2007-04-04.
Heriberto Portales Rodríguez, Presidente del Partido del Pueblo Cubano
Ortodoxo
En el mundo actual, preñado de ideas globalizadoras, liberales,
socialistas y hasta de fundamentalismo religioso, hay un concepto cuya
definición es conocida por todos y a su vez es violado por todos: los
derechos naturales del individuo.
No hay un solo capítulo de la historia de la humanidad donde la
violación de las libertades y derechos individuales no esté asociado a
las grandes catástrofes sociales (guerras, crisis económicas, hambrunas,
filosofías segregacionistas, dictaduras, etc.) que se han tenido que
enfrentar.
No es menos cierto que a partir de 1948 se han visto adelantos en este
sentido (respeto y defensa de los derechos humanos) a pesar de que se
han tenido como obstáculos situaciones culturales, políticas, económicas
y hasta de tipo religioso.
Sin embargo, los logros obtenidos en este sentido no pueden ni deben
llevarnos a la euforia porque es más lo que queda por hacer que lo que
se ha logrado realizar. Aún abundan más las "frases hueras" maquilladas
por la retórica que los resultados, ya que aunque no se quiera
reconocer, la ausencia de unidad de criterios y acción para darle
solución a algunos problemas persisten.
Como bien afirmó F. Engels (y lo traigo a colación porque viene al caso)
".... no basta con que se clasifique a un cepillo de botas entre los
animales mamíferos, para que en él broten glándulas mamarias". Esto en
el contexto actual significa que, no es suficiente convertirse en un
defensor de los Derechos Humanos (de palabra) para que estos dejen de
violarse (de hecho).
Los argumentos en este sentido son tantos que no es necesario
enumerarlos, pero la realidad demuestra que mientras hay gobiernos que
reconocen que en sus países se violan los derechos naturales, pero están
luchando para mediante una equidad legislativa revertir y eliminar esta
situación; hay otros que al contrario niegan la existencia de cualquier
tipo de violación (la más mínima) y algunos llegan al absurdo de no
querer oír hablar (ni hablar ) sobre nada que se refiera a este tema.
Esta diversidad impone más el establecimiento de una unidad de acción
que una unidad de criterio; son millones los individuos en el mundo que
aún esperan que sus derechos sean reconocidos y respetados.
Estamos en el año 49 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. Hagamos un mejor uso de la razón, la justicia y la tolerancia,
y tratemos de llegar a su 50 aniversario con un orden social y político
más justo. La humanidad así lo espera.
No comments:
Post a Comment