«Mis 13 años en prisión son prueba del rencor inagotable del régimen»
Francisco Chaviano, el preso político más antiguo de Cuba
Preso político más antiguo de Cuba, en libertad condicional desde el viernes
Chaviano agradece a España su ayuda, pero le advierte que «con su
actitud sólo conseguirá migajas como mi liberación cuando se cansaron de
abusar de mí»
El viernes pisó las calles de La Habana por primera vez desde 1994,
cuando fue condenado por revelar secretos de Estado. Francisco Chaviano,
presidente del Consejo de Derechos Civiles de Cuba, aseguraba ayer por
teléfono a La Voz que aquellos secretos que hizo públicos eran sólo «los
planes que ellos tenían contra mi persona».
-¿Qué ha cambiado en Cuba para que esté en la calle?
-Nada. He cumplido mi sanción y es increíble que se hayan demorado tanto
en soltarme. Según la ley, ya tenía que estar en libertad provisional
desde mayo. Si me dejaron salir es, seguramente, por mis problemas de
salud, en el corazón y sobre todo en el pulmón, donde tengo un tumor. No
querían que muriera en la cárcel. Mis 13 años en prisión, que hayan
esperado hasta ahora para liberarme, sólo prueban el rencor inagotable
del régimen.
-Pero Fidel ya no está al frente del Gobierno, como cuando usted entró
en prisión.
-Ese cambio de un hermano por otro no me ha beneficiado en nada. Cuando
no esté más Fidel es posible que Raúl haga alguna modificación en el
aspecto económico, al estilo chino, con un capitalismo de Estado
abusador, pero lo esencial se mantendrá. Quizá Raúl sea algo distinto en
las relaciones internacionales y abandone la estrategia global de Fidel
y se centre exclusivamente en Cuba.
-¿Cómo resume esos años en la cárcel?
-La prisión en Cuba es el infierno. He tenido momentos más malos y otros
peores. Quizá el peor fuera después de la detención de diez espías
cubanos en Estados Unidos (1998). Entonces el régimen tomó represalias y
arremetió contra mí. Estuve diez meses sin salir de una celda. Pasé dos
años sin visitas de ningún tipo y cuatro sin visitas conyugales. Tardé
cinco en pisar el exterior de mi celda. Y mientras, mi esposa ha tenido
que cargar con dos calvarios, el que pasaba yo dentro de la cárcel y el
que sufría fuera mi familia. Acosaron a mis tres hijos hasta que
lograron echarlos del país. A la pequeña ni siquiera le dejaron acceder
a la Universidad pese a tener uno de los mejores expedientes en la escuela.
-Desde el exterior sí empiezan a apreciarse algunos cambios en la isla.
-El problema de los cubanos no es lo que se ve en el primer plano, sino
lo que queda en lontananza. Por ejemplo, con los dos boxeadores esos que
intentaron exiliarse (fueron deportados por Brasil esta misma semana);
lo que se les viene encima a esos muchachos es el infierno. Pero no se
verá en el primer plano, será algo muy sinuoso.
http://www.diariodeleon.es/se_internacional/noticia.jsp?CAT=103&TEXTO=6056809
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