Thursday, May 03, 2007

La salud del Comandante

Publicado el jueves 03 de mayo del 2007

La salud del Comandante

El hecho de que el dictador cubano Fidel Castro no haya hecho su tan
esperada reaparición en la marcha del Día del Trabajo me lleva a
concluir que, a pesar de recientes indicaciones de que se estaba
recuperando de la enfermedad que lo obligó a delegar poderes hace nueves
meses, su salud está peor de lo que muchos pensábamos.

¿Por qué pienso eso? No es por ningún diagnóstico médico, sino por un
diagnóstico político.

La marcha era un momento clave para Castro, y no sólo porque el acto
anual ha sido tradicionalmente una de sus celebraciones favoritas.

A diferencia de otros grandes eventos públicos a los que no asistió en
meses recientes -incluyendo la cumbre de los No Alineados en septiembre
y la celebraciónpostergada de su cumpleaños numero 80 en diciembre
-había razones políticas por las que Castro no se hubiera perdido este
evento por ningún motivo si hubiese podido estar allí.

Había equipos de televisión de todo el mundo que habían llegado a Cuba
días antes, tras crecientes especulaciones de que Castro haría su
reaparición triunfal el Día del Trabajador. Y estar presente le hubiese
dado a Castro un podio inmejorable para atraer la atención mundial a su
nueva cruzada para lograr que las Naciones Unidas condenen a los Estados
Unidos por la reciente liberación provisional del presunto terrorista
anticastrista Luis Posada Carriles.

La reaparición de Castro - incluso si sólo hubiera estado presente para
observar el desfile en silencio por unos minutos- no sólo hubiera
marcado su retorno victorioso del umbral de la muerte, sino que también
hubiera inyectado nuevos bríos a su régimen.

Después de semanas de esfuerzos infructuosos de Cuba y Venezuela por
convertir la liberación bajo fianza de Posada Carriles en una causa
universal, la reaparición de Castro le hubiese ayudado a instalar el
caso en la agenda internacional.

¿Por que le hubiera interesado tanto eso? Porque la internacionalización
del caso Posada Carriles le hubiera ayudado a revertir su imagen de
dictador decrepito en la mayor parte del mundo moderno, y le permitiría
presentarse una vez más cómo un valiente David luchando contra un
malvado Goliat.

Castro siempre ha tratado de proyectar la imagen de victima como una
forma de justificar su dictadura, y seguramente es la imagen con la que
le gustaria ir cabalgando hacia el horizonte en el tramo final de su vida.

En las últimas semanas, Castro y algunos de sus aliados más cercanos
habían elevado las expectativas de su reaparición el 1 de mayo.

En un artículo del 11 de abril en el diario oficial del Partido
Comunista de Cuba, Granma, y titulado Reflexiones del Comandante enJefe,
Castro había convocado a los cubanos a asistir a la marcha del Primero
de Mayo - como si muchos tuvieran la opción -para protestar la
liberacion bajo de fianza de Posada Carriles en los Estados Unidos.

Según dijo Castro en ese artículo, la decisión de una jueza de liberarar
bajo fianza a Posada Carriles había sido tomada por ''instrucciones'' de
la Casa Blanca. Cuba ha acusado a Posada Carriles de ser uno de los
autores intelectuales de la explosión a bordo de un vuelo de Cubana de
Aviación que mató a 73 personas en 1976, y de un bombazo en La Habana
que mató a un turista italiano en 1997.

En su artículo de Granma, Castro dijo que la marcha del primero de mayo
''sería el día ideal'' para que el pueblo cubano mostrara su oposición
al ''terrorismo'' de Bush, y a la negativa de Estados Unidos de
extraditar a Posada Carriles a Venezuela, que ha pedido su extradición
por el acto terrorista de 1976.

Simultáneamente, la prensa oficial cubana divulgó fotos mostrando a un
Castro más saludable, haciendo aumentar las especulaciones de qué su
reaparición era inminente.

Poco después, el presidente boliviano Evo Morales dijo que Castro
''seguramente'' aparecería en el desfile del 1 de mayo. El presidente
venezolano Hugo Chávez había afirmado anteriormente que Castro ya estaba
''caminando, casi trotando'', y que el presidente vitalicio cubano había
retomado el control de la mayoría de las funciones del gobierno.

Mi conclusión: no soy un médico, ni tengo forma de saber si Castro tiene
una enfermedad intestinal, o el mal de Parkinson, o ambas cosas, o si
está enfermo de muerte, o si por el contrario logrará recuperar su salud
y reaparecerá en el futuro.

Pero como observador político, no me cabe duda de que Castro no se
hubiera perdido la oportunidad de aparecer en el desfile del 1 de Mayo
-y atraer la atención mundial sobre el caso Posada Carriles - ni por un
millón de petrodólares si hubiese podido estar presente.

Por ahora, todo parece indicar que Castro está mal, y que sólo esta
''trotando'' en la mente de Chávez.

http://www.elnuevo.com/210/story/36242.html

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