Tuesday, July 04, 2006

Protagonistas de documental sobre mundo gay en Cuba hablaron de sus vidas en la isla

Protagonistas de documental sobre mundo gay en Cuba hablaron de sus
vidas en la isla

¿Me quedo en Toronto o me regreso a Cuba?

"Cuando veo a Toronto y lo que hay aquí, cómo vive la gente y lo libres
que son, especialmente los homosexuales, creo que no regresaré. Me
acuesto totalmente decidido a quedarme, pues sé que también podría
ayudar mucho a mi familia. Pero cuando despierto y pienso en mi familia,
en mis amigos y la vida que tengo en la isla, creo que regresaré. Yo
tengo hasta agosto para definir, espero tomar la decisión más acertada",
dijo José Luis.

Por Ciro Alquichire V.
ciroalve@yahoo.ca

TORONTO.- Por estos días uno de los dilemas más fuertes que tiene que
solucionar José, es si se regresa o no a Cuba, pues luego de conocer en
Toronto ese otro mundo que sólo podía ver por televisión, ya no sabe si
retornará a su patria o continuará su vida como un exiliado más de los
miles de han salido de su país para no regresar, dudas que no acompañan
a su amigo y compañero de viaje, quien cuenta los minutos para volver a
su bella isla.
José Luis y José, son dos cubanos homosexuales que llegaron a Toronto
luego de atravesar miles de problemas de inmigración, lo que para muchos
sería como abrazar el sueño americano, por estar fuera del régimen de
Fidel Castro. Pero contrario a ello, uno de estos dos jóvenes pasa las
horas contando el día de su regreso a la bella isla que será este 6 de
julio, mientras el otro está sumido en las dudas, pues no sabe si se
quedará y aprovechará esta gran oportunidad que le da la vida o
regresará a su mundo lleno de necesidades, sin mucho dinero, pero donde
están sus amigos, sus familiares y donde aprendió que pese a todo se
puede ser muy feliz.
Los dos, que son protagonistas de un documental sobre la vida
subterránea de la comunidad homosexual en la isla, llegaron a Toronto
como invitados especiales de la comunidad gay de la ciudad y gracias la
intervención de una parlamentaria, para participar en la premier de la
cinta The Two Cubas y la parada gay.
A través de ellos y de sus vidas en la isla, una directora de cine
canadiense recrea la visión de dos mundos, de dos sueños, de hombres, de
dos amigos, de dos cubanos y realmente la visión de una sola Cuba, que
parece detenida en el tiempo, pero en la que sobreviven miles de jóvenes
tratando de cambiarla, transformarla y darle no sólo un color rosa.
En el documental que se realizó sin permisos de la autoridades de la
isla, Carolina Valencia se mete en el mundo de la vida de los
homosexuales bajo el régimen de Fidel Castro, en sus fiestas, sus
soledades, sus desamores y sus tristezas, dejando ver un mundo
homofóbico en donde aún quedan muchas cosas por cambiar, pero donde hay
grandes transformaciones...
Si bien la cinta que se presentó en Toronto dentro del festival de cine
gay Insideout no cuestiona el régimen castrista, sí deja ver un mundo en
el que para la comunidad gay existen muchas trabas, pero más producto de
la cultura machista latinoamericana que del mismo Gobierno de Cuba.
Filmado con cámaras casi escondidas, la directora de cine canadiense,
Carolina Valencia, proporciona a los espectadores un análisis complejo,
pero a la vez simple de lo que implica el exilio, la separación de los
seres queridos y los lazos de amistad que se deben romper por la
distancia y el tiempo, por las leyes y normas y hasta por la cruel realidad.
Esta ojeada rara a la vida gay contemporánea en Cuba es la que viven los
dos Josés, uno de ellos soñando en salir y el otro triste por todos los
amigos que se han ido y no regresan. Los dos jóvenes, quienes se
encuentran en Toronto, hablaron con El Popular no sólo sobre la cinta,
sino sobre lo que es vivir en Cuba siendo un homosexual y las
consecuencias del exilio.
Para José, quien está acostumbrado a salir de la isla y luego regresar,
pues como bailarín de ballet fue uno de los pocos, por no decir el único
que no se quedó por fuera, en Cuba tiene todo para ser feliz y nunca la
abandonará. "Faltan muchas cosas, hay que cambiar normas, leyes y
patrones creados, hay que transformar la isla, pero eso se logra desde
adentro, no desde afuera… Realmente el sistema no es tan malo como lo
ven afuera, necesita cambios, pero podemos ser felices pese a todo".
En el otro lado está José Luis, quien soñaba con salir de su país, sueño
con el que vive gran parte de los jóvenes de la isla, pues lo beneficios
no sólo son para los que se van, sino para los que se quedan, pues hay
una gran diferencia entre las familias que tienen un hijo, un padre o
una madre por fuera, a los que no tienen a ninguno y sólo viven del poco
dinero que obtienen con su trabajo.
"Cuando veo a Toronto y lo que hay aquí, cómo vive la gente y lo libres
que son, especialmente los homosexuales, creo que no regresaré. Me
acuesto totalmente decidido a quedarme, pues sé que también podría
ayudar mucho a mi familia. Pero cuando pienso en mi familia, en mis
amigos y la vida que tengo en la isla, creo que regresaré. Yo tengo
hasta agosto para definir, espero tomar la decisión más acertada", dijo
José Luis.
En el documental se narra cómo José Luis sueña con obtener una visa para
Alemania, hace todos los trámites pues su amigo le envía una carta de
invitación. Pese a tener todo listo para salir, la visa le es negada y
el sueño queda totalmente frustrado. Incluso había ido hasta donde un
santero y le había rogado a todos sus santos para que le concedieran ese
viaje.
En el otro extremo estaba José, un bailarín que ha tenido muchas
oportunidades de desertar, que ha visto y vivido la separación de muchos
de sus amigos, quien piensa que sería duro perder de nuevo a su mejor
amigo, tal y como le ha pasado en sus casi 30 años de vida.
Mientras los dos esperaban la visa para José para Alemania, la directora
del documental se mete en sus casas, pero especialmente en el mundo gay
que se vive en la isla, donde no es ilegal ser homosexual, pero no
existen lugares especiales para ellos, quienes realizan fiestas
clandestinas para poderse divertir, mientras otros se dedican a la
prostitución como medio para obtener esos dólares que marcan una gran
diferencia en la forma de vida.
A pesar de la amenaza de la detención del policía, en el documental se
muestra una playa gay y hasta la fiesta de despedida para José Luis en
la que participan travestíes que cuestionan el régimen que impera en la
isla y la poca libertad que tienen para expresarse libremente.
"Yo creo que todo va a cambiar y lo podemos cambiar, es más, estoy
soñando con hacer el primer desfile gay en Cuba, sé que lo lograré algún
día, quizás cuando esté viejo y tenga qué salir en una carroza, pero ese
desfile yo lo veré, pues las cosas están cambiando, los homosexuales en
Cuba tenemos más libertades, los hombres pueden ir vestidos de mujer en
la calle, lo prohibieron por algún tiempo, por la prostitución y las
drogas, pero ahora se puede, pero como en todas partes hay que cumplir
reglas y normas", dijo José.
En América el ser abiertamente gay o lesbiana se está convirtiendo en
una manera de vida aceptada. Sin embargo, para los que nacen en países
menos tolerantes, exponer sus identidades podría dar lugar a la
persecución e incluso a su muerte. Eso no sólo pasa en Cuba, sino en
muchos países del mundo, dijo el protagonista de Two Cubas, quien
regresa a su país este 6 de julio.
Frente a lo que vio y sintió al estar en su primera parada gay,
manifestó que disfrutó al máximo del momento, especialmente ver cómo se
puede vivir en libertad, cómo se puede expresar toda una comunidad sin
nadie que los ataque o los cuestione, pero criticó el libertinaje a que
se llega. "Ni tan oprimidos ni tan libertinos, creo que hay que buscar
el equilibrio. No entiendo cómo permiten el desfile de gente
completamente desnuda en un desfile que lo salen a ver miles de niños,
eso va en contra de la misma comunidad homosexual, por eso nos tratan
como pervertidos, creo que esa libertad que queremos en Cuba aquí ya es
un libertinaje y tampoco se trata de llegar a esos extremos".
Al finalizar la presentación del documental que se realizó en el Cinema
Carlton, a pocos paso del barrio gay de Toronto, los dos protagonista
hablaron al público de sus sueños, sus vidas y sus deseos, dejaron ver
los felices que estaban en Toronto y agradecieron entre otros a la
parlamentaria Olivia Chow, quien asistió a la premier del documental por
ayudarlos a conseguir la visa a Canadá.
El documental ya fue vendido a una compañía norteamericana, pronto
estará en las salas de cine del mundo, en donde seguramente generará
grandes cuestionamientos al régimen de Castro, pero también aplausos
para el líder de la revolución cubana, tal y como sucedió en Toronto, lo
que deja ver de alguna forma el equilibrio que logró la directora de la
cinta.

http://www.diarioelpopular.com/Spa/Area1/xPopNewsDetails.asp?id=14088

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