Sunday, July 29, 2007

CELAM EN CUBA: "DIÁLOGO CORDIAL" ENTRE LOBOS Y PASTORES

CELAM EN CUBA: "DIÁLOGO CORDIAL" ENTRE LOBOS Y PASTORES
2007-07-29. Julio 27, 2007: Diario Las Américas, Miami.
Armando F. Valladares*

Los participantes del Celam recibieron conmovedoras cartas y pedidos de
ayuda, de parte de fieles católicos y de madres y esposas de presos
políticos cubanos; no obstante, según monseñor Emilio Aranguren, obispo
de la diócesis cubana de Holguín, "ninguno de esos temas se puso sobre
la mesa" en la reunión de eclesiásticos con dirigentes comunistas

Del 10 al 13 de julio se celebró en Cuba la 31a Asamblea ordinaria del
Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), con la presencia de 55
cardenales y obispos, incluyendo a representantes de 22 conferencias
episcopales latinoamericanas.

Al finalizar el encuentro del Celam, hubo una reunión de dos horas y
media entre cuatro cardenales, siete obispos y el nuncio apostólico en
La Habana, y autoridades comunistas encabezadas por la jefe del
escritorio para Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba (PCC),
Caridad Diego.

"Salimos todos contentos", declaró la funcionaria comunista. Sus
palabras fueron ratificadas por los cardenales Jaime Ortega, arzobispo
de La Habana y Oscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa,
quienes calificaron el encuentro como "muy bueno" para ambas partes.

En el mismo sentido, el nuevo presidente del Celam, el arzobispo
brasileño Raymundo Damasceno, dijo que el régimen cubano estaba abierto
a un "diálogo cordial" con la Iglesia. Y el presidente saliente del
Celam, cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo de Santiago de
Chile, llegó a destacar como un hecho positivo que las autoridades
comunistas hayan concedido "todas las facilidades para venir a La
Habana", dando como ejemplo "visas de cortesía o descuentos en las tasas
de entrada" al país.

Autoridades y participantes del Celam habían recibido conmovedoras
cartas, así como pedidos de ayuda, de parte de fieles católicos y de
madres y esposas de presos políticos, sobre las generalizadas
violaciones de derechos humanos y religiosos de los habitantes de la
isla-cárcel.

No obstante, monseñor Emilio Aranguren, obispo de la diócesis cubana de
Holguín, se encargó de aclarar, a la salida de la reunión con los
personeros del régimen, que "ninguno de esos temas se puso sobre la
mesa", porque habrían conversado únicamente "sobre los temas que eran
verdaderamente importantes para los obispos presentes".

En el infierno cubano, la asfixia y el exterminio del rebaño ¿no es por
ventura un tema importante? El buen pastor está dispuesto a dar la vida
por sus ovejas (cf. S. Juan, 10,10). ¿Qué decir de aquel que las deja a
merced del lobo?

Ese reconocimiento de la capitulación eclesiástica ante los
representantes del régimen cubano explica la alegría demostrada por la
funcionaria Caridad Diego, y su disposición a un "diálogo cordial" con
interlocutores tan benevolentes; al mismo tiempo torna inexplicables las
declaraciones de los cardenales arriba citados, de que el encuentro
habría sido "muy bueno".

Dos meses antes, en mayo pp., el Celam había realizado en Aparecida,
Brasil, la 5a Conferencia General. En esa ocasión, envié a sus
participantes un público mensaje que, según me consta, se entregó
personalmente a buena parte de los eclesiásticos allí presentes. Un
resumen del mismo fue divulgado por la Agencia Católica de Informaciones
(ACI) ("Ex preso político pide que drama cubano no pase desapercibido en
5a Conferencia", ACI, Mayo 06, 2007; Armando Valladares, "Benedicto XVI,
Celam y 'favela' cubana", La Nueva Cuba, Mayo 06, 2007).

En dicho mensaje, expresaba "mi angustiada interrogación, en cuanto
católico cubano y ex preso político en las cárceles comunistas durante
22 años, es si esta reunión del Celam abordará el drama de los católicos
cubanos o si, una vez más, optará por el silencio". También constataba
que "el sufrimiento espiritual del rebaño católico cubano en relación a
esa actitud complaciente de los pastores ante los lobos rojos es
dilacerante".

Y recordaba que durante la reunión del Encuentro Nacional Eclesial
Cubano (ENEC), el entonces arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Pedro
Meurice, reconoció que en un comienzo los fieles católicos cubanos "nos
consideraban una Iglesia de mártires", pero que ahora, por esa actitud
colaboracionista, "algunos dicen que somos una Iglesia de traidores".

Los participantes de la reunión del Celam en La Habana tuvieron la
oportunidad de romper con el muro de silencio, de indiferencia y de
vergüenza que asfixia a mis hermanos cubanos, que sufren en la
isla-cárcel del Caribe. Por el contrario, abrieron una vez más sus
brazos a los lobos. Esto constituye una prueba espiritual sin
precedentes para los fieles católicos cubanos, que cada vez más ven en
el lema de San Pablo, "esperar contra toda esperanza" (Epístola a los
Romanos IV, 18,19) , el fundamento de su perseverancia y de su fidelidad
a la Iglesia, algo que constituye un ejemplo para el mundo entero.

Es difícil pensar que las recientes y cordiales conversaciones entre
lobos y pastores, en La Habana, se hayan realizado sin la aprobación de
Roma, toda vez que en ellas participó el propio nuncio apostólico. Lo
anterior levanta las más delicadas interrogaciones sobre la marcha de la
actual diplomacia vaticana y sobre la orientación del pontificado de
Benedicto XVI, en lo que respecta a Cuba comunista.

*Armando Valladares, ex preso político cubano, fue embajador de Estados
Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra,
durante las administraciones Reagan y Bush.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=10961

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