Extranjeros de La Habana
2007-02-23. Editora de LiberPress
Gaby Sarduy
"¡Al poeta, despídanlo!, Ese no tiene aquí nada que hacer.
No entra en el juego. No se entusiasma. No pone en claro su mensaje...."
Heberto Padilla ( "Fuera de Juego")
Buenos Aires, 23 de febrero, de 2007.- La expulsión de los
corresponsales extranjeros acreditados en Cuba: Gary Marx, del "Chicago
Tribune", Steppens Gibbs, del servicio mundial de la BCC de Londres. y
César González Calero, de "El Universal" de México, no hace más que
probar una vez más que el régimen totalitario que ejerce el poder en la
Isla no está dispuesto a ningún tipo de cambio ni apertura.
La tiranía comunista lleva ya casi 50 años en el poder y ha demostrado
sobradamente durante todo este tiempo que no tolerará disensiones de
ninguna especie en la población.
Las continuas violaciones de los derechos civiles, el creciente número
de prisioneros políticos y el trato cruel e inhumano que éstos reciben,
el acoso sistemático de grupos parapoliciales -avalados por el estado
terrorista- para amedrentar a los ciudadanos que conforman la oposición
pacífica; son apenas algunos ejemplos de la oscura realidad de la
tristemente "aberrante" revolución, de la que todavía demasiados
intelectuales, artistas y políticos son cómplices.
El problema del régimen cubano con el periodismo es claro y sencillo de
resolver en un sociedad abierta y democrática: allí la Prensa es
independiente y se convierte en garante de la libertad de los ciudadanos
pues ejerce libremente su función de informar pero también de cuestionar
al Poder.
Pero los funcionarios cubanos conocen bien los peligros que entraña para
una tiranía la trasmisión de la Verdad - "Conoceréis la verdad y la
verdad os hará libres" (Jn 8, 32)- y por eso no desea que bajo su égida
sobrevivan los periodistas comprometidos que cumplen a cabalidad con su
función.
La tiranía cubana pretende en cambio que los periodistas, también los
extranjeros, se conviertan en "Voceros" de su propaganda de gobierno,
todo lo contrario de lo que un periodista es por definición. Los voceros
gubernamentales, son por definición eso mismo, "la voz del gobierno" que
los contrata y cumplen su función al trasmitir los mensajes del poder
hacia la sociedad. Su compromiso no es con la verdad ni con la libertad
de información, tampoco interpretan ni opinan como sí hacen los
periodistas en el mundo libre y por ultimo, no cuestionan el poder, pues
son parte de la estructura del poder, son sus empleados.
Cuba es un país donde un periodista independiente puede ser encarcelado
por 30 años por ejercer su función de informar con la aplicación de la
tristemente célebre "ley Mordaza" y donde la prensa extranjera es
expulsada si brinda informes "negativos" de la situación de la Isla. Un
país que persigue la colocación de antenas de televisión, acosa a
bilbiotecarios independientes y criminaliza el uso libre de la Internet.
Cerrada la puerta de la información hacia adentro y hacia afuera de la
Isla, quedan los cubanos siempre abandonados a su suerte y merced de sus
verdugos.
LiberPress quiere hacer constar su protesta por la arbitrariedad del
régimen castrista para con los corresponsales extranjeros, expresar
públicamente su solidaridad a cada uno de los señores periodistas
expulsados de Cuba y pedirles que no dejen de informar con la verdad,
desde donde sigan con su tarea, sobre la terrible situación y la falta
absoluta de libertades en la Isla.
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