Por Redacción/AGENCIA CUASAR
Jueves 28 de Junio de 2007
Morelia, Michoacán (CUASAR).-Es el 30 de junio de 1931 que surge la
Escuela Nacional de Ballet de la Sociedad pro Arte Musical, que se
constituyó como punto de partida de la enseñanza del ballet en Cuba.
Esta institución marcó un parteaguas en la historia del ballet. pues fue
ahí donde se formaron figuras de la talla de Alicia, Fernando y Alberto
Alonso, así como Ramiro Guerra y Luis Trápaga. Con las presentaciones
que realizaba, la Escuela comenzó a crear un repertorio, al tiempo que
formaba un público que, aunque minoritario, se mostraba interesado en el
ballet.
El desarrollo de este centro fue alcanzando altos niveles en la búsqueda
de las raíces y cultura de aquel país. En junio de 1950 se crea la
Academia de Ballet Alicia Alonso, que jugó un papel fundamental en el
desarrollo del arte danzario cubano, al gestarse el método pedagógico de
la Escuela Cubana de Ballet.
Posteriormente, 11 años después, deja de existir como institución
privada para poner su rico bagaje y experiencia al servicio de la
Escuela Nacional de Arte, con el objetivo de formar las bases del
Sistema del país, además de reunir las condiciones para lograr los
propósitos acariciados durante años, poniendo en práctica todas las
ideas de una verdadera Escuela Cubana.
La Escuela Nacional de Ballet registraba entonces 150 estudiantes sin
límite de edad, entre ellos un grupo de alfabetizadores. El grupo
fundador tenía experiencia básicamente escénica. Fernando Alonso, su
primer director, preparó bailarines para la enseñanza, labor que
continuaría Ramona de Saa Bello, artífice principal de la creación e
implantación nacional del método cubano de la enseñanza del ballet.
La Escuela Nacional de Ballet, de la que emanan bailarines para el
Ballet Nacional de Cuba, el Ballet de Camagüey y otras agrupaciones de
danza, así como profesores para todas las escuelas del país, sirve
además como centro metodológico para las escuelas de nivel elemental. Su
claustro ha proporcionado asesoría técnica a todos los profesores de
esta especialidad con una importante participación en encuentros
metodológicos y festivales nacionales de escuelas de ballet y danza,
celebrados desde 1964 hasta la fecha.
Desde el año 2000, la sede de la Escuela Nacional de Ballet se ubica en
el edificio que fue inaugurado en 1904, hermoso palacete considerado
patrimonio arquitectónico que fue restaurado y adaptado para facilitar
las actividades que se desarrollan en la escuela. Algunas de las
características de esta construcción son las numerosas ventanas, los
lujosos pisos y escaleras de mármol de Carrara, la policromía y armonía
entre las redondeces de las columnas, las variadas decoraciones
exteriores e interiores donde se destacan los techos con variados
elementos decorativos y los vanos de las ventanas.
Por lo que toca a la proyección internacional, es en 1977 cuando se
produce el primer intercambio con la escuela y compañía de ballet de
México y es a través del contacto de maestros cubanos y estudiantes
mexicanos quienes realizaron estudios de formación completa, que
comienza a implantarse el método cubano de enseñanza en el país.
Pioneras de esta labor fueron las maestras Ramona Saa, Mirta Hermida,
Clara Carranco y Esther García por mencionar algunas.
Es a partir de entonces que comienza a extenderse esta experiencia a
otros países como Italia, Angola, Brasil, Colombia, Ecuador, Venezuela,
Nicaragua, Perú, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Los profesores son los
principales promotores del método cubano de enseñanza del ballet y
paralelo a ello, jóvenes de diferentes partes del mundo cursan estudios
de entrenamiento o de formación completa en la escuela.
Año memorable fue el de 1988, al presentarse por primera vez una
estudiante cubana en el Concurso Juvenil de Perú, obteniendo medalla de
Oro, triunfo que se repitió un año más tarde al obtener la medalla de
Bronce en el Concurso Internacional de Varna en Bulgaria. Relevante
suceso también lo constituyó la obtención, en 1990 de los premios
alcanzados por un estudiante en los concursos de Lausana, Suiza; Vignale
Dance; Torino, Italia, y Bienal de París.
En los años siguientes se obtuvieron nuevos reconocimientos en
destacados certámenes de América y Europa, así como las 7 distinciones
alcanzadas por un estudiante cubano en los concursos internacionales
celebrados en Jackson, estados Unidos, la Ville, de París; Nagoya, Japón
y Varna, Bulgaria.
Desde hace 13 años, la Escuela Nacional de Ballet realiza año con año el
Encuentro Internacional de Academias para la Enseñanza del Ballet, cuyo
presidente honorario ha sido el maestro Fernando Alonso. La cifra de
participantes extranjeros y cubanos ha ido en aumento: directores,
profesores y alumnos reciben, a través de un programa docente y
artístico, la metodología de la enseñanza del ballet en Cuba, al mismo
tiempo que intercambian experiencias.
A partir de 1995 se incluyó en este encuentro el Concurso Internacional
para Estudiantes de Ballet, que ya cuenta con la participación de
numerosos países.
Concursos juveniles, internacionales Medallas de oro por parejas,
medallas de Plata y Bronce, son sólo algunos de los premios que los
alumnos de la Escuela Nacional de Ballet han obtenido durante los
últimos 20 años.
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