Thursday, September 07, 2006

El Mensaje de Fidel a Raul

El Mensaje de Fidel a Raúl
2006-09-06
Elías Amor Bravo

No hay duda que la reciente aparición de Fidel Castro en los medios de
comunicación obedece a una estrategia concreta diseñada por el dictador.
Nadie como él para manejar en su propio beneficio, los medios de
información y propaganda en estos 47 años de poder autoritario.

La vestimenta elegida, un cuidado pijama de color rojo; la pose, sentado
en un tradicional sillón cubano; la luz tenue de la habitación; el
rostro, demacrado pero con una sonrisa calculada; todo, absolutamente
todo, ha sido cuidado al más mínimo detalle para trasladar una imagen
concreta.

De ese modo, Fidel Castro intenta trasmitir que en vez de haber estado a
las puertas de la muerte con una terrible enfermedad, ha pasado unos
días de vacaciones que le han permitido adelgazar 18 kgs., porque según
el mismo, estaba bastante gordo. Una vez más, nada puede contra el
comandante que bajó de la Sierra Maestra, ahí está imbatible, retador y
dispuesto a seguir al frente aunque ello suponga un gran sacrificio
personal.

La cuestión es por qué Castro se ve en la necesidad de lanzarse a este
sainete cuyo final más o menos ya está decidido. ¿Qué razones obligan al
dictador cubano a racionar, de acuerdo con su criterio, el tipo de
información, y la periodicidad de la misma sobre su estado de salud? La
respuesta a esta pregunta la conocemos: ganar tiempo. Las casi cinco
décadas del castrismo al frente del poder de la Isla han sido una
carrera destinada a ganar tiempo para perpetuarse de forma indefinida al
frente de las instituciones políticas. Para ello no se han escatimado
esfuerzos, engaños, propaganda o cualquier medio. Lo importante han sido
los fines, no hay que olvidar.

Pero además de esta batalla contra el tiempo, que todo lo barre, lo que
verdaderamente sorprende a los analistas y observadores es la rapidez
con que Castro ha tenido que superar la grave enfermedad que poco a poco
va segando su vida, y aparecer ante los medios informativos a poco más
de un mes del inicio de la crisis. Y aquí es donde cabe hacer una
segunda consideración no menos relevante.

Existe una opinión bastante extendida de que todo esto es una
demostración de la escasa confianza de Fidel en Raúl. Parece evidente
que una vez recuperadas las menguadas facultades sensoriales y prestar
atención a los acontecimientos vividos durante el mes de lucha contra la
muerte, a Fidel Castro no le ha debido gustar en absoluto el estilo
marcado, o quizás ni siquiera dibujado, por su hermano. La somera
lectura de los medios informativos internacionales ha debido inquietar
al dictador.

Como se recuerda, el pleno traspaso de poderes que hizo el 1 de agosto
llevó a Raúl a entrar en una etapa de sospechoso silencio y alejamiento
de la primera línea de la vanguardia comunista, lo que ha debido
preocupar de forma notable a Fidel Castro, sobre todo por lo que supone
de distancia con respecto a lo que ha sido su modelo de funcionamiento
en 47 años.

Hasta aquí podríamos llegar. Lo que los analistas califican como
silencio oportunista de Raúl Castro ha molestado a Fidel, que no sólo
incorpora a los órganos de poder político por la espalda y sin aviso
previo a un alto dirigente de la ortodoxia revolucionaria, como Ramiro
Valdés, sino que con las escasas fuerzas que tiene, y un rostro
demacrado, vuelve de nuevo a ocupar lo único que sabe hacer, la pantalla
y la palabra. Es un claro mensaje de Fidel a Raúl, no cabe la más mínima
duda. Mientras que sigas en silencio y no hagas como yo, te mantendré a
raya… Y eso, también a su manera, es ganar tiempo.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=6855

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