Posted on Mon, Apr. 03, 2006
¿Qué iguala a Cuba, Sudán, Zimbabwe y Myanmar?
MARIA CLARA OSPINA
Estos países han sido violadores de los derechos humanos, no en algunos
pocos o pequeños casos ocasionales, sino de manera abierta, continua y
descarada.
En Sudán, con la tácita colaboración del gobierno, las milicias
Janjaweed han matado a más de 200 mil personas. En un desesperado
intento de huir de tal atroz genocidio, dos millones de desplazados
tratan de encontrar resguardo en campamentos en las fronteras y en los
países vecinos, en donde son despreciados y viven en la miseria.
En Cuba la represión ya lleva más de cuatro décadas y las cárceles aún
están llenas de prisioneros políticos los cuales son permanentemente
maltratados y humillados.
En Zimbabwe, Mugabe ha gobernado por 29 años bajo un régimen de terror.
Es tal la crisis que, en este momento, ese país tiene la más baja
expectativa de vida: 38 años.
Sin embargo, estos países y otros violadores de los derechos humanos,
como China o Irán, forman parte de la Comisión de Derechos Humanos de
Naciones Unidas. Desde ella, manipulan y bloquean cualquier voto en su
contra. Dicha Comisión, creada en 1946 y de cuyo seno salió la
Declaración Universal de Derechos Humanos, se ha convertido en una farsa.
Para que un país pertenezca a la Comisión se debe requerir que tenga un
récord limpio de respeto por la vida, propiedades, ideas y libre
albedrío de sus ciudadanos, plenamente comprobado y aceptado, por lo
menos por tres cuartas partes de los países pertenecientes a la ONU.
Algo de esto se logró con la reciente modificación de los reglamentos de
la organización. Aunque, aún un país podrá ser admitido como miembro por
una simple mayoría, éste puede ser sancionado si dos terceras partes de
los miembros así lo consideran.
¿Podrá funcionar esta Comisión mejor que la anterior? Quedan muchas
dudas. La defensa de los derechos humanos se ha politizado de una manera
peligrosa. Cada vez más ONGs, pertenecientes a grupos de extrema
izquierda o derecha, pretenden ignorar lo que hacen los gobiernos u
organismos que acogen sus ideas políticas. Esto es muy aparente en el
caso de Colombia, cuyo gobierno es permanentemente hostigado por algunas
ONGs de izquierda, las cuales, sin embargo, jamás condenan las
atrocidades que cometen las narcoguerrillas contra la población civil.
Lo ocurrido en algunas cárceles controladas por los Estados Unidos en
Irak y las recientes protestas de franceses de origen árabe, los cuales
sienten sus derechos pisoteados por una sociedad que los desprecia o
ignora, ha hecho que estas dos naciones, importantes defensoras de los
derechos básicos del hombre, hayan perdido credibilidad y liderazgo en
esta área.
No creo que exista un país en el mundo en donde, en algún momento, no se
hayan violado los derechos básicos de sus ciudadanos. Sin embargo, sí se
debe reconocer que hay naciones que se han destacado en la defensa de
los derechos humanos y que tiene un récord importante en este sentido.
Es ahí donde está la diferencia.
Quedo a la espera de la reunión, en mayo, de la nueva Comisión de la
ONU. ¿Será ésta más eficiente o continuará siendo sólo una pantomima?
mclaraospina@yahoo.com
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/opinion/14248113.htm
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