EL COLOR DE LA INOCENCIA

EL COLOR DE LA INOCENCIA
2007-03-27.
Yosvani Anzardo Hernández, Periodista Independiente

26 de marzo de 2007. Holguín, Cuba – Viene el apóstol y de su mano, la
mía. "El amor madre a la patria/ no es el amor ridículo a la tierra,/ ni
a la hierba que pisan nuestras plantas;/ es el odio insensible a quien
la oprime,/ es el rencor eterno a quien la ataca..."

A veces verla, es como beber un sorbo de lágrimas en una copa de
Bohemia. Resulta cruel, pero es humano.

Este es el tenue reflejo de lo que se siente al mirarla. Que la timidez
de estas montañas corra con el cauto, si al llegar al mar, arrastra
consigo el dolor de tanta gente. Que el golpe de quien debiera ser mi
hermano, quiebre mis manos y rompa mi lengua, si con ello doy alivio por
un día a mi pueblo encarcelado.

Es mi niña, fiel el reflejo de una gotita de mi patria.

Si esta pequeñuela, como diría el maestro, con "pies que caben en sólo
un beso", ha de sufrir el arrojo y la dignidad de sus padres, ¡sea!, si
con ello nace en todos al fin, el temor a la vida en oprobios y une las
partes desechas del amor común por esta tierra.

Si la vulnerabilidad de su personita, alimenta las ansias de venganza
del despiadado enemigo, ¡sea!, si con su odio y cobardía nace el amor
del ignorante y vuelve valiente al cobarde.

Si la limpieza en la mirada de quienes dan vida al futuro hace
deshonesto a los perdidos, ¡sea una y mil veces!, el castigo a los
traidores la perdida del camino que nos ha de llevar al recuerdo digno
de los que detrás vienen.

Lorena Llanos Meriño, nació en el ceno pacífico de una Cuba convulsa y
oprimida. Su risa espontánea y explosiva destroza la maldad y abre los
puños cerrados frente al abuso de quienes se creen dueños hasta del
pensamiento de los cubanos, y a quien aún sin merecer nuestro perdón,
hoy le damos la oportunidad de ganarlo.

Tiene su pielcita el color de la verdad que engalana a los héroes y
trasluce la humildad.

No es el odio a un hombre lo que aspiro, es a la guerra indetenible
contra quien nos odia y hace de sus miserias humanas, lanza punzante en
el costado de un pueblo maniatado.

Lorena crecerá entre las sábanas de su bandera, con el escudo en la
siniestra. El pecho expuesto al amor de los cubanos. En la diestra una
espada de mariposas esparciendo libremente el aroma de nuestros campos
por el mundo; y en el corazón, la firmeza y gallardía con que se funde
nuestra real palma a la tierra santa donde hemos nacido y donde a morir
vamos.

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Nota de Misceláneas de Cuba: Agradecemos al compatriota Pablo Rodríguez
Carvajal, director del sitio www.payolibre.com el envío del anterior
artículo.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=9509