancias con la Diócesis de
Pinar del Río, lanzaron una nueva publicación digital denominada
Convivencia , que se define como un espacio de libertad de expresión y
defensa de los derechos ciudadanos. Un colaborador de la publicación, el
estudiante de segundo año de Derecho Néstor Pérez González, fue
expulsado de la Universidad de Pinar del Río por escribir una reseña
para el primer número de Convivencia .

En el útimo semestre se han reportado en las capital y en el interior
del país un total de 52 actos de coacción a las prácticas informativas,
los cuales incluyen multas, registros, incautación de dinero y objetos
personales, detenciones preventivas, limitación de movimientos,
allanamiento de viviendas, amenazas de muerte, asedio de turbas
gubernamentales con la anuencia policial, y represalias contra los
familiares de los periodistas.

La obstrucción del ejercicio periodístico y de las vías de superación
profesional forma parte de la estrategia oficial.

El 21 de octubre, el reportero Francisco Blanco Sanabria fue impedido de
observar el conteo de las boletas al término del escrutinio para la
asamblea municipal en Cruces, provincia de Cienfuegos. La Constitución
cubana permite el derecho de los ciudadanos a presenciar el conteo de
las boletas electorales, pero Blanco Sanabria fue advertido por un
oficial de la Seguridad del Estado de que debía abandonar el lugar y, a
la vez, amenazado si escribía una información sobre lo ocurrido.

A comienzos de este mes, seis periodistas fueron impedidos de llegar
hasta la sede de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana
(USINT) para participar en un seminario de capacitación por
teleconferencia, auspiciado por la Universidad Internacional de la
Florida (FIU) de Miami.

El gobierno prosiguió su ofensiva contra la proliferación de señales
clandestinas de televisión por satélite y ha recrudecido los controles
para limitar las conexiones a la internet, incluyendo la obstaculización
del acceso a los blogs contestatarios que se realizan desde Cuba. A
nivel de barrios prosiguen las redadas policiales contra las antenas
parabólicas y las apropiaciones de señales de televisión por cable, con
el propósito es desmantelar los centros de redistribución de señales
instalados en los vecindarios, decomisar equipos y multar a los
infractores. Los operativos se realizan con gran despliegue de carros
patrulleros, agentes policiales y personal técnico para cortar las
conexiones ilegales de televisión e internet, y cuentan con la ayuda de
los directivos del CDR (comité de barrio) en cada zona.

En busca de sortear los escollos de la vigilancia oficial y acceder a
alternativas de información y entretenimiento que no ofrecen los medios
oficiales, es cada vez más extendida la práctica de reproducción y
distribución de copias en DVD de programas de la televisión de Miami,
que circulan en todo el país. Las máquinas reproductoras de DVD pueden
entrar libremente del exterior desde el pasado año, lo que ha extendido
significativamente su uso por parte de la población.

El gobierno también permitirá, a partir del 1ro. de abril, las ventas en
tiendas estatales -en moneda convertible- de máquinas reproductoras de
DVD y video, televisores y computadoras, hasta ahora inaccesibles a los
ciudadanos nacionales.

La venta de computadoras, sin embargo, no significará una liberalización
en el uso de la internet, que sigue siendo un espacio de control
estratégico por parte del gobierno, con prioridad en el empleo social de
la red.

El uso de la internet está restringido a organismos centrales del
Estado, instituciones educaciones y culturales, así como a extranjeros
que abonan el servicio en moneda convertible. El costo por una hora de
internet, con una conexión de extrema lentitud, oscila entre $6 y $10 en
los pocos cibercafés y hoteles de la capital. Cuba argumenta que al
impedírsele la conexión al cable submarino internacional como resultado
de la política de Estados Unidos, se ve obligada a usar exclusivamente
accesos satelitales a la red, lo que significa gastos anuales superiores
a los $4 millones de dólares.

Según las estadísticas oficiales, Cuba cuenta con 190,000 usuarios de
internet, que abarcan los beneficiados del servicio a organismos
estatales. Esto sitúa a la isla con un índice de acceso a la red del 1.7
de su población, entre los más bajos a nivel global. El gobierno asegura
que el pasado año un 40 por ciento de los ciudadanos cubanos
comprendidos entre los 6 y 60 años usaron una computadora, lo que
justamente contrasta con la ínfima penetración en la internet.

Durante el pasado año se produjo un reforzamiento de los controles en
centros laborales y estudiantiles que derivó en la prohibición de uso de
portales como YAHOO y el MSN de HOTMAIL para sevicios informativos y
correos electrónicos de carácter personal. La comunicación de correos
electrónicos y acceso a servicios informativos depende en estos momentos
de un enlace con el sitio oficial ENET.CU, lo que permite un mayor
control de la navegación de los usuarios en los medios de la prensa oficial.

Las autoridades del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones
(MIC) --dirigido por el comandante histórico y ex jerarca de la policía
política (MININT), Ramiro Valdés Menéndez-- prosiguen en su afán de
estrechar los márgenes de la navegación cibernética mediante una
"intranet", que sólo permite el acceso a páginas de publicaciones y
entidades nacionales, o a aquellas afines a la política gubernamental
desde el exterior. Los especialistas en telecomunicaciones laboran
también en una "gran intranet educativa nacional" y una enciclopedia
cubana, con la idea de suplir presuntas carencias bibliográficas y
estructurar un pool informativo educacional. El trabajo de compilación
se revertiría en una suerte de diccionario con la historia oficial de
Cuba y luego ampliado a "los países del ALBA y más tarde al resto de
América Latina y el Caribe".

A pesar de todos estos obstáculos, no han dejado de proliferar las
conexiones ilegales al internet en las viviendas, con el uso de claves
de organismos estatales, así como el incremento de blogs independientes,
fundamentalmente realizados por jóvenes. Los responsables por
violaciones en este campo pueden recibir condenas de hasta 10 años de
cárcel.

Muchos cubanos optan por conectarse a la internet desde sedes
diplomáticas radicadas en La Habana. La USINT ha puesto en
funcionamiento un salón con computadoras que ofrece servicios a
periodistas independientes, activistas disidentes, estudiantes
universitarios y población en general.

Desde mediados del pasado año la popularidad de los blogs independientes
cubanos ha demandado la atención de importantes publicaciones, cadenas
televisivas y páginas en la internet de todo el mundo. Sus autores se
conectan a la red pagando tiempo en cibercafés o usando claves de acceso
compradas en el mercado negro, y sus páginas se ubican en servidores
extranjeros como Blogspot.com.

Las intervenciones del gobierno no se han hecho esperar. El pasado 24 de
marzo, el blog Generación Y, el más leído entre todos los que se
producen dentro de Cuba, denunció que las autoridades gubernamentales
bloquearon el acceso al sitio desde la isla, imposibilitándole su acceso
personal para actualizarlo. El procedimiento restrictivo afectó también
a otros blogs cubanos de reciente aparición, como Potro Salvaje, y
consiste al parecer en la colocación de un filtro que ralentiza la
entrada al sitio e inpide entrar en los comentarios a los internautas
nacionales.

Desde comienzos de marzo, el diario oficial Granma aumentó de 8 a 16
páginas, con el fin de ampliar su cobertura de los temas nacionales, y
reincorporó la sección de correspondencia con los lectores, que han
comenzado a estampar sus quejas sobre las acuciantes problemáticas de la
vida cotidiana. Como la doble moneda y el desabastecimiento del mercado
interno.

Además, bajo el mandato de Raúl Castro la prensa se ha abierto a plasmar
temas antreiormente considerados tabú, como el desempleo juvenil, la
crisis de la agricultura, el mercado informal y la indisciplina social.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) ha comenzado a divulgar
estudios sobre estos problemas en su sitio digital.

Mientras, el desenvolvimiento de la prensa extranjera en Cuba sigue bajo
estricta supervisión y crítica de las autoridades y los propios medios
oficiales, como la Mesa Redonda de la Televisión Nacional. Es abultada
la lista de demoras y negativas en el otorgamiento de credenciales para
viajar a la isla en funciones de corresponsal extranjero.

El pasado 29 de febrero, el gobernante retirado Fidel Castro arremetió
en una "reflexión" contra Fernando Ravsberg, corresponsal de la cadena
británica BBC en La Habana, a quien acusó de lanzar "groseros insultos"
y reproducir falsas versiones en torno a la sucesión de poder ocurrida
en la isla.

Miami, marzo del 2008

http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/story/181889.html

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