¿Por Qué Los Amigos Solidarios Norteamericanos Sólo Tienen Ojos y Oídos
Para la Cuba oficial?
2006-11-01
Miriam Leiva, Periodista Independiente y Dama de Blanco
27 de octubre de 2006. Ciudad de La Habana.
Con gritos, pancartas, banderines y pósters, norteamericanos,
canadienses y cubanos recorrieron las calles de Washington DC hasta la
Casa Blanca, el pasado 23 de septiembre. En la televisión cubana se
habló de miles de personas en la "capital del imperio", pero sólo
mostraron fotos donde la manifestación no parecía significativa.
Los organizadores de la algarabía fueron Andrés Gómez, dirigente de la
Brigada Antonio Maceo; Gloria la Riva, de la Coalición Answer; y el
reverendo Lucius Walker, de Pastores por la Paz, entre otros. Luego se
dirigieron al Campus de la Universidad George Washington para charlas y
más demandas.
Estas personas prácticamente tienen en La Habana su segunda residencia y
realizan campañas propagandísticas por todo Estados Unidos, Puerto Rico
incluido. Se reúnen con altas personalidades del gobierno cubano, el
PCC, la Unión de Jóvenes Comunistas, y otras organizaciones; son
invitados del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP),
asiduos a las Mesas Redondas y los noticieros de la televisión cubana;
reclutan adeptos para sus actividades a favor del régimen y hablan
acremente sobre todas las instituciones de Estados Unidos.
Soy feliz con que puedan beneficiarse de la imperfecta democracia
yanqui. Aún no se ha visto la represión contra ellos y sus seguidores,
ni han sido encarcelados por criticar al presidente Bush, entre muchas
otras cosas, por tener "injustamente" presos a los cinco cubanos que han
sido acusados de espías y otros cargos. Por menos que eso, en la
perfecta democracia revolucionaria serían arrojados en un pestilente
calabozo y, como poco, cumplirían tres años por desacato. No recibirían
visitas de amigos nacionales ni extranjeros; tampoco podrían hacerse
fotos o cartearse con todo el mundo.
Conocidos han visto, algún domingo, a Andrés Gómez en la Iglesia Santa
Rita de Casia, tomando fotos y vídeos a las Damas de Blanco. Nunca se ha
identificado ni dirigido a ellas. Tampoco se ha constatado referencias
en sus exposiciones publicitarias, ni se sabe qué habrá hecho con esas
tomas.
Tampoco se ha visto a la humanitaria Gloria la Riva interesarse por
saber los argumentos de esas mujeres que desde el 30 de marzo de 2003
caminan obstinadamente por la Quinta Avenida de Miramar y otras calles
de La Habana, siempre seguidas por la Seguridad del Estado.
¡Qué decir del piadoso reverendo Lucius Walker! Ha recorrido desde
Canadá hasta México con los school buses —guaguas amarillas viejas—,
formando líos en la frontera de Estados Unidos con sus computadoras,
hasta que en 2006, para su asombro y frustración, no tuvo ningún
problema en pasar su preciada mercancía al lado mexicano.
Estas personas parece que sólo tienen ojos y oídos para la Cuba oficial,
la del totalitarismo y la represión. ¿Acaso no leyeron la Proclama del
Comité Organizador de la XIV Conferencia Cumbre del Movimiento de Países
No Alineados, donde quedaron suspendidas todas las actividades
deportivas, culturales y recreativas, y se prohibía el movimiento a
grupos de personas en extensas áreas de La Habana? No hubo opción para
utilizar otros lugares.
Parece que no saben que antes de iniciarse la XIV Cumbre del Movimiento
de Países No Alineados, "la advertencia" llegó a los párrocos de las
iglesias, en especial de la Quinta Avenida de Miramar, a quienes se
solicitó contribuir a que no hubiera ningún "desorden" en los
alrededores. Difícil circunstancia para sacerdotes y fieles, vigilados
dentro y fuera del templo por la Seguridad, entre ellos las Damas de
Blanco, quienes por esos días conmemoraban tres años y seis meses de la
arbitraria prisión de los 75 prisioneros de conciencia de la Primavera
Negra de 2003.
El padre lo dijo terminada la misa; incluso pidió que se saliera por la
puerta lateral, no por la principal de Quinta, que fue cerrada
abruptamente para que no hubiera duda, no se supo si por los agentes o
por fieles apresurados.
Los "solidarios amigos norteamericanos" seguramente desconocen que el 20
de marzo de 2005 las huestes de la Seguridad del Estado iniciaron una
nueva etapa en sus tristemente célebres actos de repudio, al lanzar a
más de 200 mujeres muy bien organizadas con pósters, banderas y
altavoces contra 30, repito 30, pacíficas e indefensas Damas de Blanco
en la Quinta Avenida de La Habana. La respuesta de dignidad fueron
cantos y rezos. Luego continuaron contra otras mujeres y contra la
oposición.
No muestran conocer, y no les interesa enterarse, que mujeres en todo el
archipiélago cubano son vigiladas y seguidas permanentemente, hasta
dentro de sus centros de trabajo; se les retira el carné de identidad
para que no puedan adquirir pasajes o para que sean acusadas de violar
las leyes por trasladarse sin ese imprescindible documento. Y cuando
burlan a los agentes de la Policía Nacional, a la Seguridad del Estado y
sus informantes, son bajadas de ómnibus y autos en ciudades, incluso, de
otras provincias.
En previsión de que las mujeres concurrieran masivamente a La Habana
para encontrarse durante la ceremonia para otorgar el Premio de Derechos
Humanos 2006 de Human Rights First a las Damas de Blanco, la vigilancia
y el acoso se incrementó. Muy débil y sin razón tiene que ser un régimen
que mantuvo sitiadas a indefensas mujeres, con sus hijos y ancianos,
desde la noche del viernes 13 hasta el lunes 16 de octubre. En la
provincia de Matanzas parece que deseaban ganar la emulación, porque en
esta ocasión fue la más destacada.
Alejandrina García de la Rivas, en el poblado El Roque, fue rodeada por
una cantidad tal de personas que ella pensó que algo muy serio estaba
ocurriendo en Cuba. Ya el sábado en la mañana su anciana madre tuvo que
ser ingresada en el hospital por elevación extraordinaria de la presión
arterial. A esas horas, Asunción Carrillo, en Colón, sufría similares
vejámenes. En ambos casos participaron los dirigentes de los respectivos
comités municipales del Partido Comunista, y movilizaron a personas
ajenas al vecindario.
¿Cómo es posible que en Cuba, el país más democrático del mundo según
sus dirigentes, presidente del Movimiento de Países No Alineados y
miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, se violen
tanto las libertades fundamentales y se aplique tanta tortura psicológica?
Seguramente los "cinco héroes" disfrutaron la "valentía" de sus
defensores por la televisión, Internet y las llamadas telefónicas a
familiares y amigos. No nos alegramos del sufrimiento ni de la prisión
de nadie; pero, ¿acaso ellos y sus mentores se han interesado alguna vez
por conocer las condiciones en que se encuentran los prisioneros de
conciencia y políticos cubanos; el hacinamiento, el hambre, las
enfermedades, la contaminación y la represión a que están sometidos, al
igual que la inmensa población de presos comunes?
Me pregunto si, con las condiciones existentes en Cuba, estos señores
que se benefician del imperfecto sistema democrático de Estados Unidos
también saldrían a la calle a exponer sus exigencias. Realmente no se
entiende. Parece que las historias se cuentan al revés. No se pueden
ligar panes y peces como si fueran lo mismo.
Señores solidarios, ¿algún día ustedes saldrán del molde? No unan el
embargo a otros asuntos. No jueguen con los sentimientos humanos. Por
esa senda, no están en el camino correcto. Aquí hay un pueblo que,
lamentablemente, ustedes no conocen. ¡Todos los demás también somos cubanos!
*****
Enviado a esta redacción por:
Comité Gestor
Solicitud del Premio Nobel de la Paz para Las Damas de Blanco de Cuba.
Mayda Cardín
(305) 613-7681
E-mail: nobeldamasblanco@bellsouth.net
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=7579
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