Monday, March 20, 2006

El consejo de Maquiavelo

POLITICA
El consejo de Maquiavelo

Alejandro Tur Valladares, Jagua Press

CIENFUEGOS, Cuba - Marzo (www.cubanet.org) - Nicolás Bernardo de
Maquiavelo fue un político italiano que vivió entre los siglos 15 y 16.
Fue inmortalizado por su obra literaria El Príncipe, donde expone unos
principios políticos en los que la moral se sacrifica al interés. De ahí
su máxima: "No importan los medios que se utilizan si los fines son
loables".

En El Príncipe, Maquiavelo aconseja a los políticos sobre los mejores
modos de gobernar. Existe una recomendación en particular en la que
considero aparece reflejada la esencia de su filosofía política. Es
aquélla donde advierte al príncipe que más le vale edificar su mandato
sobre los pilares del miedo que sobre los inconsistentes -según él-
pilares del amor. "Más le vale al príncipe ser temido que amado, pues el
amor pronto se olvida, pero el temor acompaña por siempre a los
hombres". Las enseñanzas de Maquiavelo resultan una suerte de hoja de
ruta para ejercer la dictadura perfecta.

Casi cinco siglos después de su muerte, Maquiavelo encontraría en esta
isla del Caribe a sus más fieles adeptos. Se puede asegurar que su
recomendación fundamental no fue olvidada ni cayó en el vacío.

Desde los mismos comienzos de este proceso histórico conocido como "la
revolución cubana", sus promotores decidieron gobernar siguiendo los
preceptos del consejero, e instauraron su mandato, que ya dura 47 años,
sobre el susto de las bayonetas y los calabozos. Desde el año 1958 la
política de acoso y terror ha sido una constante, y el diapasón de
métodos represivos ha incluido desde los fusilamientos masivos, muy de
moda en los inicios del experimento comunista, hasta los actuales actos
de repudio.

Hay que subrayar, sin embargo, que instaurar el miedo no ha sido un fin
en sí mismo, sino el medio a través del cual poder eternizar el reinado
de los que gobiernan. Por medio del miedo se ha atomizado a la sociedad
cubana, llevando a que nadie confíe de nadie e impidiendo que se puedan
concertar proyectos con la suficiente fuerza para que sirvan de
alternativa al proyecto oficial.

El miedo ha sido usado en forma verdaderamente creativa por quienes
detentan el poder en Cuba. Una de las jugadas más brillantes ha sido
sembrar artificiosamente en la población un sentimiento de amenaza de un
enemigo abstracto, ya sea interno o externo. Así, cada vez que los
gobernantes han necesitado de grandes movilizaciones populares han
señalado algún peligro inminente.

Tanto ha calado el miedo en la psiquis de los individuos que muchas
veces llegan a negar su propia personalidad, en un fenómeno que se
manifiesta ampliamente en la sociedad cubana, y que solemos llamar
"doble moral".

No tiene por ello nada de raro ver las plazas públicas llenas a tope en
actos políticos en apoyo de aquéllos que en verdad detestan. Si los
mismos congregados encontraran el escenario adecuado donde pudieran
actuar sin trabas ni miedo, de seguro otras serían sus manifestaciones y
actos.

Aún cuando es cierto que el miedo marca el alma humana en forma
profunda, el espíritu humano tiene una capacidad de regeneración
misteriosa, que lleva a los pueblos a crecerse sobre sus propias
limitaciones y lograr su libertad.

Me niego a creer que el pueblo cubano sea la excepción de la regla. El
pasado está lleno de ejemplos de valor, y el presente -para pesar de los
que disponen en Cuba- cada vez se muestra más favorable para aquéllos
que se atreven a pensar y a expresar lo pensado.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/mar06/19a10.htm

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