Thursday, July 26, 2007

NO AL APARTHEID EN CUBA!

¡NO AL APARTHEID EN CUBA!
2007-07-26. Misceláneas de Cuba, No. 3, Año IV, Mayo - Junio 2007
Alexis Gainza Solenzal, Director de Misceláneas de Cuba

Misceláneas de Cuba, No. 2, Año IV, Mayo - Junio 2007El carácter
exclusivista y excluyente del sistema totalitario imperante en Cuba
descansa, como bien es conocido, en la burda usurpación de la soberanía
popular por la minoría regente. Exclusivismo y exclusión que se
manifiestan, con plena llaneza, en postulados recogidos en una espuria
Constitución, que le veda a la ciudadanía todos y cada uno de los
derechos en y por ella garantizados, cuando el uso de los mismos no
armoniza con las apetencias oficiosas de erigir la quimérica sociedad
comunista. Coartada constitucional esta última, llamada en realidad a
encubrir un régimen que, por la sinrazón de la fuerza represora y el
irrespeto de los derechos humanos, desgobierna la Nación hace ya más de
48 años, al tiempo que por todos los medios y vías se aferra al poder.

Pero si harto difundida y abordada es la ignominiosa discriminación que
el absolutismo castrista impone en el ámbito político, económico,
cultural y social, basada en los posicionamientos ideológicos de los
afectados, menos se conoce sobre las alienaciones que ese mismo régimen
genera al discernir por el origen nacional. Tras el abrupto desplome del
Bloque Socialista a finales de los 80ª y 90ª de la pasada centuria, la
obligada reinserción de Cuba en la economía mundial se convierte en
factor apremiante para la cúpula dirigente. Mas lejos de paliar las
acuciantes necesidades de la población, dicha reinclusión vino a amparar
la perturbada supervivencia de la autocracia, para lo cual hasta la
oprobiosa marginación del cubano resultó moralmente viable.

A sabiendas de que nada lacera más el alma de un pueblo a la vez que
mancilla su autoestima, que el percibirse y verse relegados a ciudadanos
de segunda clase en su propio suelo, aplaudimos con particular
vehemencia la iniciativa que desde la isla lanza el insigne e
inclaudicable Dr. Darsi Ferrer bajo el slogan ¡Basta de Apartheid en
Cuba! (ver artículo portal). Campaña que, sustentándose en leyes otrora
dictadas y ahora menospreciadas por la tiranía dinástica, así como en
relevantes documentos de probada aceptación internacional, busca poner
fin al denigrante flagelo de la segregación étnica en nuestra Patria.
Azotando despiadadamente todo rubro de la economía doméstica que el
desgobierno, con sus intereses mezquinos y control absoluto, pone a
disposición privilegiada del extranjero; este flagelo ataca con especial
virulencia, como bien lo argumenta y demuestra el Dr. Ferrer, las
esferas del turismo, los servicios médicos y las inversiones foráneas.

Aunque divergentes en sus fundamentos, tanto la discriminación por
motivos ideológicos como la asentada en la procedencia étnica, denuncian
la naturaleza antipopular de la Administración de los Castro, pues su
implementación en la vida diaria afecta a la inmensa mayoría del pueblo
cubano. A unos, por ejemplo, no se les permite crear partidos políticos,
y por ende participar en la gobernación del país; a otros se les prohíbe
visitar los centros turísticos, poniéndosele al margen de la riqueza
recreacional; a éste se le proscribe abrir una biblioteca independiente,
en la que florezca una cultura sin censura; a aquél, a favor del
forastero presto a pagar en divisa, se le priva de una intervención
quirúrgica inaplazable; a éstos se les impide regularizar una asociación
de ayuda al prójimo, usurpándosele el derecho natural a la caridad
humana; a aquéllos le imposibilitan hacer uso de sus habilidades
profesionales al denegársele el permiso para emprender su propio
negocio, mientras que inversionistas allende al mar son bienvenidos…
Asimismo, ambas formas de discriminación, la ideológica como la étnica,
encuentran denominador común en la avidez de los gobernantes por
perpetuarse en el trono. De ahí que la lucha de todo ser de buena
voluntad, cubano como no cubano, contra una y/o otra, no solamente
contribuya a la recuperación de la dignidad humana de nuestros
conciudadanos, sino en igual medida al destronamiento del sistema
totalitario vigente en Cuba.

EL DIRECTOR.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=10914

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