Los desaparecidos
Roberto Santana Rodríguez
LA HABANA, Cuba - Agosto (www.cubanet.org) - En un abrir y cerrar de
ojos los atletas que representaron a Cuba por años en diversas
competencias internacionales, desaparecen del escenario público y nunca
más se vuelve a hablar de ellos.
De pronto nos enteramos por Radio Martí que se quedaron en algún país y
se convirtieron en apátridas, traidores y mercenarios, según el
gobierno, cuando sólo decidieron liberarse de las cadenas a que estaban
atados y emprender una carrera profesional de acuerdo al talento de cada
uno.
Por obra y gracia de la testarudez oficial, estos atletas son
automáticamente desaparecidos, nunca nacieron en Cuba, y por supuesto,
sus hazañas deportivas son borradas de los libros.
Así, por el ejemplo, el Duque Hernández jamás vivió en el Wajay, ni el
Yayo fue su entrenador y entrañable amigo, ni jugó con el equipo
Industriales ni formo parte del team Cuba.
Maels Rodríguez no propinó un juego perfecto en series nacionales
lanzando por Sancti Espíritus, ni fue bautizado por un narrador como "El
perfecto".
Euclides Rojas nunca fue el eficiente curveador de los brillantes
relevos para el equipo Industriales en la serie nacional, y Habana en
las series selectivas.
Ni Lázaro Borrell ni los hermanos Herrera, Roberto Carlos y Ruperto
encestaron cientos balones para sus equipos Lobos de Villa Clara, o
Centrales y Capitalinos respectivamente,
Tampoco Odlanier Solís nunca nació Boyeros, Ciudad de la Habana, ni fue
campeón mundial y olímpico en boxeo.
El sol no puede taparse y mucho menos con un dedo. El pueblo cubano
estuvo atento a estos atletas y siempre los recuerda y sigue de alguna
manera sus carreras y desempeños en otras tierras.
Los casos recientes de los boxeadores Guillermo Rigondeaux y Erislandy
Lara, devuelto a Cuba luego de desertar durante los Juegos Panamericanos
de Río de Janeiro, forman parte de esta cadena que parece no tener fin.
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