Miriam Leiva
31 de mayo de 2007
La Habana – bitacoracubana - La Sociedad de Periodistas Manuel Márquez
Sterling surgió el 31 de mayo de 2001, cuando la prensa independiente en
Cuba se encontraba en pleno apogeo. De sus 50 miembros, 20 fueron
secuestrados en toda Cuba los días 18, 19 y 20 de marzo de 2003. Forman
parte de los 75 que el gobierno trató de silenciar esa Primavera Negra.
La mayoría de esos prisioneros de conciencia continúa en las horribles
prisiones, pero todos siguen dando frutos para orgullo de los cubanos.
Ricardo González Alfonso es su Presidente desde la prisión, donde cumple
una condena de 20 años, y actualmente se encuentra convaleciente de una
operación quirúrgica. Son cuatro ya las soportadas, además de otras
enfermedades. Son tres los libros de poesía editados desde su
enclaustramiento.
Los injustos y amañados procesos judiciales, los cientos de años de
cárcel en conjunto dictados, las celdas de castigo en solitario, las
huelgas de hambre, la convivencia con reos comunes de alta peligrosidad,
la magra comida pestilente, el agua contaminada, los insectos y
roedores, la mala asistencia médica, la tortura psicológica y la tortura
física sin dejar huellas visibles, el dolor ocasionado por el
sufrimiento a cientos de kilómetros de distancia de hijos pequeños o
adolescentes, padre y madre ancianos, no han menguado la dignidad y las
convicciones de esos hombres. Continúan desde las prisiones escribiendo
o enviando noticias, a pesar de la represión. También los excarcelados
por motivos de enfermedad, y que pueden ser regresados a las cárceles,
se esfuerzan por denunciar y plasmar el duro acontecer en Cuba y, sobre
todo, lograr la libertad de sus compañeros.
La Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling surgió por la
tenacidad y madurez del movimiento de los periodistas independientes. No
discriminaba por posiciones políticas o de credo, no excluía por
pertenencia a una u otra agencia, o por no pertenecer a alguna. Muchas
planillas de solicitud de ingreso quedaron en espera de análisis y
confirmación.
Estaba casi al cumplir sus dos años de existencia, pero ya mostraba
frutos apreciables. Los cursos para la superación de los entusiastas
periodistas fueron imposibilitados por la Seguridad del Estado. Sin
embargo, no pudieron impedir que en la Biblioteca Independiente Jorge
Mañach trabajaran afanosamente Ricardo González, Raúl Rivero y Álida
Viso Bello, junto a un nutrido grupo de colaboradores.
La revista DE CUBA fue su principal logro. El número inicial salió en
diciembre de 2002 y el segundo en febrero de 2003, pero sus primeros 250
ejemplares fueron robados por la Policía Política durante el registro en
casa de Ricardo. Era un esfuerzo plural, respetuoso y democrático. El
gobierno había alardeado de que no se podría lograr en el país semejante
osadía, pero estaban surgiendo esfuerzos similares en algunas
provincias, como Camagüey, donde Normando Hernández y sus colegas hacían
la suya, por eso la ferocidad contra las personas portadoras de las
peligrosas armas letales de las ideas.
Como reconocimiento a quienes estaban en las cárceles o perseguidos, la
Universidad de Columbia, en Nueva York, otorgó a la Sociedad su Premio
de Periodismo pocos meses después. Muchas organizaciones internacionales
han expresado su solidaridad permanentemente y denuncian la injusticia
del encarcelamiento, así como los tratos inhumanos a todos los
periodistas independientes en prisión y la persecución a aquellos que
han seguido su ejemplo en todo el país.
Quienes hoy coquetean con las autoridades de un régimen totalitario,
violador de todos los derechos humanos, comprendido el derecho a la
libertad de expresión y asociación, procurando posesionarse ante un
eventual cambio de dirigentes que no logran aún identificar, deberían
reconocer su complicidad y la injusticia que comenten.
Los prisioneros de la Primavera Negra del 2003, y muchos otros reos de
conciencia y prisioneros políticos pacíficos forjan desde hace años el
futuro. Ellos, si logran sobrevivir, serán también los dirigentes de
Cuba democrática. Vergüenza deberían sentir donde quiera que se
encuentren, quienes contribuyen a su aniquilación por intereses
mezquinos. Todos tienen que ser liberados inmediata e incondicionalmente
porque son inocentes.
Miriam Leiva, Periodista Independiente
Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=4864
No comments:
Post a Comment