Friday, September 28, 2007

CORREA, ¿OTRO MESÍAS?

CORREA, ¿OTRO MESÍAS?
2007-09-28.
Pedro Corzo, Escritor, Editor y Periodista

Una nueva versión del despotismo ilustrado esta de vueltas en tierras
americanas. Tenemos una generación de iluminados que saben perfectamente
lo que necesitan los pueblos y también conocen las recetas para
satisfacer esas querencias.

Individuos que interpretan al país en pleno porque no conciben la
existencia de disidentes u opositores. Sintetizan en su persona a la
nación y conocen lo que se debe hacer para llevarla a mejor destino.
Cuando asumen el poder el ciudadano no tiene que pensar màs, lo saben
todo y tienen respuesta para todo.

El discurso es sencillo y con fundamento porque se inspira en duras
verdades como la discriminación y la miseria. A partir de esa realidad
promueven el antagonismo social y el odio y se esfuerzan en encontrar a
los culpables de todos los males, que desde sus perspectivas son
aquellos que rechazan sus proyectos.

Para estos individuos asumir el poder es un sacrificio. Es el
cumplimiento de un doloroso deber que solo ellos están capacitados y
dispuesto a cumplir. Eso fue lo que sugirió el mandatario de Ecuador,
Rafael Correa, en relación a los 47 años que lleva Fidel Castro
gobernando a Cuba.

Valdría la pena saber si opina lo mismo sobre los 31 años de su tocayo
Rafael Leonidas Trujillo, los 35 de Alfredo Stroessner y los 17 de
Augusto Pinochet, sin mencionar los particularmente sangrientos de Mao
Tse Tung, Adolfo Hitler y Josef Stalin.

El despotismo que nos liberara y convertirá en Hombres Nuevo, se
denomina Socialismo del Siglo XXI y evidentemente uno de sus exponentes
es el presidente ecuatoriano, Rafael Correa. También seria conveniente
preguntarle a Correa, sin dudas el mas capacitado de los tres promotores
principales de la teoría salvadora, Hugo Chávez y Evo Morales, si a los
postulados "de un socialismo del siglo XXI que se basa en la
solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la
igualdad" , palabras muy similares a las de los promotores del
Socialismo Real, se suman los conceptos de partido único, centralismo
democrático, y la eliminación de derechos como los de Expresión e
Información.

Correa al igual que sus pares venezolanos y bolivianos favorece una
economía mixta que bien pudiera ser la antesala de un estado
empresarial, un estado todopoderoso que generaría una nueva clase
económica que paulatinamente iría sustituyendo a la actual. No es de
suponer que repitan los errores del régimen cubano, máxime cuando en el
"mar de la felicidad", léase Cuba, ha surgido una elite de
administradores procedentes de las Fuerzas Armadas.

El Presidente demostró estar en la senda de los Mesías, es uno de esos
iluminados que no padece la agonía de la duda. Posee la verdad y le
caracteriza una vista que solo aprecia dos colores, el blanco y el
negro. Su lenguaje es el de la confrontación, del género todo o nada y
por lo que dice y hace se puede colegir que esta convencido de que el
fin justifica los medios si el propósito es imponer sus convicciones.

El mandatario que afirma que no es populista, fue electo ampliamente en
los comicios del 2006, cuenta en el presente con un amplio apoyo popular
que le posibilita convocar a una asamblea constituyente originaria, que
según sus planes, conduciría a sus partidarios al control de todos los
poderes públicos, para así establecer en su país el proyecto que
promueve otro compatriota de Karl Marx, el sociólogo Heinz Dieterich.

Esta maquinaria que se convertiría en una aplanadora política
legitimada con el voto popular, seria similar a la de su homologo
venezolano Hugo Chávez, y a la que esta tratando de establecer en
Bolivia, Evo Morales, y solo se diferenciaría del modelo cubano por su
origen democrático, ya que el discurso de los promotores permite
concluir que la ruta conduce a un poder absoluto que muy bien pretenda
durar los mil años del fhurer de todos: Adolfo Hitler.

Correa afirma que no es populista y que quiere acabar con la corrupción
y el clientelismo político que existe en su país. Como economista debe
saber que el mayor generador de corrupción y clientelismo políticos son
los estados poderosos donde no existe fiscalización independiente ni
conceptos de ahorro o propiedad. Cuba es un excelente ejemplo y
Venezuela no se queda muy atrás.

También dice que se propone eliminar lo que califica de poderes
fàcticos, que en su opinión impiden gobernar para el beneficio de la
mayoría de la población.
Cuando esos sucede cesa la autonomía de organismos del Estado y también
el balance que aportan las instituciones de la sociedad civil,
incluyendo la Prensa y la Academia, por lo que al final de un cuento que
no cesa de repetirse en nuestro continente y, parafraseando una
consigna comunista, "Todos los poderes no estarían en el Soviet sino en
Correa, y en sus pares, que proponen el socialismo del Siglo XXI''.

Pedro Corzo

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11870

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