2007-01-02
Oswaldo Yáñez, Periodista Independiente
Ciudad de La Habana. A dos de enero del año de la inminente Libertad
para los Cubanos. Según informa el Confidencial Digital, una web
española, se han desatado los rumores de que Fidel Castro se encontraría
en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
"Es sólo un rumor. No tiene ninguna confirmación. Pero lo cierto es
que ha circulado en ambientes muy restringidos. El rumor es éste: Fidel
Castro se encuentra en España, donde, con el máximo secreto, está siendo
tratado de su enfermedad.
El rumor que le llega a El Chivato –y como tal se recoge en las
páginas de El Confidencial Digital- es que el avión que trasladó al
médico José Luis García Sabrido a Cuba trajo a España, en el vuelo de
vuelo de regreso, al mismísimo Fidel Castro, para ser tratado en nuestro
país de manera más efectiva.
Según esas informaciones, el dictador cubano habría sido ingresado
en el Hospital Gregorio Marañón, donde trabaja el citado doctor, en una
zona totalmente restringida. Solamente le estaría viendo y asistiendo
una religiosa especializada en enfermería, que garantizaría la máxima
reserva.
Por si fuera poco, ayer, Fidel Castro difundió un mensaje de fin de
año a los cubanos en el que dice que su salud "no es una batalla
perdida", y afirma que se encuentra sometido al cuidado de "médicos
españoles".
La cadena de televisión Telecinco, también en España, ha dado iguamente
la noticia y se ha desatado la caza del comandante. Ya todos los que
tienen un contacto en el hospital intentan confirmar que el galeno
español trajo un equipaje que no pasó por la aduana.
Mis contactos en Madrid sólo han podido constatar, in situ, que existen
unas salas que habrían sido recientemente reformadas y que se encuentran
cerradas al público. Sería el escondite ideal para el enfermo.
Hay una manera cierta de comprobar si Castro está en España. La
Audiencia Nacional, con sede en Madrid, se declaró competente para
enjuiciar los crímenes de lesa humanidad, genocidio y las vulneraciones
a los derechos humanos fundamentales.
Como Fidel Castro ordenó la muerte de decenas de españoles, en la
primera época de la revolución cubana, cualquier asociación puede
presentar una querella criminal contra el tirano y será la policía, por
orden de un juez español, la que compruebe el rumor.
Solo un pequeño detalle, hay que comprobar que ni el Juez Garzón, ni el
Juez Del Olmo están de guardia porque el color rojillo de ambos les
llevaría a no aceptar la querella. Salvado este pequeño obstáculo,
Castro podría correr la misma suerte que Pinochet: ser perseguido por la
justicia española en vida.
Ad utrumque paratus.
Preparado para todo.
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