Saturday, August 04, 2007

UNA IZQUIERDA INCONGRUENTE: ENTRE LO REAL Y LO QUE PROFESA

UNA IZQUIERDA INCONGRUENTE: ENTRE LO REAL Y LO QUE PROFESA
2007-08-02.
Eniel Bosch

Por cosas de la vida tengo muchos amigos latinoamericanos con ideas
izquierdistas. Mi vida en Suecia, donde hay muchos exiliados de todas
partes, me lo ha permitido. Aquí en Suecia, como alguien suele llamarle,
la Tierra de Nobel, luchamos por salir adelante en una sociedad nueva
donde producto del tiempo echamos raíces y de la cual esperamos las
mejores posibilidades.

Personalmente, no creo que la amistad deba ser avalada por la ideología
de las personas. Amigo es amigo y punto. Las diferencias sirven
solamente para enriquecer la mente.

Desgraciadamente, veo en la mayoría de mis amigos izquierdistas una
ceguera bien grande respecto a la situación en Cuba. En discusiones que
tenemos noto la tendencia a justificar el hecho de que se violen los
derechos humanos de millones de personas en la mayor de las Antillas.

He aquí la primera incongruencia. En teoría, no hay mayores diferencias
entre los derechos humanos que ellos dicen defender y esos que los
cubanos queremos que se respeten en nuestra patria. Pero en la práctica
estos derechos parecen ser diferentes cuando se trata de que sean
aplicados en Chile, Venezuela, Colombia y Cuba.

Lo que mis amigos izquierdistas ven como violaciones de esos derechos en
sus países, en Cuba viene a llamarse "derecho del Gobierno cubano a
defenderse de los mercenarios al servicio de Estados Unidos". Claro que
duele cuando la razón y la lógica son sacadas de juego para dar paso al
razonar fanático y casi religioso. Entonces la razón se convierte en
necedad y la discusión seria pierde el sentido de ser.

Detrás de esta actitud de mis amigos está la ideología que acogieron
desde sus años juveniles compartida con el mito revolucionario cubano.
La revolución cubana, sin dudas, se ha convertido en un mito, como un
sueño devenido realidad de lo que mis amigos desearon para sus países.
Esgrimiendo ideales de justicia social e igualdad esta ha sabido
venderse a sí misma, cayendo en gracia a muchos partidarios de ideas
izquierdistas. Estos ven, sin embargo, una sola cara de la moneda; la
que pinta el régimen castrista.

Encuentran en el viejo tirano al gran líder que se le enfrentó a los
yanquis y este hecho, unido al arraigado sentimiento antiimperialista en
ellos, es suficiente para brindarle un cheque en blanco a la dictadura.
No quieren ver la otra cara, la de la falta de libertades, la del
totalitarismo, la de los presos políticos de todas las tendencias,
incluidas las de izquierda.

Pero el hombre, por lo general, es un animal racional y se puede ser de
izquierda o de derecha y querer vivir bien, sin necesidades y sin miedo.
Y bueno, realmente mis amigos de izquierda no fueron al paraíso caribeño
a pedir asilo político, sino que olvidando que la revolución cubana les
quedaba a un paso de sus países, vinieron a refugiarse en Suecia. He
aquí la incongruencia que más me deja perplejo. ¿Por qué no fueron a
asilarse en la revolución que tanto adoran? ¿Si Cuba es el mito que
ellos tanto defienden, por qué no se fueron a vivir allá?

Uno debe vivir como profesa y si tanto se defiende una idea, esta
debería probarse en carne propia; vivirse, respirarse, para al final,
con una base empírica, defenderla.

Para mis amigos de la izquierda algo sobre que pensar. Es hora de vivir
de acuerdo a lo que profesan. Vayan a vivir a Cuba y después me hacen el
cuento.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11013

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