Thursday, January 04, 2007

El medico que viajo a Cuba

Publicado el 4 de enero de 2007 a las 00:27 horas

El médico que viajó a Cuba…
Miguel Massanet (Barcelona)

Estos días pasados ha saltado la noticia. Un médico español fue
requerido por Raúl Castro para que visitara a su hermano Fidel. Hasta
aquí nada anormal, aunque es cierto lo que dijo la presidenta de la
comunidad madrileña, doña Esperanza Aguirre, al comentar que en un país
que ha hecho bandera de tener la mejor asistencia médica de todo el
hemisferio boreal tener que recurrir a la ayuda de otro país para tratar
al jefe del estado suena, como mínimo, a chocante. Pero ya sabemos que
en estos paises de corte comunista, al estilo calcado de la Rusia del
señor Stalin, la propaganda juega un papel primordial, por eso es por lo
que no nos cansamos de repetir la ventaja que tienen las izquierdas en
nuestra nación cuando se trata de hacer correr bulos que la favorecen.
Bien, pues como decía, no tiene mayor importancia que un insigne doctor
español acuda a prestar sus servicios médicos al convaleciente dictador
cubano. Pero una cosa es que este señor nos diga que este servicio lo ha
prestado a nivel particular y otra es que luego, a bombo y platillos,
convoque una reunión de prensa para esparcir a los cuatro puntos
cardinales sus opiniones sobre el estado de salud del señor Fidel Castro.

Una de dos: o se presta un servicio privado a un paciente y se mantiene
la boca callada guardando el sacrosanto juramento Hipocrático y aquí paz
y alla gloria o, y esta es la cuestión importante, se aprovecha para
lanzar un mensaje propagandístico en el que se afirma que el dictador
está como una rosa y que de aquí a dos días podrá continuar su eficaz
labor de acogotar a la oposición y mantener su férreo dominio sobre todo
el pueblo cubano. No, doctor, su visita no se puede considerar privada
desde el momento en que ha lanzado las campanas al vuelo dándole una
inyección de oxígeno a la dictadura cubana, muy probablemente concertada
con las autoridades de la isla.

El afán de protagonismo y seguramente su ego personal le han jugado una
mala pasada al querer rentabilizar su innegable protagonismo en este
affaire, querido doctor, y lo más probable es que haya supervalorado su
capacidad política; que lo uno no tiene nada que ver con lo otro.

En cualquier caso, mire por donde ha conseguido usted llamar la atención
sobre su persona y, al mismo tiempo, darles un disgusto a los cientos de
miles de refugiados cubanos que residen en Estados Unidos y otros
países, que tuvieron que abandonar la isla para intentar ser libres y
evitar ser masacrados por el régimen de la persona a la que usted tan
"humanitariamente" a ayudado a curar. Como siempre, en este mundo de
paradojas no todo es blanco o negro, sino que todo depende del color del
cristal con el que se mira. Usted seguramente lo ve rojo y yo, en
cambio, lo veo azul ¡mira por donde!

http://www.diariosigloxxi.com/noticia.php?id=19741

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