Escaparon dos cubanos
Río de Janeiro / EFE.-
Los cubanos Guillermo Rigondeaux, en la categoría de 54 kilos, y
Erislandy Lara, en la de 69, perdieron ayer por no presentarse en los
cuartos de final del torneo de Boxeo de los Panamericanos de Río de
Janeiro, lo que confirmó que se fugaron de la delegación de su país.
Rigondeaux, bicampeón mundial y olímpico, llamado a ser la estrella del
deporte de los puños en estos juegos, no compareció ante el mexicano
Carlos Cuadras, mientras Lara, campeón mundial de los medianos, hizo lo
propio frente al jamaicano Ricardo Smith.
Una fuente cubana dijo a EFE que por el momento se está investigando qué
pasó con ambos púgiles, de los que nada se sabe desde la noche del sábado.
Ese día, ambos cenaron junto al resto del equipo en la Villa
Panamericana y después, como los demás, se fueron a dormir, pero
aparentemente no pasaron la noche en el lugar, pues en la mañana ya no
estaban.
Su ausencia se hizo evidente cuando no se presentaron al pesaje a que
deben someterse los boxeadores horas antes de cada pelea.
Por el momento, la extrañeza era el sentimiento que predominaba en el
ambiente boxístico de los Juegos, pues Girandoux era muy amigo de tres
campeones olímpicos que desertaron el pasado diciembre en Venezuela, Yan
Bertelemí (48 kilos), Yuriolkis Gamboa (57) y Odlanier Solís (+91),
durante un período de preparación del equipo cubano para los Juegos de
Río de Janeiro.
"Perfectamente pudo haberse quedado con ellos", dijo la fuente, sin
encontrar una respuesta a lo sucedido.
Rigondeaux debutó en los Juegos de Río el pasado viernes, cuando obtuvo
su 104 victoria consecutiva, esta vez sobre el puertorriqueño Miguel
Marrero.
La desaparición de Rigondeaux y Lara causó algún efecto visible en el
equipo cubano, pues el mosca ligero (48 kilos) Yampier Hernández, contra
todo pronóstico, perdió frente al estadounidense Luis Yáñez y quedó
fuera de la lucha por las medallas.
Yordenis Ugas, que más tarde ganó fácil, por ocho puntos a cuatro al
colombiano Darleys Pérez, sólo dijo a la pasada, "fue fácil, el marcador
lo dice todo", para continuar raudo hacia el vestuario.
Luis Yáñez, el vencedor de Yampier Hernández, es un estadounidense de
origen mexicano --"mi familia es de Michoacán, dijo-- que trabaja de
mesero en Dallas y que se mostró "feliz" de haberse deshecho de quien
consideraba su rival más duro en Río de Janeiro.
"Lo conocía, peleamos en Venezuela y me ganó por un punto, ya sabía cómo
pelearle", dijo Yáñez, que dio gracias a Dios "y especialmente a mi
padre", y que tras la pelea de hoy, tiene el pálpito de estar cerca de
una medalla de oro.
Con la fuga de Rigondeaux y Lara, suman cuatro las bajas cubanas en los
Juegos de Río. Antes habían dejado la delegación el jugador de balonmano
Rafael Capote, y el técnico de gimnasia artística Lázaro Lamelas Ramírez.
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