2008-01-24.
Guillermo Fariñas Hernández, Periodista Independiente, Cubanacán Press
Se desmoronó uno de los dos pilares de la Revolución Cubana: La
educación. Por que sin lugar a dudas, su calidad ha disminuido a ojos
vista. Este inconquistable bastión de resistencia, ante los detractores
de la obra encabezada por el Dr. Fidel Castro, sin mucho ruido se ha
venido abajo.
El punto de vista de respetados analistas cubanos, es que esto se debe,
fundamentalmente a un par de aspectos. El primero es la falta de calidad
y maestría de los educadores en estos tiempos. El segundo de estos
tópicos, es la desmotivación de los que imparten clases en las aulas.
Pero todos los críticos del actual Sistema de Educación Nacional,
coinciden en que ambos puntos están directamente relacionados entre sí.
El principal obstáculo para el ejercicio de una buena enseñaza en esta
isla, es el apuro que las autoridades les imponen a los profesores.
Pues la impartición de clases a los alumnos se ha politizado mucho más
de lo que ya estaba. En estos tiempos que corren, el déficit de maestros
en cualquier nivel de enseñaza es resuelto con graduaciones masivas de
educadores. Los nombrados como "maestros emergentes" de la Batalla de Ideas.
La nomenclatura cubana sustentadora del poder no desea resolver las
grandes dificultades e injusticias sociales a los educadores. Que ha
logrado un éxodo masivo, de los especialistas en el ejercicio de la
pedagogía. Se niegan a aumentarles los sueldos, construirles viviendas,
darles estímulos en divisas convertibles; a los maestros.
Para solucionar la situación de deserción en el sector educacional; han
acudido a insertar en el mismo, a grandes cantidades de jóvenes
graduados en solo 6 meses. Quienes con una corta edad; reciben salarios
de hasta 600 pesos cubanos. Que para un joven es gran cosa hasta que
creen su propia familia; entonces, ya no les alcanzará.
El ejercicio del magisterio necesita de vocación, que según
experimentados conocedores del tema, es una mezcla de una buena
motivación profesional, necesidad de reconocimiento social y
satisfacción de los intereses materiales. Y podría añadirse que la
auténtica vocación, solo se logra a largo plazo.
Los maestros emergentes son la punta de lanza, de recurrentes directivas
descabelladas en un sector tan sensible en cualquier sociedad. Que tiene
una importancia esencial en la creación de una cantera de recursos
humanos, para el desarrollo de profesionales e intelectuales,
fundamentalmente a larga distancia en el tiempo.
Una de estas medidas es la obligatoriedad "de facto" para que los
profesores se declaren "Educadores Integrales". Lo que conlleva la
aceptación para impartir todas las asignaturas y la renuncia a lo que se
ejecuta en el mundo entero; la especialización por asignaturas. Otra
forma de palear la falta de educadores en la nación.
Aquellos que se nieguen a hacerse integrales, se les consideran
disidentes al sistema político. Puesto que el propio gobernante, hoy
enfermo y convaleciente, ha sido y es, el principal promotor de estos
cambios. Siempre para mal en el sector de la enseñanza y hacer la más
mínima critica en Cuba, acarrea graves consecuencias.
Otra de las cuestiones nefastas en la rama educacional del archipiélago;
lo constituye el promocionismo a toda costa y a todo costo. Ya que si
Fidel e incluso el venezolano Hugo Chávez Frías, declaran a la prensa;
que se graduaran 20 000 médicos en el año 2015. Esto se convierte en un
desafío de urgencia política para todos.
De mala forma a los profesores se les exige, que los dados como
graduados. Tienen que ser aprobados por ellos, pues estos proyectos
sociales precisan que estos se licencien; o sería un descrédito para
estos líderes. Promotores del socialismo en el hemisferio occidental,
cuestión que no puede dejar de ocurrir bajo ningún concepto.
A los exigentes profesores que se nieguen a aprobarlos; podrían
enfrentar acusaciones de sabotaje, poca madurez ideológica o aliados del
imperialismo yanqui y las oligarquías nacionales. Y recibir estas
acusaciones en un sistema social como el cubano, es un acto de suicidio.
La mayoría opta por promover a sus alumnos.
Atrás quedó el idealismo rampante de la década de los años 60 del pasado
siglo XX, en que los maestros y profesores cubanos vivían orgullosos, de
servir a la "Revolución Fidelista". Ahora, la totalidad de ellos tienen
la impronta de poseer o no dólares. Por eso la educación cubana está
signada por la emergencia de los emergentes.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=13642
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