LIBRO QUE ROMPIÓ LAS REGLAS DEL JUEGO

LIBRO QUE ROMPIÓ LAS REGLAS DEL JUEGO
2007-05-24.
Hugo Araña, Bibliotecario y Periodista Independiente, Corresponsal en la
isla de Misceláneas de Cuba

Han pasado 43 años de su publicación. Desde entonces, constituyó y
constituye aún en la actualidad uno de los libros más censurados por el
régimen por el escándalo que motivó, que como es lógico hasta el día de
hoy nunca más se ha reeditado y no por carecer de una exquisita calidad.

Para los coleccionistas, es una joya tenerlo en sus anaqueles. Otros,
que no les convienen que sepan de su pertenencia, casi lo tiene
escondido por diversos motivos: no se lo prestan a nadie por temor de
perderlo, o que lo tienen como material de consulta, a pesar que no
encierra ni líneas filosóficas ni científicas, ni doctrinas políticas
que pueda enfrentarse a las vigentes en nuestra isla desde 1959.

Sin embargo, y así todo, yace sepultado, tapiado, condenado a la mudez,
que hasta muchos jóvenes poetas lo desconocen por esas situaciones casi
absurdas que el régimen impone cuando un escritor le señala puntos
controversiales.

Esto ha motivado desde entonces que alguien oyó algún comentario sobre
lo que trató, y se convirtió en perpetuo vigilante de cuanta librería
vieja pulula en la capital , vive con el frenesí de adquirirlo , aunque
adivinando cuanto tendrá que pagar para llevárselo a su hogar y poder
leerlo de punta a cabo en la soledad de su lectura.

"Fuera de Juego" del malogrado Heberto Padilla, premio de poesía "Julián
del Casal", auspiciado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba,
mil novecientos sesenta y ocho, ya antes de publicarse, según las
cláusulas de dicho premio, le estamparon la categoría de Libro Maldito.

El revuelo que provocó en dicho certamen junto al premio de teatro "Los
siete contra Tebas "de Antón Arrufat, que al paso del tiempo, pudo verse
publicado, son los mas sonados escándalos acontecidos en la historia de
la UNEAC desde su fundación.

Los gritos y alaridos emitidos por ciertos artistas apegados a la
revolución como terneros a la vaca que los alimenta, llegaron a limites
que hoy, al paso del tiempo, la misma risa de burla se trueca y se
convierte en una mueca de lástima para esos y esas que en la edición del
poemario, agregaron un prólogo que al paso de los años, la fealdad
humana en que se sumergieron para atacar a veces con vocablos virulentos
al autor, lo que ganaron fue un sonado desprecio.

La conmoción por este sectarismo tuvo alcance no solo cubano, sino
internacional. La lluvia de telegramas , y cartas criticando a ésos y
ésas , entre los que se encontraban escritores de la talla de Octavio
Paz ,Juan Goitizolo y el mismísimo Julio Cortazar ( que después se
retractó) y muchos mas coadyuvaron a que el incidente para la historia
se llamara El caso Padilla.

Máxime que fue la primera vez en nuestra historia ,que un escritor fuera
detenido públicamente por la Seguridad del Estado durante unas semanas
,( otros mas tardes sufrieron ese mismo martirio), para lograr después
que el detenido montara un auto exorcismo público en plena cede de la
UNEAC que hoy todavía entre los invitados bajan la cabeza no por
bochorno , sino porque no creían que el asunto alcanzara los tristes
ribetes que cogió ( Manuel Díaz Martínez , José Lezama Lima , Cesar
López , Reinaldo Gonzáles , Miguel Barnet , Raúl Martínez , etc.)

"Fuera de Juego", ante todo, es un excelente poemario. Un poemario que
su autor, a riesgo de hacerse un hara kiri en y por sus misma
convicciones, a sabiendas del dolor que el mismo se infligía escribió lo
que debía y debió decir cuando entrevió o adivinó lo que se avecinaba en
el horizonte de Cuba bajo el régimen que hasta hoy en día nos gobierna.

Padilla, como un chaman que ve o siente lo que se avecina, no estaba
equivocado.
Dicho horizonte para los artistas de la isla desde entonces, no sería fácil.

Lo sucedido ocurrió a finales de los sesentas ¿y que aconteció en los
setentas? Nada más y nada menos que el quinquenio gris ¿Firme acertada
premonición de Padilla, u obra de las casualidades?

Heberto Padilla fue la primera víctima. Porque a partir de los setentas
y después del primer congreso de Educación y Cultura en abril de 1971,
lo que cayó sobre la intelectualidad cubana alcanzó los caracteres de
una purga al estilo estalinista, que todavía hoy, y han pasado bastantes
años, se mantiene en la memoria de muchos de los afectados.

Unos se mantuvieron en sus treces y no abandonaron el país y los
envolvieron en el silencio. Otros, se acogieron al exilio, como forma de
espantar de sus existencias las gruesas manchas del bochorno sufrido.

Aquellos años fueron más que grises por añadidura. Hirieron a la cultura
cubana muy hondo. Tan hondo que hoy en día la calidad de esta parte del
pensamiento en todas sus manifestaciones no ha podido superarse, a pesar
de los esfuerzos que lleva a cabo el Ministerio de Cultura, con sus
ferias de libros y todo.

El ejemplo mas contundente es que, en esas ferias, lo que el lector
busca no son las obras nacionales, (salvo excepciones) sino de autores
foráneos.

Los tiempos y posiciones de las autoridades culturales cubanas no han
cambiado, aunque a veces aparecen vestigios como si quisieran atenuar
esa situación creada y puesta en ejecución por ellos mismos.

Conversatorios y escritos sobre el mismo quinquenio gris, publicaciones
de algunos de los escritores que viven o murieron lejos de la patria,
podría parecer que realizan un reconocimiento de los errores cometidos,
pero en el fondo, mantienen las mismas reglas que encerraron los
comienzos de los setentas en un absolutismo pasmoso, porque el axioma de
"con la revolución todo, contra la revolución nada "continua vigente.

Mientras, la mediocridad se genera, se publica, como si lucharan porque
la creación artística entrara en un nuevo Renacimiento, que no es tal.

Fijémoslo que en cuanto a los escritores las predilecciones recaen
todavía por merito propio en los que fueron jóvenes en los sesentas y
los setentas, y muy pocos en los actuales .Actuales que muchos han
alcanzado la fama en el exterior para después poder publicarse en la
isla, porque no queda otro remedio. Tal es el caso e Leonardo Padura,
José David Curbelo, Teresa Melo, Reina Maria Rodríguez, para citar como
ejemplos.

Porque ni el mismo Delfín Prats, figura cimera de los setentas, poco
publica, o mejor dicho, poco le publican.

Y ahora, algo parecido a lo de Padilla, sucedió casi recientemente. El
estigma cayó sobre José Antonio Ponte, al ser expulsado de la Unión de
Escritores de Cuba, porque estimaron a estas alturas que Ponte tomaba
posiciones contrarrevolucionarias (¿?) en sus escritos.

Como si no supieran el malestar que yace latente entre los escritores
socios de esa institución, aunque no lo expresen abiertamente.

Nada señores, no tenemos por suerte otro quinquenio gris al decir de
Rine Leal, o decenio negro como apuntó Miguel Barnet, hoy convertido en
un fiel defensor del régimen .Pero las leyes impuestas contra la libre
creación del artista cubano persisten.

Por lo tanto, cuando en Fuera de Juego Heberto Padilla (q.e.p.d.)
sentenció en El discurso del Método, no dijo mentira alguna,
simplemente anunció que:

al entrar en tu casa,
Solo encuentres un sillón destruido, con un montón
de libros rotos,
Yo te aconsejo que corras enseguida,
que busques un pasaporte,
alguna contraseña ,
un hijo enclenque, cualquier cosa
que pueda justificarte ante una policia por
momento torpe
(porque ahora está formada
de campesinos y peones)
Y que te largues de una vez para siempre.

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Nota de Misceláneas de Cuba: Trascripción del texto anterior a cargo de
Osvaldo Alfonso Valdés.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=10246