La Oposicion en Cuba: Situacion Actual, Avances y Dificultades

La Oposición en Cuba: Situación Actual, Avances y Dificultades
2006-06-02

El logro sustantivo de la Oposición en Cuba es su propia existencia.
Facilitada ésta por factores internos y externos que la han afincado a
la realidad cubana de estos tiempos. Si bien es cierto que desde el
punto de vista histórico, existían movimientos antes del 1ero. de enero
de l959 que luchaban contra el dictador Fulgencio Batista.

Sin embargo, poco después del triunfo de la Revolución, desaparecieron
algunos, y otros se ”acomodaron” a los preceptos impuestos por Castro.
El mismo Movimiento 26 de julio desapareció años después, al crearse el
Partido Comunista cubano, lo cual si se quiere, fue el tiro de gracia a
las corrientes democráticas de muchos de los que ayudaron a sacar la
dictadura batistiana del poder, al verse defraudados de sus aspiraciones
en la pluralidad de las concepciones políticas que venían desde atrás en
los años de la República.

En cuanto a hoy en día, el germen de la Oposición que si se quiere es la
misma de la de ayer, aunque con otros matices, ha logrado un
reconocimiento internacional y doméstico que fluctúan desde razones
sicológicas (adoctrinamiento contra represión, que es igual a represión
y parálisis), puede definirse como el síndrome del atolondramiento
pasando por factores económicos (conveniencias personales), hasta la
posible existencia del convencimiento ideológico de algunos pocos.

Ahora bien. La mayor limitación por la que atraviesa la Oposición es la
no existencia de unidad estratégica. Coexisten partidos y movimientos
que se empeñan en librar la batalla, reconociendo la legitimidad del
ordenamiento jurídico del sistema, al intentar ampararse en la
legislación emanada del propio sistema que ha legislado únicamente para
su protección.

De ahí que el Gobierno cubano declare “viciado” todo tipo de acto legal
en su contra. Caso paradigmático, el Proyecto Varela por ejemplo, (el
cual no lo ponemos en el terreno de aceptarlo o no) que se desgasta,
intentando cuasi una campaña electoral, contra un Estado de Derecho que
le permitiera el ejercicio del acto democrático de aspirantura al poder
político. Esto es, repito, a mi juicio, el error práctico en el que se
engarza hoy buena parte de la Oposición cubana vs. régimen cubano. Se ha
pasado por alto que nos gobierna un “estado manufacturado”.

Otras miserias lastran. Así mismo la Oposición oscila en muchos casos,
entre el oportunismo y el protagonismo. Algunos han llegado a creerse y
autoproclamarse como los supralíderes de ella en un sentido total,
ignorando a los otros que son también opositores, aunque con diferentes
líneas políticas.

Y así existe algo que podemos afirmar sin temor al equívoco, y eso, con
un poco de sagacidad, es precisamente que en Cuba no tenemos una
personalidad aglutinadora capaz de liderar la batalla contra el Gobierno
cubano (caudillismo no, por favor).

Teniendo en cuenta lo anterior, olímpicamente sintetizado, se infiere
que a pesar de factores objetivos incuestionables (el sistema represivo
del Gobierno que no está cruzado de brazos), el futuro dependerá de la
capacidad de aglutinar para lograr que la Oposición camine y transite
hacia sus metas.

Pero para eso, dogmas, sectarismos, protagonismos de grupos o personas
que en sí no han bajado a las masas y les han hecho conocer sus
planteamientos de tú a tú, de persona a persona, en el barrio, al
vecino, no se logrará los ideales soñados. Lo máximo que se conoce es
que fulano o mengano pertenece a los Derechos humanos. Pero hasta ahí.
Claro, el miedo o terror impuesto por el régimen de declararse no
opositor, sino simplemente disidente, conlleva una cuota de sacrificio,
que muchos no se atreven a declararse abiertamente contra el régimen y
perder sus puestos de trabajos, de los cuales no dependen sólo ellos,
sino la familia.

Por otra parte, y ateniéndonos a realidades incuestionables que muchos
no quieren reconocer, muchos no se aprovechan de la misma “Batalla de
ideas” puesta en práctica por Fidel Castro que bien pudiera tomarse para
enfrentar al régimen. Es decir, con sus propias armas.

La praxis histórica demuestra con creces que a las masas reprimidas y
sometidas, basta un destello para ambicionar el Sol (Recuérdese lo que
sucedió en Rumanía y Etiopía). En el proselitismo puede que radique el
cambio de opciones más expeditas. Minar desde abajo puesto que no
disponemos de medios de comunicación, debería de ser reconocidos por la
Oposición. Buen asunto también puede ser denunciar más todavía en el
ámbito internacional cuanto acto de violación de los derechos de las
persona por la libertad de expresión, por el mero hecho de pensar
diferente y asumirlo.

El pueblo cubano vive (¿?) bajo la disyuntiva (irreal desde el punto de
vista de la sanidad mental) de no ser un pueblo ideológicamente afín al
régimen. Y lo más triste que nos desconcierta, cuando sabemos que el
cubano ha sido por idiosincrasia un pueblo rebelde, no es capaz de
manifestarlo abiertamente, al reconocer que se enfrentará a una
represión descomunal, acentuada y puesta en práctica, donde la violencia
ha hecho acto de presencia desde abril del 2003.Sin embargo, ello no
puede a llevarnos a la parálisis, o más bien, llevar a la parálisis a
quienes van a la cabeza de esta batalla.

De todos modos el que lucha vence. Métodos hay muchos, y por ahí anda el
futuro de Cuba. Y eso es lo importante.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5661