Wednesday, February 28, 2007

Cien Horas de Profesionalismo

Cien Horas de Profesionalismo
2007-02-26.
Juan Mario Rodríguez, Corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba

El periodista Ignacio Ramonet ha cumplido profesionalmente al conversar
con el gobernante cubano, cuyo resultado es el libro Cien horas con
Fidel,que posteriormente a su publicación fue revisado y enriquecido por
el convaleciente aludido.

Ramonet nos ha regalado un documento que descubre la personalidad del
caudillo en sus propias palabras. "A veces los amigos de un hombre lo
perjudican más que sus enemigos".
En el capítulo 25, Cuba hoy, por ejemplo, el comunicador francés le
arranca a Castro confesiones que opugnan el discurso y la propaganda
tradicional del gobierno comunista de la isla.

El comandante en jefe declaró que "hoy nuestra atención se concentra en
la lucha contra el terrorismo, en la lucha contra el espionaje" entre
las principales preocupaciones que como jefe de estado tiene
actualmente. Hay que recordar la forma despectiva con que los medios de
comunicación del país, poseídos por el gobierno, manipulan la lucha que
está librando Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre
del 2001 y el desmantelamiento de la Red Avispa infiltrada por la
inteligencia cubana en territorio estadounidense, que ha dado a luz a
una costosa campaña exigiendo la liberación de los cinco miembros que se
declararon inocentes luchadores contra el terrorismo.

"¿A usted le irrita particularmente la acusación de violación de los
derechos humanos que regularmente se formula contra Cuba?"pregunta más
adelante Ramonet, a lo que Castro comenzó respondiendo "que no hay un
país con un historial más limpio en materia de derechos humanos que
Cuba". Sin dudas, la más indigna aseveración de cuantas se han escuchado
al culpable ejecutor de los paredones de fusilamiento de principios del
año 1959, del encierro de miles de opositores políticos y de otros
tantos desaparecidos en el estrecho de la Florida cuando huían hacia la
libertad.

Otro aspecto de gran interés en éste capítulo es la respuesta que el
comandante dio al periodista cuando se interesó si le molestaba ocupar
un lugar importante en el contenido de los medios informativos: "Mire,
le voy a decir lo siguiente: contrariamente a lo que algunos piensan, yo
no aparezco mucho en público. No tengo costumbre de salir en el
noticiero de televisión cada día, y pueden pasar hasta quince días sin
que aparezca en los medios de prensa una noticia relacionada conmigo".
Esa, con seguridad, no la esperaba nadie, pero lo dijo y el periodista
cumplió con plasmarla.

Casi al final del capítulo, Castro declaró enfáticamente que "no creo
que en los Estados Unidos pueda instaurarse un régimen fascista…, pero
el pueblo norteamericano cuenta con determinadas instituciones,
tradiciones, valores educativos, culturales y políticos que harían
aquello casi imposible". ¡Contradicciones!

Esas y otras tantas notificaciones conforman Cien horas con Fidel,
existentes para que cada quien saque sus propias conclusiones. Ladeando
las apologías de Ramonet, merece las palmas el comunicador por sobre
aquello de que, a veces, uno no sabe para quien trabaja.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=8880

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