Tuesday, January 29, 2008

Azúcar amarga

28 de enero de 2008
Azúcar amarga
Julio Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Diez años después de ser
producida y de manera clandestina, llega a mi Azúcar Amarga. Una
película dirigida por León Ichazo y escrita en conjunto con Pelayo
García. Basada en una historia común en la isla desde 1990, al
decretarse el "periodo especial en tiempo de paz".

Honesta, dura, la película aborda la relación de amor entre dos jóvenes,
en los días que preludiaron al maleconazo de 1994; además de la
descomposición de la familia cubana, encerrada en crisis de valores
éticos insalvables. Todo ello, sin caer en moralismos mojigatos.
Mostrando con seriedad y humanidad, el abismo insalvable entre la nación
cubana y la "dictadura del proletariado".

Parte importante de realismo de la película, corre a cargo del Director
de fotografía Claudio Chea, quien impone el blanco y negro como
percepción estética para trasmitir el drama a través de los claros
oscuros. Esos colores le permiten a Claudio, en colaboración con la
editora Ivette Piñeiro, incorporar imágenes documentales de La Habana, a
la ficción.

Chea y Piñeiro, logran dar la línea argumental de las imágenes sin
exabruptos, en un medio metraje rodado en exteriores Dominicanos. Con
momentos climáticos en las escenas documentales de la Habana. En
especial, las del 5 de agosto de 2007, seguramente inéditas para los
cubanos de la isla.

Contribuyen de manera integral al clima, la actuación en primerísimo
lugar de Miguel Gutiérrez, en el papel de Tomas. Un profesional
altamente calificado padre de dos adultos jóvenes, que debe enfrentar la
orientación de sus hijos y en especial su reorientación como hombre y
psiquiatra, propio de la crisis social y de valores que enfrenta la
nación cubana. Su actuación es soberbia, digna de premio en cualquier
festival cinematográfico.

Le siguen en peso la actuación del entonces joven Rene Lavan, con un
personaje (Gustavo Valdez) lleno de los colores de la edad y las
imprecisiones que lo llevan al desenlace de la obra. Su imagen de joven
veleidoso, entre su inmadurez y sus sueños, se completa a través de la
relación con su novia (Yolanda), su padre (Tomás) y su profesor
(García). No queda detrás la bella Mayte Vilan (Yolanda), quien logra
recrear la tragedia de las jóvenes cubanas, embaucadas en un proceso de
toma de decisiones, donde la descomposición familiar tiene una
responsabilidad. Con aquellas preguntas a Gustavo luego de una cita en
una posada y comenzar a discutir del futuro: ¿que va a pasar conmigo,
que voy hacer yo?

Se debe mencionar a la otra vez inmensa Caridad Ravelo, como actriz
invitada en el papel de Soraya, una jinetera (joven prostituta)
encargada de descarnar la corrupción y el compromiso de la policía con
la prostitución y la explotación de las mujeres.

Manuel Tejada en la música, repite la formula de la mayoría de los
filmes realizados por los cubanos de la diáspora. Busca la nación a
través de los sonidos y lo convierten en soporte fundamental de la obra.
Para eso se sirve de Ernesto Lecuona, Benny More, Miguel Matamoros y
Carlos Varela.

A diferencia de Paginas del diario de Mauricio, realizada por Manuel
Pérez en 2006 (trata la misma época, desde el realismo socialista),
Azúcar Amarga se convierte en una película imprescindible para
comprender la degradación moral adonde el castrismo llevó a la nación
cubana, especialmente en la trágica década de los años noventa del siglo XX.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/en08/28a11.html

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