OLA REPRESIVA
Mujeres cubanas de hoy
Miriam Leiva
LA HABANA, 19 de octubre (www.cubanet.org) - Negra, en sus 50 años,
callada y con amplia sonrisa. Asunción Carrillo tiene ese porte sereno,
amistoso y apacible que trasladó a su hijo, Iván Hernández, el
entusiasta y laborioso opositor pacífico condenado a sólo 25 años de
cárcel durante la Primavera Negra de 2003.
Desde que Iván fue llevado arbitrariamente a prisión, Asunción viaja a
La Habana para participar en las actividades de las Damas de Blanco. El
viernes 14 de octubre tuvo el privilegio de recibir la visita de la
Segunda Secretaria del Partido Comunista del Municipio de Colón,
Matanzas, acompañada de un "deferente" séquito de representantes del
Poder Popular y organizaciones de masas. Le advirtieron que no podía
salir de su casa porque sabían que ella trataría de llegar a La Habana
para encontrarse con las "peligrosas" mujeres que celebrarían el
otorgamiento del Premio de Derechos Humanos 2006 por Human Rights First,
prestigiosa organización no gubernamental, esa tarde en Nueva York.
Como para que no quedaran dudas, alrededor de 50 personas movilizadas
entre estudiantes universitarios, trabajadores sociales y otros
permanecieron frente a su modesta morada. En la mañana del sábado,
Asunción salió a realizar sus habituales compras, pero iracundos
trataron de impedírselo, ante su decisión, le impusieron la presencia de
dos mujeres, seguidas de miembros de la Seguridad del Estado por
tiendas, mercado agropecuario e incluso dentro de la casa de la abuela
de Iván. Sólo el domingo por la noche, evidentemente cuando ya había
transcurrido el encuentro de las Damas en La Habana, levantaron guardia
frente a su puerta.
Los vecinos no habían participado en tan deleznables acciones, muchos
hasta llegaron a interesarse por la situación de Asunción. Sorprendió a
la población de Colón tanto alboroto y persecución a una indefensa
mujer. Desde ahora todo el pueblo la conoce, sabe quienes son las Damas
de Blanco y la inmensa represión a la que están sometidas.
En el poblado de El Roque en Perico, Alejandrina García de la Rivas,
esposa de Diosdado González Marrero condenado a 20 años, sufrió similar
acoso, y tres mujeres que de Matanzas se unen a las Damas como apoyo
fueron alertadas sobre las consecuencias de sus acciones.
En Sancti Spiritus, nuevamente Ysel Acosta, esposa de Blas Giraldo Reyes
condenado a 25 años de prisión, fue sometida a represión y prohibición
de viajar. Muchas otras permanecieron vigiladas y seguidas en todo el
archipiélago cubano.
Es imposible comprender como un gobierno que tiene todos los medios
represivos funcionando, tema tanto a un encuentro de mujeres, cuyas
únicas armas son gladiolos rosados en las manos y el dolor de la
injusticia en el corazón. Debe ser muy débil moralmente, cuando tiene
que maltratar en las prisiones a esos hombres cuyas convicciones no ha
podido doblegar. Las ofensas que ha debido enfrentar Iván Carrillo en la
cárcel El Pre de Santa Clara, van desde ser llamado Negro Mono por los
guardias hasta días crueles en celdas de castigo.
Sí, entre los 75 hay personas de todos los tonos, desde blanco cubano
hasta negro reluciente. Todos tienen una gran dignidad y son hermanos
sin distinción de raza, color, religión, opinión política ni origen
social. Igual sucede entre sus mujeres.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/oct06/20a9.htm
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