Horizonte Cerrado
2006-01-28
Matanzas, enero 28 del 2006. Vuelven a ponerse más que tensas las relaciones diplomáticas en este 2006, entre los gobiernos de los Estados Unidos y Cuba. La presunta libertad condicional a Posada Carriles por la justicia norteamericana, sumado a la pantalla lumínica en la pared este del edificio de la Oficina de Intereses del mencionado país, dio motivos más que suficientes para que el gobernante cubano Fidel Castro disparara sus diatribas desde el programa televisivo Mesa Redonda y culminó (hasta ahora), en la marcha frente a dicha Oficina, donde según cálculos conservadores, rebasó el millón de personas.
Y cuando creíamos que más o menos todo terminaría ahí, no fue así. Desde el pasado fin de semana, comenzó una extraña construcción frente a esa pared del este de la Oficina, que muchos opinan que será un muro obstaculizador para tapar a la pantalla lumínica, y otros que lo proyectado será una serie de luces cegadoras y así neutralizar lo que por las noches habaneras se proyecta, desde allí, donde pensamientos del Mahatma Gandhi y Martin Luther King pueden verse a cierta distancia.
Puro caldo de cultivo en que los dos gobiernos vuelven a enfrentarse como otras tantas veces, sin que un saludable resultado se haya obtenido. Estas naciones tan cerca una de la otra, con antecedentes históricos notables, que quizás por momentos los matices se empañaron, pero que nadie puede soslayar cuanto están relacionadas, no acaba de ponerse de acuerdo, y cada una tira de la otra por sus diferencias políticas a partir de l959, al triunfar la guerrilla de Castro.
Triste y lamentable estos encontronazos, cuando quizás con un poco de cordura y respeto pueda que se alcance objetivos democráticos a pesar de las diferentes formas de gobierno, y así aparezca en el horizonte de la Isla ciertos cambios, dada la situación actual, tras el descalabro político en el este europeo.
Sin embargo, se empeora la situación. Una salida satisfactoria no se vislumbra en el horizonte. El pesimismo ronda la mente en aquellos que no ven ni perciben nada bueno en el futuro. Terquedad e intolerancia están a la orden del día, y el panorama se torna cada día más gris. Y en el medio de los dos gobernantes, W. Bush y Castro, está el pueblo, que como siempre es el que sale dañado y maltrecho en este tipo de discordia. La historia nos confirma esta triste apreciación.
Ojalá todo no se encamine a lo que nadie desea, porque la vía militar que está al tocar sus trompetas de guerra, en estos momentos por las experiencias apreciadas en otros países, pensamos que no será la solución adecuada. Hay que buscar y rebuscar a cualquier precio que la normalidad aunque sea la ínfima, traiga un poco de concordia en este horizonte que cada día se cierra más y más.
2006-01-28
Matanzas, enero 28 del 2006. Vuelven a ponerse más que tensas las relaciones diplomáticas en este 2006, entre los gobiernos de los Estados Unidos y Cuba. La presunta libertad condicional a Posada Carriles por la justicia norteamericana, sumado a la pantalla lumínica en la pared este del edificio de la Oficina de Intereses del mencionado país, dio motivos más que suficientes para que el gobernante cubano Fidel Castro disparara sus diatribas desde el programa televisivo Mesa Redonda y culminó (hasta ahora), en la marcha frente a dicha Oficina, donde según cálculos conservadores, rebasó el millón de personas.
Y cuando creíamos que más o menos todo terminaría ahí, no fue así. Desde el pasado fin de semana, comenzó una extraña construcción frente a esa pared del este de la Oficina, que muchos opinan que será un muro obstaculizador para tapar a la pantalla lumínica, y otros que lo proyectado será una serie de luces cegadoras y así neutralizar lo que por las noches habaneras se proyecta, desde allí, donde pensamientos del Mahatma Gandhi y Martin Luther King pueden verse a cierta distancia.
Puro caldo de cultivo en que los dos gobiernos vuelven a enfrentarse como otras tantas veces, sin que un saludable resultado se haya obtenido. Estas naciones tan cerca una de la otra, con antecedentes históricos notables, que quizás por momentos los matices se empañaron, pero que nadie puede soslayar cuanto están relacionadas, no acaba de ponerse de acuerdo, y cada una tira de la otra por sus diferencias políticas a partir de l959, al triunfar la guerrilla de Castro.
Triste y lamentable estos encontronazos, cuando quizás con un poco de cordura y respeto pueda que se alcance objetivos democráticos a pesar de las diferentes formas de gobierno, y así aparezca en el horizonte de la Isla ciertos cambios, dada la situación actual, tras el descalabro político en el este europeo.
Sin embargo, se empeora la situación. Una salida satisfactoria no se vislumbra en el horizonte. El pesimismo ronda la mente en aquellos que no ven ni perciben nada bueno en el futuro. Terquedad e intolerancia están a la orden del día, y el panorama se torna cada día más gris. Y en el medio de los dos gobernantes, W. Bush y Castro, está el pueblo, que como siempre es el que sale dañado y maltrecho en este tipo de discordia. La historia nos confirma esta triste apreciación.
Ojalá todo no se encamine a lo que nadie desea, porque la vía militar que está al tocar sus trompetas de guerra, en estos momentos por las experiencias apreciadas en otros países, pensamos que no será la solución adecuada. Hay que buscar y rebuscar a cualquier precio que la normalidad aunque sea la ínfima, traiga un poco de concordia en este horizonte que cada día se cierra más y más.
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