POLITICA
La Sociedad Civil en su laberinto (II)
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba - Diciembre (www.cubanet.org) - Entre los actores de la
Sociedad Civil más combatidos por el régimen de Fidel Castro en sus
orígenes están sin lugar a dudas las confesiones religiosas, y entre
ellas, en lugar cimero, la Iglesia Católica.
Luego de décadas azarosas de ateísmo y templos vacíos, sucedió lo que
parecía imposible. Todo dio un vuelco dramático al principio de los 90.
A partir de ese momento, los templos católicos comenzaron a verse
concurridos. Lo principal fue que este renacimiento lo hicieron posible
feligreses de todas las edades, fundamentalmente jóvenes.
Aunque la Iglesia Católica cubana ha bordeado con sin igual habilidad
los escollos políticos, ha conseguido dejar sentada una posición. Es
desde esta posición que hace una contribución inestimable a una eventual
transición, sin comprometer los espacios de participación social tan
duramente logrados.
De todas las confesiones cristianas, es la que ha logrado definir una
postura más digna. Puede decirse que la institución en su conjunto, optó
por la integridad. Determinadas concesiones hechas, pueden considerarse
como veleidades personales de algún que otro vicario asustado y esto a
un nivel estrictamente personal. La Iglesia es eterna, los hombres no.
La Iglesia Católica Romana, -la salvedad es necesaria dada la presencia
de una Iglesia Católica Ortodoxa Griega- realiza el trabajo social más
importante, entre todas las ONG que actúan en Cuba en el presente. Es la
más activa en su interrelación con el pueblo. Su labor y su servicio se
hacen palpables en sanatorios, cursos gratuitos que se imparten sin
exclusiones, comedores para los más desfavorecidos y un amor y un
servicio ilimitados, volcados sobre la comunidad.
No obstante en Cuba, el catolicismo no es la confesión predominante. A
pesar de esto, es la más políticamente coherente. Esta es una de las
paradojas de que está llena la historia contemporánea de Cuba. Al
elemento activo católico, podría enmarcársele en una Democracia
Cristiana con fuertes pinceladas Social Demócratas. Por ahí va su
laicado actual, en el futuro, las posiciones podrán cambiar, pero la
orientación predominante no.
El resto de las confesiones religiosas, se debaten en las
contradicciones del más absoluto oportunismo. Tanto las confesiones
cristianas protestantes, entre las que se cuentan algunas que son
notorias por su colaboracionismo y adulonería al régimen. Como otras de
orientación afrocubana, todas penetradas por agentes de influencia, que
marcan una vergonzosa pauta de colaboracionismo.
En este sentido, y como botón de muestra de lo que exponemos, ahí están
las asociaciones de babalaos o sacerdotes de Ifa. Una pro gubernamental,
la otra independiente. La pro gubernamental recibe recursos, la
independiente no. Ambas elaboran la llamada Letra del Año. Una de las
letras responde a las necesidades del gobierno, a veces en una forma que
algunos califican como escandalosa. La otra mantiene su independencia y
esto afirma su credibilidad.
El resto de las confesiones y otras vocaciones por lo milagroso están
desgranadas en una amplia y vario pinta gama de opciones. Desde
budistas, espiritistas, seguidores del Cuarto Camino de Ouspensky y
Gourgieff, rosacruces, teólogos, nahuales, la secta Bahai, los cultores
de Vudú y últimamente musulmanes promovidos por la embajada de Irán en
La Habana.
Todos estos actores se mueven sin estructuras organizativas visibles. De
forma individual, no pueden en justicia ser considerados factores de una
Sociedad Civil con conciencia de ello.
Recientemente, en este año 2006, que va haciendo mutis, el Comité
Estatal que se ocupa de la colaboración y los contactos con el
extranjero promulgó una normativa muy significativa. La Resolución 15 de
2006 prohíbe a las ONG cubanas ser receptoras de ayuda extranjera. ¿Es
necesario decir más?
En su momento fue vista por muchos como una medida dirigida de forma muy
especial contra la Iglesia Católica. En realidad es otra vuelta de
tuerca que la dictadura militar emprende contra el fantasma representado
por el surgimiento de una Sociedad Civil que se salga de su control.
La dictadura militar de Fidel y Raúl Castro siempre ha jugado sucio
contra el pueblo de Cuba. Frente a las leyes y edictos delirantes que de
forma irresponsable promulgan, se opone una oposición desarticulada que
surge de la más raigal entraña popular.
Bloquear a la Sociedad Civil y su desarrollo, es desde hace mucho una de
las más importantes prioridades del régimen militar. Es por esto que se
emplean a fondo contra la oposición interna, contra las bibliotecas
independientes y contra la prensa independiente de Cuba. Las dos últimas
son los dos grupos civiles que cumplen sus funciones ostensibles de
forma regular y sistemática, cada día y represión mediante.
gonzafeb@yahoo.com
http://www.cubanet.org/CNews/y06/dec06/05a8.htm
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