Y Si Muere Manana

Y Si Muere Mañana

2006-06-04

La interrogante de que pasará luego del fallecimiento de Fidel Castro es
pregunta obligada cuando se aborda el tema del futuro de Cuba. Esta
incógnita en si misma encierra el reconocimiento del carácter
dictatorial del gobernante cubano, de lo contrario no habría de que
preocuparse.

En este asunto, los analistas norteamericanos, de inteligencia,
políticos y observadores, difieren en sus pronósticos; y una cuestión
clave aquí es el papel que consideran jugará “el heredero de la isla”,
Raúl Castro, el hermano del caudillo y quien, según las normas del
Partido Comunista, es el sustituto natural de las riendas del poder.
Otros analistas, incluido cubanos, tienen también criterios diversos en
este tópico.

Gran parte coinciden en que Raúl es una persona más pragmática, incluso
algo más tolerante que su hermano y consideran que sería propicio a
iniciar, sino un cambio político, al menos una flexibilización del
modelo totalitario. Esta visión se fundamenta en algunos hechos en la
historia cubana de los últimos años, en los cuales éste aparentemente ha
jugado un papel fundamental. El más utilizado de estos hechos, es la
reapertura del mercado campesino, que fuera abolido años atrás por Castro.

Sin embargo, el problema en Cuba es mucho más complejo, no se trata
siquiera de que existe más o menos alimentos para el pueblo, lo que no
deja de ser importante, pero la cuestión medular es la absoluta falta de
libertades de todo tipo y la existencia de intereses y privilegios
creados en quienes forman parte de la cúpula del poder. Es precisamente
en sectores de las Fuerzas Armadas dirigidas por Raúl, y en el
Ministerio del Interior, en el que este tiene influencia, donde se han
creado esos intereses, al controlar las áreas de la economía que
participan de la inversión de capital extranjero y generan ingresos en
divisas al país.

No caben dudas de que la muerte de Fidel Castro despejaría mucho más el
camino para el cambio; y el máximo responsable de eso es él, que ha
hecho de su voluntad el criterio para todo lo que se hace o no en la
isla. Castro, sin embargo, obviamente no ha gobernado solo, y aunque
quienes le han acompañado carecen de la imagen y la autoridad de este,
conocen muy bien los métodos de sostener un régimen totalitario
comunista. Esto último, no se puede subestimar.

Raúl, se ha dicho siempre, no posee la capacidad, la personalidad, ni la
autoridad del tirano; pero no podemos dejar de considerar que, del
mismo modo en que nosotros tratamos de vislumbrar cuál será el futuro,
ellos, a quienes les compete como una cuestión talvéz de vida o muerte,
también lo hacen, y no podemos pensar que dejarán muchas cosas a la
sorpresa.

Por otra parte, no se trata de asumir que el continuismo efectivamente
está garantizado, pero a la hora de imaginar la Cuba pos Castro, debe
tenerse en cuenta como cuestión fundamental y determinante el seguir
fortaleciendo y apoyar el trabajo de la oposición interna; y por parte
de esta, que ya lo está haciendo, redoblar el trabajo político hacia la
población por todos los métodos que sean posibles.

Lo único que podría hacer que la falta de liderazgo y autoridad de Raúl
Castro y otros dirigentes sean un factor importante para el cambio, es
que exista una fuerte presión social y política interna que no les
permita a aquellos continuar con el mismo estilo de sistema cerrado y se
vean en la nesecidad de abrir espacios. La otra alternativa que tendrían
ante esa presión social y política es la violencia, y esto, aunque
traería un mayor costo humano que no deseamos, aceleraría el final y
ellos también lo saben.

La comunidad internacional democrática, por otro lado, para brindar un
apoyo importante a esa transición, debe incrementar el reconociendo y
legitimación política ante el mundo de la oposición, aun desde ya, par
que los dirigentes del régimen cubano reciban el mensaje claro de que en
las relaciones con Cuba, hay otros protagonistas que son tenidos muy en
cuenta.

El criterio clave ante el futuro de Cuba después de Fidel, debe ser que
los cambios dependen, ante todo, de los que impulsan y trabajan por él y
de implicar de todos los modos posibles en la lucha pacífica, al pueblo
de Cuba.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5671