España, el tercer país emisor de turistas hacia Cuba, parece haber
cambiado de gustos en esa materia. Según el diario de Miami El Nuevo
Herald, la cifra de turistas españoles en Cuba ha bajado hasta un 45%.
Un barco de Pullmatur viajaba semanalmente a La Habana para recoger
turistas llegados en vuelos desde Madrid, pero la firma se vio obligada
a cortar sus negocios en Cuba debido a las restricciones del embargo
comercial de Washington.
XORNAL I Miami.- La primera alarma saltó a finales del pasado año,
cuando las cifras oficiales del Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur)
reflejaron una caída sustancial en el número de visitantes a 2,2
millones. En el 2005, 2,3 millones de turistas habían visitado la isla y
las autoridades del sector llegaron a pronosticar un alza en 2,5
millones para el 2006.
El declive comienza ya a tornarse preocupante en el arranque del
presente año, que se considera temporada alta para el turismo en la
isla. Los indicadores de enero y febrero marcan una caída general del 7%
con relación al mismo período de 2006. Los mayores descensos fueron en
febrero (un 13%) y entre los viajeros provenientes de España (un 45%),
históricamente el tercer emisor turístico hacia Cuba. Incluso Canadá,
cuyos 604.000 viajeros anuales constituyen el mayor grupo visitante,
experimentó un sorprendente descenso del 3% en los dos primeros meses de
2007.
¿Motivos de la debacle? Según El Nuevo Herald, las autoridades cubanas
atribuyen la curva decreciente a factores que van desde el
encarecimiento de los pasajes aéreos por el precio del petróleo y el
alza del euro frente al dólar, hasta el mal recuerdo de la violenta
temporada ciclónica del 2005 en el Caribe. También se menciona que las
restricciones de viajes familiares a Cuba impuestas por la
administración de George W. Bush en el 2003, han causado la pérdida
anual de unos 70,000 viajeros desde Estados Unidos.
En cuanto a la notable depresión en el turismo español, los funcionarios
del Mintur la vinculan con la suspensión de tres vuelos semanales del
fletador Iberojet y la venta de la línea de cruceros Pullmantur a la
firma estadounidense Royal Caribbean Cruises, con sede en Miami. Un
barco de Pullmatur viajaba semanalmente a La Habana para recoger
turistas llegados en vuelos desde Madrid, pero la firma se vio obligada
a cortar sus negocios en Cuba debido a las restricciones del embargo
comercial de Washington.
PROBLEMAS OCULTOS.- Documentos internos obtenidos por El Nuevo Herald,
expertos independientes y trabajadores vinculados al sector turístico
dentro de la isla confirman que a las razones mencionadas por los
representantes del Mintur se suman otros problemas de fondo que no han
salido a la luz. "La estructura creada durante años en la industria
turística se está desbaratando a pedazos", dijo un empleado de la
dirección del Mintur.
La fuente indicó que existe mucho descontento con la forma en que el
ministro Manuel Marrero Cruz y una cúpula de directivos nombrados bajo
su mandato están determinando la estrategia turística del país. Marrero,
ex presidente del Grupo Gaviota y hombre de confianza del ahora
gobernante interino Raúl Castro, fue nombrado al frente del Mintur en
febrero de 2004 tras la destitución de Ibrahim Ferradaz, quien se vio
implicado en un escándalo de corrupción del Grupo Cubanacán.
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