Tuesday, January 02, 2007

Sin noticias para el pueblo

SOCIEDAD
Sin noticias para el pueblo
Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba - Diciembre (www.cubanet.org) - Gracias a filtraciones
de prensa en Barcelona, el mundo se inundó de la noticia sobre la salud
de Fidel Castro, pero pasados muchos días el pueblo cubano y
posiblemente los dirigentes intermedios desconocen las contundentes
informaciones emitidas por el Dr. José Luís García Sabrido, jefe de la
Unidad de Cirugía del Hospital Público "Gregorio Marañón" de Madrid.

El 21 de diciembre el eminente galeno español viajó subrepticiamente a
La Habana en avión especial para asistir al Comandante, informaron los
medios de prensa internacionales. Consulta muy prioritaria para la
época, pues el galeno y su familia seguramente se habían preparado para
los festejos navideños. La importancia del personaje y su caso
postergaron Noche Buena y Noche Vieja, o quizás fueran agasajados
exquisitamente del lado de acá del Atlántico, donde el pueblo desde hace
decenios perdió por decreto las Navidades y ahora, aunque un poco más
distendido, apenas tiene posibilidad de alegrarse en familia, y mucho
menos dinero ni deseos para jolgorios.

El primer informe médico con credibilidad no es merecido por los seres
cuyas vidas han sido dirigidas durante estos 48 años por el presidente,
y que puede determinar su futuro. No lo emiten los especialistas
nacionales. Sólo los muy escuetos partes adjudicados al mismo enfermo y
aseveraciones de autoridades, sin que el convaleciente aparezca siquiera
en fotos, mantienen en el limbo a los cubanos.

Pero los privilegios conferidos a los extranjeros son tan enormes que
constituyen presentadores o voceros autorizados, como el diputado
argentino Sr. Bonazo, el presidente venezolano Coronel Chávez y ahora el
Dr. García. Ni siquiera los dirigentes del equipo provisional reciben
permiso para informar sobre su salud más allá de referencias vagas
asegurando que se recupera y volverá, pero que casi nadie cree.

Se sabe, gracias al Dr. García, que el comandante no padece una
enfermedad maligna, pero que ha tenido complicaciones postoperatorias,
que pudiera demorar su recuperación y que quizás se reincorpore al
mando, si el paciente lo decidiera. Sin embargo, en Cuba no se informa
del viaje privado, el envío de medicinas y equipos adquiridos por el
gobierno isleño, que en España ha ocasionado gran revuelo y controversia
política durante muchos días.

Realmente es lógico que se considere adecuado corresponder a la
solicitud para atender al enfermo anciano mandatario cubano porque en
cualquier parte del mundo se viaja para recibir u ofrecer atención
médica de alta calificación. No obstante, este caso es único por
diversos motivos. La enfermedad de este paciente tan especial ha sido
decretada por él mismo "secreto de estado". Siempre se ha vanagloriado
de que Cuba posee el mejor sistema de salud pública y los mejores
especialistas del mundo, quienes están esparcidos al alcance de todo el
planeta, en detrimento de la población nacional con crecientes
dificultades para encontrar un médico disponible ni qué decir de
medicamentos.

Además, España tiene tantos problemas… allí hay tantos analfabetos
funcionales, la educación es tan deficiente y todo se cobra, según
algunos discursos y los analistas de las Mesas Redondas de la televisión
cubana. Pero oportunamente y para sorpresa de muchos, los principales
partidos políticos, incluso los más vilipendiados por las autoridades de
Cuba, coinciden en la justeza de tender una mano al seriamente necesitado.

Es esa una muestra de civismo y respeto a los derechos humanos, que
debería llevar a la reflexión a quienes ni siquiera permiten el acceso
de un médico extranjero y la Cruz Roja Internacional a las cárceles
cubanas, quienes lo hacen para ocultar el deplorable estado de esas
instalaciones, el hacinamiento, las malas condiciones higiénicas, la
magra alimentación putrefacta y la muy deficiente asistencia médica.

Es esta la oportunidad para liberar a todos los prisioneros de
conciencia de la Primavera Negra del 2003 y Julio de 2005, inmediata e
incondicionalmente, así como a los demás reos políticos pacíficos. No se
haría justicia si sólo se concedieran licencias extrapenales por motivos
de salud, con la espada de Damocles de la posibilidad de ser retornados
al calabozo por cualquier cambio de parecer. No convencería a nadie la
excarcerlación según convenio parcial o criterio arbitrario de las
mismas autoridades que los llevaron a prisión con acusaciones falsas y
juicios sin garantías.

Para comenzar una nueva etapa en la historia de un país, como es el
caso, se debería hacer con el propósito de servir al pueblo y honrar el
privilegio que le ha tocado, de lo contrario sólo se prolongaría el
sufrimiento injusto y se alcanzaría el desprecio no la gloria.

http://www.cubanet.org/CNews/y07/jan07/02a9.htm

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