José Zepeda Varas*
20-12-2007
En vísperas de la sesión final del 2007 de la Asamblea Nacional del
Poder Popular, el parlamento cubano, el opositor Oswaldo Payá, entregó
al órgano legislativo dos proyectos. Uno solicitando una amnistía para
los presos políticos, y otro pidiendo la libre circulación de los
cubanos, tanto interna dentro de la misma isla, como hacia y desde el
exterior. Radio Nederland Wereldomroep aprovechó la oportunidad para
entrevistarle.
Windows Media Audio
http://cgi.omroep.nl/cgi-bin/streams?/rnw/smac/cms/entrevista_oswaldo_pay__20071220.wma
MP3 Audio
http://download.omroep.nl/rnw/smac/cms/entrevista_oswaldo_pay__20071220_44_1kHz.mp3
José Zepeda.- Usted ha presentado al parlamento un proyecto de Ley de
Amnistía para los presos políticos y otro sobre el derecho a la libre
circulación. ¿Es una coincidencia que se produzca cerca de las fiestas
de navidad y de año nuevo? ¿O hay otras razones más importantes para ello?
Oswaldo Payá.- No, es una coincidencia y hay razones muy importantes.
No es una coincidencia porque navidad es un tiempo en que creyentes y no
creyentes en nuestra cultura, sienten -digamos- más generosidad, más
espíritu de fraternidad y más deseo… una demanda inmensa de reencuentro
y unión con los seres queridos. Por lo tanto, sin negar categorías
políticas, esto es fundamentalmente humano, y lo humano no niega la
política, pero no se reduce a lo político.
Lo hemos estado meditando y preparando durante mucho tiempo, porque no
es un tema sencillo; tiene una altísima complejidad y estamos diciendo:
si la ley no reconoce estos derechos, si la Asamblea Nacional de Cuba
(Parlamento Nacional), que es la que tiene la responsabilidad de hacer
leyes y, además, son cubanos, no se abre a esta nueva etapa que el
pueblo quiere, una nueva vida por la que el pueblo de Cuba clama,
entonces no se van a producir los cambios que el pueblo quiere y va a
seguir sufriendo.
Por eso hemos presentado, en primer lugar, la Ley de Amnistía que se
corresponde con la petición del Proyecto Varela que tiene 25 mil firmas
de apoyo presentadas a la Asamblea Nacional. Ley de Amnistía para los
prisioneros políticos pacíficos y esta ley de Reencuentro Nacional para
que los cubanos, por fin, tengan derecho a entrar y salir de su propio
país libremente, porque el sufrimiento que ha traído a Cuba esta
restricción, esta negación, este destierro para muchos, es inmenso. Eso
ha desgarrado el corazón de muchos individualmente; de millones de
familias cubanas durante muchos años.
¿Razones políticas?
J.Z.- Le solicito dos aclaraciones: la primera de ellas, dice usted "lo
hacemos en estos momentos porque conminamos a los corazones sensibles en
estas fiestas navideñas y de fin de año, a que se abran a la esperanza y
al cambio"… Pero, ¿es solo esa la razón? ¿No hay una razón política de
una eventual transición, de movimiento dentro del gobierno cubano?
O.P.- Nosotros creemos que la inmensa mayoría de los cubanos -y no
excluimos a los del gobierno, pero no podemos hablar por ellos- saben
que hay una etapa que termina y que Cuba debe comenzar una nueva, y debe
empezarla pacíficamente. Y solo será buena si esos cambios se realizan
con la participación de los cubanos. Hay declaraciones de funcionarios,
de periodistas, de intelectuales oficiales u oficiosos y a veces hasta
de ministros, que hacen que muchos lo vean como signos de posibilidad de
cambio. Nosotros no negamos eso, pero estamos diciendo ¿acaso el pueblo
de Cuba no tiene derecho a que se le hable con claridad? No más
especulaciones, no más incertidumbre, no más dependencia del pueblo como
si tuviera que esperar el destino de su vida; y hacemos esta pregunta:
¿por qué no los derechos? Por qué no abrir el espacio de la libertad de
expresión, de asociación, de una nueva ley electoral para que puedan
elegir, que puedan participar en la vida política con organizaciones que
no sean el partido Comunista. Porque si todos no somos comunistas, por
qué no vamos a poder tener partidos y organizaciones. Esa regla de que
el pluripartidismo es malo, la ponen los que forman un solo partido y es
el de ellos y eso es lo que ha traído la tiranía. Por lo tanto, de
alguna manera, sin odio estamos diciendo: ¡queremos ahora los derechos
de los cubanos! ¿Por qué no?
Amnistía
J.Z.- Y la segunda aclaración: cuando habla de amnistía, dice: "…y
amnistía para todos los presos de conciencia opositores pacíficos".
Significa en consecuencia que usted reconoce que hay opositores presos
que no son pacíficos. Le hago esta pregunta porque usted sabe mejor que
yo, que el gobierno de Cuba ha insistido permanentemente que quienes
están presos son mercenarios de los Estados Unidos. No quiero hacer
generalizaciones de ninguna naturaleza, pero usted ¿comparte conmigo de
que sí hay presos que han recibido apoyo del gobierno de Estados Unidos
y también de organizaciones de disidentes que están en Miami y en otras
partes del mundo?
O.P.- Le voy a dar mi opinión y usted verá si la comparte conmigo o no.
Le quiero decir con toda claridad que, en primer lugar en Cuba, cuando
se habla de "amnistía general" nosotros estamos proponiendo una amnistía
general, pero que no se puede dar por decreto ni se puede proponer en
una ley mientras no haya un diálogo entre cubanos. ¿Por qué? El tema
que usted toca es muy profundo. Porque en Cuba ha habido mucho dolor,
muchas heridas abiertas, sangre derramada por personas que se han
opuesto al gobierno, han utilizado métodos violentos y, en algunos
casos, han hecho daño y han matado a personas y eso es un crimen. No
somos jueces, pero son realidades. Ese no es el caso de la mayoría de
los prisioneros, excepto algunos, dos o tres, que han participado en
hechos de ese tipo. También hay miles de víctimas: muertos, hundidos en
el mar como el remolcador "13 de marzo", personas que han sufrido
violaciones de sus derechos por parte de agentes del gobierno y por
órdenes del gobierno. Y nosotros decimos: pero de lo que sí no hay duda,
es que hay un grupo de hombres en prisión, solo por defender
pacíficamente sus derechos. Para eso estamos pidiendo la amnistía, la
liberación, como un primer paso. Y después una amnistía generosa que
proponemos que sea sobre la base de la verdad y el perdón, pero que no
se puede imponer. Hay que buscarla a partir de un diálogo nacional en un
ambiente más sereno y donde todo el pueblo asuma la responsabilidad para
dar ese paso histórico, como ha pasado y hemos visto en Chile,
Argentina, Sudáfrica. Donde hay una etapa de dolor, el pueblo tiene que
asumirla en toda su profundidad, pero lo que no tiene duda ni discusión,
es que los que fueron detenidos en marzo del 2003 y muchos otros
hermanos nuestros están ahí solo por defender los derechos humanos, por
pedir cambios en las leyes, por participar en el Proyecto Varela, y no
le han hecho un rasguño, ni una ofensa verbal siquiera, a nadie. Para
eso pedimos la amnistía.
Proyecto Varela y las nuevas solicitudes
J.Z.- A propósito del Proyecto Varela que usted presentó hace ya 4 años.
Ese proyecto fue rechazado por el parlamento cubano por considerarlo
inconstitucional. Pero ahí usted pedía una democratización del país y me
da la impresión que ahora está pidiendo algunos cambios. ¿Significa esto
una variante estratégica respecto de la oposición en su solicitud al
gobierno?
O.P.- No. Hay una variante estratégica que es Foro Cubano. Es el
llamamiento que hemos hecho a una campaña nacional por la liberación de
los presos políticos pacíficos y por demanda de cambios en las leyes.
Hemos creado un comité ciudadano para eso. El Proyecto Varela se
mantiene vivo, porque sigue pidiendo lo fundamental: un referendo para
que el pueblo hable, como ha hablado en Venezuela, en Chile, como ha
hablado en Bolivia, en Ecuador. No queremos hacer transposiciones de
modelos pero el referendo es una forma de preguntarle al pueblo lo que
quiere. Y el Proyecto Varela sigue vivo y sigue proponiéndoselo. Por
qué, ¿qué significa cambio? Cambio significa reconocimiento en las leyes
de los derechos de las personas para que puedan participar en la vida
política y eso no ha variado; es solo que se intensifica. Se abren las
avenidas para que haya una mayor visión del cambio que queremos; cambio
pacífico, cambio entre cubanos, sin perder la salud y la educación
gratuita. Sin revanchas ni venganzas; sin intervención extranjera, sin
saltos al neoliberalismo, pero con derechos para todos los cubanos.
Y volvemos a preguntar: ¿por qué no, derechos? Por qué tantos en el
mundo se preguntan si los cubanos estamos preparados, si la nueva
generación de líderes pueden hacer variantes de un socialismo mejor. Y
nosotros volvemos a preguntar: ¿es que acaso el pueblo está en función
del ensayo de los líderes que se van sucediendo unos a otros? El pueblo
tiene vida propia; tiene derechos propios, que son los derechos humanos
y los queremos para los cubanos también, porque también somos humanos.
Ese es nuestro espíritu y eso es lo que estamos impulsando con Foro
Cubano. Lo que hemos propuesto ayer, es una concreción de leyes para que
el pueblo vea que es viable, que es posible y para que, la Asamblea
Nacional Cubana tenga esos instrumentos, porque ellos tienen la
obligación moral y la responsabilidad histórica ante el pueblo de
abrirle el espacio de los derechos de los cubanos, no respondiendo a
Estados Unidos ni a ninguna otra acción, sino a los derechos de los
cubanos y sobre todo al derecho de una vida en paz y en libertad, que ya
los cubanos quieren de una vez.
Estados Unidos
J.Z.- A propósito de los Estados Unidos, creo que usted lo sabe tan bien
como yo- sobre todo en Europa sigue existiendo el convencimiento de que
la oposición cubana tiene dos colosales adversarios, una es el gobierno
de Cuba y el otro es el gobierno de Estados Unidos, porque con su
actitud de mantener el embargo o el bloqueo, como le gusta llamarle a
las autoridades cubanas, ninguna de estas aspiraciones se cumplen porque
esa será siempre la explicación que va a dar el gobierno de La Habana.
O.P.- Voy a responder a eso, categóricamente. Nosotros ni apoyamos el
embargo, ni creemos que sea bueno para Cuba y pensamos que nunca debió
existir y que debe levantarse. Esa es nuestra opinión. Pero ahora yo le
pregunto a todos los oyentes: ¿qué hubiera pasado, si el régimen de
Sudáfrica, hubiera dicho que había que levantar el embargo para acabar
el apartheid? No podemos poner los derechos de los cubanos en
dependencia de lo que haga el gobierno de los Estados Unidos, ni el
mundo debe de caer o participar en esa trampa lógica, porque los cubanos
tenemos derecho a los Derechos, porque somos seres humanos. Si usted
está en contra del embargo, critique al embargo, pero apoye los derechos
de los cubanos. Y no se puede condicionar una cosa a la otra, porque si
el gobierno de los Estados Unidos no quiere levantar el embargo nunca,
entonces nunca va a haber derechos para los cubanos. Esos son los
argumentos que han mantenido siempre las tiranías, desde Franco hasta
Pinochet, pasando por todos los demás. Nosotros necesitamos que cuando
se levanten las voces lo hagan, en primer lugar, por los derechos de los
cubanos. Y muchos, como en Naciones Unidas, hacen una resolución en
contra del embargo y está bien, pero no es a favor del pueblo cubano, es
para ir en contra de los Estados Unidos. Si estuvieran defendiendo al
pueblo cubano, pedirían la libertad de los defensores de los derechos
humanos y apoyarían estos cambios pacíficos entre cubanos que son los
que estamos solicitando. Por eso decimos, quien quiera apoyar al pueblo
de Cuba, que apoye los cambios pacíficos, "los cubanos tenemos derecho a
los Derechos, como todos los pueblos". Y en América Latina si hay
tensiones, si hay una revisión, si hay una renovación, es porque no se
le puede negar los derechos ni en conjunto ni en particular a ningún
ciudadano ni a ningún pueblo, como se le está negando a los cubanos.
El relevo de Fidel Castro
J.Z.- Por último, tengo aquí la última carta del Presidente Fidel
Castro, y he elegido la siguiente frase para comentarla con Usted, dice
así textualmente: "mi deber elemental no es aferrarme a cargos y mucho
menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencia
e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó
vivir". Usted comprenderá que esta es la primera vez que el Presidente
cubano abre la posibilidad de decir "me voy a pensionar". ¿Qué piensa
como ciudadano, de esta de declaración?
O.P.- No deja de ser importante, no deja de ser lógica, que una persona
en su ancianidad y en su enfermedad, reconozca que los más jóvenes
tienen que ocupar los cargos. Pero, como ciudadano y como cubano no le
doy la connotación que se le está dando en el mundo. Porque nosotros
preguntamos, ¿se está hablando de los sucesores de Fidel Castro, se está
hablando de los hijos de los dirigentes, de perpetuar la elite y de que
otros continúen este orden sin derechos? Por lo tanto, lo que sería
justo no es que líderes o figuras más jóvenes continuaran un orden donde
se le niega el derecho a la mayoría. O que la nueva generación -y esto
lo digo sin odio; lo digo con amor, pero lo digo con justicia- la nueva
generación no solo son los hijos de los dirigentes, ni los nuevos
dirigentes comunistas; son todos los jóvenes cubanos que tienen derecho
a vivir su tiempo en libertad. Por lo tanto, cambio significa libertad.
Libertad para todos y esa es la base de la paz que queremos construir,
de la justicia que queremos alcanzar.
*José Zepeda Varas, director del Departamento Español de Radio Nederland
Wereldomroep.
http://www.informarn.nl/informes/americas/cuba/act071220-cuba-paya-castro
No comments:
Post a Comment