Thursday, August 02, 2007

Se reafirma el General

POLITICA
Se reafirma el General

Aleaga Pesant

LA HABANA, agosto (www.cubanet.org) - En 1968, Usnavy Fernández estaba a
punto de cumplir siete años, sus progenitores se encargaron de cambiar
su fecha de nacida, para que la libreta de racionamiento, la favoreciera
con otro año de compra de leche. Treinta y nueve años después, el
mandatario sustituto de la isla, el General Castro, descubre que los
niños cubanos, al cumplir los siete años, pierden la posibilidad de
tomar leche.

El hallazgo, fue hecho público en el acto oficial por una fecha
importante en el "santoral" castrista: el asalto al Cuartel Moncada,
ocurrido en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953. La jornada de
recordación y festejos, culmina con una gran concentración pública,
donde el principal orador siempre es el Doctor Castro, hasta que este
año, producto de su enfermedad intestinal, su hermano el General, asumió
sin cortapisas el centro del espectáculo.

El sucesor designado, principal orador del día, reveló el problema de la
leche de los menores, además se enteró, por un supuesto recorrido a lo
largo del país, que la isla esta cubierta en gran parte de un arbusto
dañino llamado marabú; y que la producción agropecuaria no satisface las
necesidades alimentarias de la ciudadanía.

Resumiendo, la perorata de más de una hora se puede encerrar en varios
puntos, definidos con mayor o menor claridad. Como elemento positivo,
vemos que a diferencia de su antecesor, el General Castro fue capaz de
concentrarse en los problemas nacionales sin dilatar sobre asuntos
internacionales, como acostumbra su hermano el Doctor.

El discurso, se centró en una crítica al actual sistema empresarial
cubano; lo cual es típico en sus discursos sobre la realidad cubana
desde la década del 60, sobre todo, el reproche al sistema agropecuario,
a su incapacidad e incompetencia para alimentar a la población de la
isla. Hizo hincapié, en los elementos burocráticos que impiden un uso
racional de los discretos presupuestos del Estado; sin embargo, no
propuso fórmulas tangibles para solucionar los traumas de producción y
desarrollo acumulados en los 48 años de "dictadura del proletariado" y
que trajeron a la próspera Antilla, una crisis económica permanente,
llamada en sus últimos dieciséis años Periodo Especial.

El General, sólo aludió para curar los males de la nación a las llamadas
"reformas estructurales". Un término que a juicio de analistas, huele a
promesas más que a acciones concretas. Como dijera el líder pro
democrático Elizardo Sánchez: "sería una formula para tratar de comprar
tiempo".

El "sucesor", mantuvo el concepto de seguridad militar de la nación,
sobre la base de la preparación militar (Operación Caguairán) con vistas
a una "mítica" confrontación, con el ejercito de los Estados Unidos. Su
inconsistente "ramo de olivo" extendido al gobierno norteamericano,
representa a todas luces, la negativa a sentarse a negociar, sobre la
base de capacidades y necesidades, ante todo con los representantes de
la sociedad, que él preside de manera tan irresponsable e incapaz.

Por lo pronto con el "Comandante" enfermo (o sano), este acto del 26 de
julio, reafirma el proceso de sucesión, en la figura del General Castro;
aunque cuidado: hay un "fantasma" de apellido Valdez que va tras todos
sus pasos.

http://www.cubanet.org/CNews/y07/ago07/02a6.htm

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