Posted on Thu, Oct. 05, 2006
CINE
'Cuba Libre' o el drama de la separación
El Nuevo Herald
ARTURO ARIAS-POLO
Cuba Libre será estrenada mañana en Miami en el Teatro Tower de la
Pequeña Habana como parte del Ciclo de Cine Cubano del Miami Dade
College. Dirigida por Juan Gerard, la película ostenta un elenco de lujo
encabezado por Harvey Keitel.
En la trama se evocan los recuerdos de un niño fanático del cine durante
los últimos días de 1958 en la ciudad oriental de Holguín, hasta que
abandonó la isla en compañía de su familia.
Es la historia del propio Gerard, que desde su regreso a Cuba en 1987,
quiso apresar las vivencias de su infancia en un filme.
''Me propuse recrear el paraíso perdido de mi niñez destruido por la
revolución cubana'', explica mientras espera el momento de conversar con
el público que asistirá a la proyección del Tower. ``Ahí está retratada
mi familia y el drama de la separación''.
El director es arquitecto de profesión. Fue crítico de cine y fundó el
Festival Internacional de Cine de Puerto Rico. Desde San Juan se
hicieron los contactos para filmar Cuba Libre, escrita y producida
conjuntamente con su esposa, la abogada Letvia Arza-Goderich.
''Regresé a Holguín en el 2001 con la idea de filmar allá'', revela.
``Fue como una pesadilla llena de desolación física y espiritual. Sentí
mucha tristeza cuando uno de mis antiguos compañeros de escuela me dijo
mirándome a los ojos: `Yo llevo cuarenta años sin soñar, ¡qué claro
estaba tu padre cuando te sacó de Cuba!''
Ante la negativa de Alfredo Guevara, director del festival de La Habana
en aquel entonces, Gerard tuvo que conformarse con realizar su proyecto
en Santo Domingo.
``Me propuse reunir un grupo de artistas que también incluyera los de
Cuba, donde lo mismo apareciera Enrique Almirante, un actor de allá, que
Reynaldo Miravalles, uno de acá. Entre los protagónicos figura Pedro
Rentería, el cura de la historia, fallecido hace pocos días''.
Ya para esa fecha Harvey Keitel había aceptado trabajar en el proyecto y
fungía como enlace entre el director y los inversionistas alemanes que
pusieron los $3 millones para la producción.
''El no me conocía'', recuerda, ``pero se fascinó con el humanismo del
guión que le envié a su oficina de Nueva York. Esa fue la misma razón
que movió al resto del elenco que aceptó trabajar por menos de lo que
suele cobrar. En el caso de Gael García Bernal, su interés por aparecer
junto a Keitel fue decisivo''.
Gerard explica que el rodaje transcurrió sin problemas y jamás hubo
ataques de divismo entre las estrellas.
''Todos colaboraron con el mejor espíritu'', sonríe. ``Fue como dirigir
un coro con cantantes de toda la vida''.
Hace un alto para destacar su experiencia con el pequeño Andy Méndez, al
que llegó gracias a Miravalles, después de haber buscado en Cuba y en
Los Angeles un niño con sus características.
El director destaca la participación de Derubín Jácome y Diana
Fernández, diseñadores de la producción y el vestuario.
''Nos entendimos desde el principio'', afirma, ``ellos sabían que la
película debía empezar con colores muy brillantes que reflejaran la
alegría del niño y luego fueran apagándose para transmitir su tristeza
ante el derrumbe de su familia''.
Según Gerard, lo más difícil en la realización de Cuba Libre fue
conseguir los derechos para incluir el pietaje de los filmes Julia y
Casablanca que aparecen durante la trama.
''Tuvimos que esperar más de un año por la autorización de Time
Warner'', revela, ``también Doris Day se demoró en aprobar el uso de su
imagen en las escenas de Julia. Algo parecido nos ocurrió con la canción
Perla Marina, destinada al baile de Harvey con Diana Bracho, que
sustituimos a última hora porque los hijos del autor Sindo Garay,
comenzaron a pedir desde Cuba una suma de dinero asombrosa. Al final, el
músico Edesio Alejandro, residente en la Isla, tuvo que componer otra
melodía''.
Cuba Libre se concluyó finalmente en el año 2003; desde entonces ha
competido en más de cincuenta festivales alrededor del mundo, ha
obtenido varios premios y se ha exhibido en treinta países.
Gerard nunca fue partidario de ponerle un título tan politizado; de
hecho bautizó su película con el nombre de Dreaming of Julia, pero los
productores exigieron Cuba Libre; y por culpa de una copia pirata que
salió desde México bajo el nombre de Cuban Blood, su obra ha tenido
dificultades para la exhibición comercial en Estado Unidos.
Gerard vive con su esposa en Los Angeles desde hace cinco años. Ahora
trabajan en su segunda película. Se trata de una adaptación de la novela
El cazador de monos de Cristina García. Una épica sobre los chinos que
llegaron como esclavos a Cuba en el siglo XIX que esperan filmar en
Vietnam, Shangai y Puerto Rico.
aarias-polo@herald.com
'Cuba Libre' (en inglés con subtítulos en español), Teatro Tower de la
Pequeña Habana (1508 S.W. 8 Calle). Desde mañana hasta el domingo a las
8:00 p.m. (305) 643-8706.
http://www.miami.com/mld/elnuevo/entertainment/fine_arts/15679470.htm
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