Monday, October 30, 2006

Bibliotecas en peligro

SOCIEDAD CIVIL
Bibliotecas en peligro

Luis Cino

LA HABANA, Cuba - Octubre (www.cubanet.org) - Una de las ramas más
activas de la sociedad civil, las bibliotecas independientes, corre el
peligro de ser blanco de la represión gubernamental.

Un reciente comunicado de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en
Cuba anunció su decisión de celebrar, a partir del día 10 de octubre, un
congreso de bibliotecas independientes. Para ello, solicitó el apoyo de
todo el movimiento opositor.

La celebración del congreso fue uno de los acuerdos de la histórica
reunión de los días 20 y 21 de mayo de 2005 en Río Verde. Su propósito
expreso era contribuir, mediante el apoyo a las bibliotecas, a la
educación de la opinión pública y la conformación de un movimiento
social pacífico capaz de generar el cambio democrático en el país.

La iniciativa de la Asamblea, pese a lo loable de sus intenciones, chocó
desde el principio con las aprensiones de los que temían que la
celebración del congreso podría desatar la represión del régimen contra
las bibliotecas y poner en peligro la misma supervivencia del proyecto.

Después de todo, los golpes represivos contra la Asamblea para Promover
la Sociedad Civil en Cuba no dejan lugar a dudas sobre las prioridades
represivas de la policía política contra la organización opositora.

El saldo de la demostración convocada por la Asamblea frente a la
embajada de Francia en julio de 2005 fue más caro para el movimiento
opositor que los resultados positivos que pudiera haber arrojado la
protesta. Desde hace más de un año guardan prisión, entre otros
disidentes, el abogado René Gómez Manzano, una de las principales
figuras de la Asamblea, y el periodista Oscar Mario González.

La líder de la Asamblea, Martha Beatriz Roque ha sido represaliada con
un acoso sistemático que ha incluido agresiones y golpizas en su propio
domicilio.

De entonces a acá, el panorama se ha complicado. La inédita situación de
incertidumbre creada por la delegación provisional de poderes a Raúl
Castro provocó una cautelosa respuesta por parte de los principales
líderes opositores.

Ahora, la celebración del congreso de bibliotecas por parte de la
Asamblea pudiera romper con resultados inciertos ese compás de espera.

Advertida de los riesgos, la concesión a la prudencia de la Asamblea,
fue imprimirle al congreso características sui generis. Se celebrará
entre el 10 de octubre y el 24 de febrero del próximo año y no tendrá
una sede fija, sino que se desarrollará paralelamente en varias
bibliotecas de todo el país bajo el lema "estamos en congreso por la
democracia".

La flexibilización del nuevo plan resulta insuficiente para impedir la
represión. Más bien, pudiera facilitarla.

Durante cuatro meses, la policía política, apoyada por las turbas
fascistas, podrá arremeter a su antojo contra bibliotecas y
bibliotecarios independientes. Muchas veces, en poblados del interior
del país, lejos de la vista de la prensa extranjera. Podrá así dar
pequeños golpes quirúrgicos para desembarazarse, sino de toda, al menos
de buena parte de uno de los sectores de la sociedad civil que mas
estorban a la propaganda y el adoctrinamiento oficial.

Lo dije en un artículo en enero. No me parece buena idea la celebración
del congreso de bibliotecas independientes. Menos en estos momentos. No
creo que sea conveniente desafiar al régimen por el mero hecho de
desafiarlo. Peor aún si el desafío implica arriesgar la existencia del
más importante proyecto para la formación de una cultura democrática en
la población.

Demasiados congresos y reuniones me siguen pareciendo una manía heredada
de los comunistas. En este caso, la celebración del congreso, a
sabiendas de los riesgos que se corren, me recuerda la obstinación del
gobierno en las inauguraciones en las fechas previstas. A como dé lugar.
Aunque los techos goteen, la plomería no funcione y el jardín se plante
sin regar media hora antes de los discursos.

Espero todo tipo de incidentes y provocaciones durante el congreso. Sus
características garantizarán que el régimen pague un mínimo costo
político por la represión.

La oposición no se debía dar el lujo de arriesgar uno de sus proyectos
más inteligentes y de mejor funcionamiento. Una sola biblioteca
independiente allanada, un libro confiscado, un bibliotecario
encarcelado, pueden ser precios demasiado altos. Pagar ese precio o no
pudiera ser una prueba de madurez y responsabilidad para la Asamblea
para Promover la Sociedad Civil en Cuba.
luicino2004@yahoo.com

http://www.cubanet.org/CNews/y06/oct06/17a6.htm

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