Thursday, August 31, 2006

Fieras y Virus Atacan a Cuba

"Fieras" y Virus Atacan a Cuba
2006-08-28
Juan Mario Rodríguez, Periodista Independiente, Corresponsal en la isla
de Misceláneas de Cuba

La Habana, 22 de agosto de 2003. La presencia del "mosquito tigre"
(aedes albopictus) complica los esfuerzos que se realizan en Cuba para
controlar y erradicar los vectores transmisores del dengue. El también
nominado Tigre de Asia, es transmisor además de las encefalitis equinas,
causadas por un virus perteneciente al género Alphavirus de la familia
Togaviridae.

El diario estadounidense El Nuevo Herald publicó el pasado 15 de agosto
una nota del periodista Pablo Alfonso en la que reporta que han ocurrido
al menos 20 fallecimientos a consecuencia del dengue en Ciudad Habana,
pero desconoce que en Santiago de Cuba hubo un brote y que fue hecho
público por periodistas independientes y disidentes residentes en la
región que se comunicaron con Radio Martí.

El Gobierno cubano mantiene control absoluto de las informaciones que
llegan al Puesto de Mando emplazado en la Dirección Provincial de Salud
de Ciudad Habana. El Dr. Luis Carlos Ávila, vicedirector general de la
institución, no accedió a hacer declaraciones a este reportero. En el
lugar se advirtió la presencia de varios militares.

La gravedad de la situación estriba en la ocurrencia de temporarias
lluvias y la virtual amenaza que representan los huracanes hasta el mes
de noviembre. Para contrarrestarla, ha sido movilizado personal de
diferentes organismos para apoyar en la campaña emergente de saneamiento
que se está realizando en la capital.

El Aedes Albopictus se originó en la selva tropical del sudeste
asiático. Se encuentra en China, en la península de Corea, Japón,
Australia, Nueva Zelanda y Hawai. En Albania, Italia, Sudáfrica y
Nigeria. En América se detectó en 1985 en depósitos de neumáticos del
estado de Texas, Estados Unidos. En 1986 se detectó en Brasil.
Posteriormente, en República Dominicana y Méjico. En 1995 se informó de
la presencia del vector en Guatemala. Un año más tarde se confirmó en El
Salvador.

Las larvas de Aedes Albopictus son más tolerantes a las aguas con gran
contenido orgánico que las de Aedes Aegypti y más resistentes al
hacinamiento. Se les ha encontrado en cavidades de árboles, cáscaras de
cocos, plantas de plátano, charcas, llantas, latas, barriles,
recipientes de barro, cisternas y baldes. Basureros y cementerios pueden
ser criaderos potenciales.

Ciudad Habana se presenta idónea para que proliferen los "Tigres". Los
problemas de la infraestructura y económicos les dieron la bienvenida.
Derrumbes parciales de edificios y casas, calles destruidas, fugas en
las conductoras de agua y tupiciones de alcantarillados son algunas de
las dificultades que enfrenta el país. La capital está siendo auxiliada
por personal y vehículos de otras provincias en las tareas de
saneamiento que hasta la fecha no han eliminado totalmente basureros y
escombreras.

Las hembras del Aedes Albopictus atacan al hombre guiadas por el dióxido
de carbono, la humedad, sustancias químicas orgánicas y factores
visuales entre los que está el movimiento.

El Aedes Albopictus resulta mas difícil de controlar y erradicar que el
Aedes Aegypti porque sobrevive alejado de las viviendas de los seres
humanos y tiene una variedad de hábitat más amplia. Las campañas de
control casa por casa son por ello ineficientes, precisándose coberturas
económicamente superiores que incluyan bosques y praderas.

Las encefalitis equina del este (EEE), venezolana (EEV) y del oeste
(EEO) son enfermedades virales zoonoticas (transmisibles a los seres
humanos). El contagio se produce a través de mosquitos infectados por
aves silvestres. A este grupo se sumó la encefalitis equina por virus
del Nilo Occidental, que se supone llegó a América portado por miles de
aves migratorias.

Las migraciones de aves de América del Norte hacia la América Central en
el otoño han incidido también en la aparición de estas zoonosis en la
región, las que pueden afectar a los humanos en sus constantes
desplazamientos y concentraciones, en áreas vulnerables, rodeados de
animales domésticos, cerca de aguas estancadas y en medio de precarias
condiciones de higiene. El norte de Sudamérica sirve también de refugio
a estas aves.

Las autoridades cubanas no han confirmado hasta el momento la existencia
de brotes de encefalitis equinas ni la presencia del temible "Tigre de
Asia", poniendo en peligro la salud de nacionales y visitantes foráneos.

Esas ocurrencias no se pueden descartar par el flujo masivo de cubanos
que van y regresan de Venezuela, Honduras, República Dominicana, Panamá
y demás países afectados del área, cumplimentando misiones de
colaboraciones médicas, deportivas, educativas, entre otras, y por las
tremendas secuelas que originan en el hombre, tales como trastornos
motores, epilepsia y trastornos en la cognición.

Para prevenir el dengue y las encefalitis equinas se necesitan
establecer programas de divulgación y educación sanitarios, vacunación,
el uso de ropas adecuadas y repelentes para protegerse de las picaduras
de los mosquitos. Estas medidas elementales no se están realizando en Cuba.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=6690

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