Tuesday, January 29, 2008

MARTÍ, ENEMIGO DEL CASTRISMO

MARTÍ, ENEMIGO DEL CASTRISMO
2008-01-27.
Iván Curra, Corresponsal en Miami de Misceláneas de Cuba

José Martí fue de esas almas que encarnan en nuestro planeta solo cuando
las estrellas se alinean y se gesta una época nueva; Martí vino al mundo
un 28 de enero de 1853 justo unos años antes de que Cuba necesitase al
orfebre de la libertad.

Vivió Martí solo para legar su pensamiento y su férrea fe en un mundo
mejor que aun no llega para Cuba; pero que, definitivamente, será regido
por su elevadísimo pensamiento.

Cuba ha dado grandes hombres y enanos también; pero será Martí, por la
pureza de sus ideas y la lógica aplastante de sus convicciones quien
ayude un día a enderezar una Patria deforme e infeliz.

El pensamiento martiano es el terror de los déspotas, es el antídoto de
cual se servirá la Cuba del mañana para sanar las mordeduras terribles
de las víboras que la han descarnado hasta hoy. Será el ideario martiano
el ungüento natural para cerrar sus heridas y unir en el amor sincero e
indestructible a todos los cubanos.

Nada en Martí refleja un déspota, nada en esa alma elevada comulga con
la doblez o la maldad y eso es lo que él o los tiranos temen. Desde el
primer día de engendro revolucionario se dieron a la tarea de
tergiversar a Martí, a tratar de hacerlo cómplice de la barbarie y la
atrocidad, lo quisieron involucrar en el genocidio físico y moral del
pueblo de Cuba.

Pero luego de casi 50 años continúa siendo José (Pepe) Martí el lucero
cegador que le recuerda al pueblo que el único camino es la libertad, la
dignidad y el sacrificio de la vida misma por alcanzar estos derechos
naturales del hombre.

Basta leer solo unas estrofas de Martí para darse cuenta de que si
viviese hoy estaría preso junto a Biscet o fusilado; nada en Martí tiene
que ver con la monstruosidad que no solo vive Cuba, sino que se extiende
con fuerza terrible sobre nuestra América.

Hoy Martí hubiera sido un disidente cubano, uno de tal magnitud que la
pandilla castrista temblase de solo oír su nombre. Pero Martí nació y
murió en la época correcta, fue el arquitecto de un edificio colosal que
aún está por construir: el de la libertad, la dignidad, la humanidad y
el amor.

Dijo Martí: "Una revolución es necesaria todavía: la que no haga
Presidente a su caudillo, la revolución contra las revoluciones: el
levantamiento de todos los hombres pacíficos, una vez soldados, para que
ni ellos ni nadie vuelvan a serlo jamás." Y dijo también este genio
nuestro:"Los hombres que desean sinceramente una condición superior para
el linaje humano no pueden ser cómplices de la política de policía que
anda predicando el desdén de la política." ¡Que terrible enemigo tiene
en Martí Fidel Castro!

Deberían no solo los cubanos leer a Martí, sino los pueblos de América,
para los que el trabajo y luego también educación, era una lucha
particular del apóstol, pues solo un pueblo instruido puede llegar a ser
libre y comienza a ser esclavo cuando deja de importarle la elevación
del espíritu humano.

Y a la América que hoy ve asombrada como se le viene encima la sombra
siniestra del terror comunista Martí dijo:"Sociedad autoritaria es, por
supuesto, aquella basada en el concepto, sincero o fingido, de la
desigualdad humana, en la que se exige el cumplimiento de los deberes
sociales a aquellos a quienes se niegan los derechos, en beneficio
principal del poder y placer de los que se los niegan."

En este aniversario del nacimiento del Apóstol, no le lleven flores;
compren un libro suyo, préstenselo unos a otros, pasen la voz, estudien
sus ideas y vean si están en la clase de hombres a los que él
despreciaba o en la clase de los que el daba su mano y una rosa blanca.
y recuerden que:"Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede
más que un ejército" y que además:"Es necesario poner de moda la virtud."

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=13676

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