Monday, December 03, 2007

La zafra que viene (final)

La zafra que viene (final)

Fabián D. Arcos

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - En la actualidad los
precios promedios del azúcar en el mercado internacional oscilan entre
10 y 13 centavos de dólar estadounidense por libra del dulce. Y según
cálculos e informes realizados sobre la producción de azúcar en Cuba el
costo de producción por libra está entre 6 y 6.5 centavos. Una ganancia
bruta cerca del 100 %.

Pero si ese análisis no fuera suficiente para entender desde el punto de
vista económico la necesidad de revitalizar la que una vez fue la
primera industria cubana, entonces veamos qué otras ventajas se
añadirían a ese incremento.

En primer lugar, en el orden alimentario, la caña de azúcar y su
producción final desempeñan un importante papel. En la actualidad, la
ganadería moderna se alimenta con cereales y granos, cuyos precios se
van incrementando. La caña y sus subproductos pueden desempeñar un papel
preponderante en la sustitución de esas fuentes de alimentación animal.

La generación de electricidad es otra de las grandes ventajas de la
producción azucarera. Se calcula que un central consume sólo el 30 % de
la energía eléctrica que pueden producir sus generadores en medio de la
producción fabril, aportando un alto volumen de energía a la red
nacional. Ello conservaría mucho mejor la tecnología de producción
eléctrica, y se ahorraría una cantidad grande de combustible fósil
necesario para su generación.

Pero el factor que más incide en las inversiones que en distintos
lugares del orbe se hacen para la industria azucarera, es la posibilidad
real de que pueda ser utilizada como fuente de materia prima para la
producción de biocombustibles, en momentos que precios del petróleo se
dispara cada día.

En los últimos tres años la producción y comercio del etanol se ha
incrementado. Si en 2005 el volumen alcanzado fue de 33,500 millones de
litros, en 2006 ya se había elevado a 39,400 millones, con un incremento
del 17,6 %. Y se ha pronosticado que este año puede ascender a 47,000
millones de litros, un 20 % más que el precedente. En la actualidad los
países mayores productores son Estados Unidos y Brasil.

El consumo mundial se aproxima a la producción: en 2005 se consumieron
31,800 millones de litros, y en 2006 se alcanzó 38,000 millones, para un
incremento del 21 %. Para este año los cálculos prevén otro sustancial
incremento, con un monto de 46,700 millones. Y también los mayores
consumos se registran en Estados Unidos y Brasil. En el nivel de las
importaciones sólo Estados Unidos, la Unión Europea y Japón adquieren el
75 %, siendo Brasil el principal suministrador, enviando sólo a Estados
Unidos 1,600 millones en el 2006.

En la actualidad el etanol se puede producir a partir del maíz (Estados
Unidos), mieles (Australia y la India), caña de azúcar (Brasil y
Tailandia) y remolacha y trigo (Unión Europea). El producido a partir
del maíz en Estados Unidos cuesta 0.32 de dólar por litro, mientras que
en Brasil, con la caña de azúcar el precio llega a 0.17, siendo los
costos más elevados los de la Unión Europea, a base de remolacha y trigo
con 0.72 y 0.69 respectivamente.

Estados Unidos, tan celoso de su seguridad energética, protege su
producción de etanol subsidiándola en 0.18 dólar por litro y grava las
importaciones del mismo en 0.14 por litro. Así y todo, la presencia del
etanol brasileño en el mercado norteamericano es significativa.

El coloso suramericano en la actualidad dedica el 50 % de su producción
de azúcar a obtener etanol y para 2011 prevé elevar esa participación al
57 %. Para ello incrementarán el área dedicada a la caña en 2,5 millones
de hectáreas y sólo en inversiones extranjeras para ese desarrollo ya
tienen más de 1,000 millones de dólares.

El gran científico cubano Álvaro Reynoso demostró las excepcionales
condiciones que tenía Cuba para sembrar caña de azúcar y cómo lograr
altos rendimientos. La economía cubana alcanzaría un elevado nivel de
ingresos si dedicara parte importante de sus tierras ociosas a un
cultivo inteligente de la caña. Si el proceso de descapitalización de la
industria azucarera ha sido la principal causa de su declive actual, con
la perspectiva de producir etanol a precios tan competitivos harían
fluir cifras millonarias en inversiones foráneas.

Todo ello sin contar con el efecto benefactor para el medio ambiente, y
que la producción de biocombustibles ayudaría sustancialmente a mejorar
los precios de la industria azucarera, al ahorrarse importantes
cantidades de combustibles fósiles que se consumen en el transporte y la
maquinaria de la zafra al mezclarse con los biocombustibles.

En fin, si se quiere salvar la industria azucarera cubana, hay que
virarse definitivamente a la producción del etanol. Y ello sin
comprometer la producción de azúcar para el consumo humano.

http://www.cubanet.org/CNews/y07/dic07/03a4.htm

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