Posted on Mon, Jan. 02, 2006
El dólar sigue siendo la moneda favorita en Cuba
CAROL J. WILLIAMS
Los Angeles Times
Más de un año después de que el gobierno cubano sustituyó el dólar por el ''peso convertible'', el dinero norteamericano sigue presente en los corazones y en la mente del pueblo de Cuba.
Los precios de la mayoría de las cosas todavía se dan en dólares. Decenas de miles de familias aún reciben remesas en dólares de sus familiares en Estados Unidos, gran parte de éstos llevados personalmente por visitantes para evadir el recorte de 10 por ciento que efectúa el banco estatal de la isla para convertir la moneda. Taxistas, restaurantes privados y personas que alquilan habitaciones todavía aceptan pagos en moneda de EEUU.
''Confiamos más en el dólar'', dice uno de los socios de un paladar (pequeño restaurante privado) de la Habana Vieja. Y añadió que todo el que puede darse el lujo de ahorrar dinero, lo que guarda son dólares.
El intento de ''desdolarizar'' Cuba se instituyó en noviembre del 2004, supuestamente porque la economía se había recuperado del impacto del derrumbe de la Unión Soviética en 1991.
Pero hasta los análisis más críticos calculan que el crecimiento económico este año fue de más de 5 por ciento, y respaldan las afirmaciones de José Luis Rodríguez, el ministro de Economía, según las cuales Cuba ya superó las privaciones del período especial.
''El país ha empezado a vencer las escaseces del período de crisis'', dijo Rodríguez el mes pasado.
Con la excepción de unos 2,000 personas que trabajan por su cuenta legalmente, el sueldo promedio en Cuba equivale a unos $15 al mes, de modo que la recuperación no es muy visible. Este año el gobierno aumentó los salarios a la mayoría de los empleados estatales un 25 por ciento, pero con la inflación a 4 por ciento, la devaluación artificial de las divisas al introducir el peso convertible y la severa persecución del despilfarro y el trabajo privado en las semanas recientes han sido un contrapeso para los beneficios del aumento.
Castro movilizó a miles de estudiantes universitarios y simpatizantes del Partido Comunista para que fiscalizaran las operaciones de las gasolineras el mes pasado, después de haber revelado en un discurso que más de la mitad de la gasolina del país se la estaban robando. También envió policías a hacer redadas en los mercados agrícolas y a arrestar a los vendedores callejeros y conductores de bicitaxis que no tuvieran licencia del gobierno.
''No se puede subsistir sin una actividad adicional'', dijo una maestra de escuela primaria que vende grabaciones de salsa a los turistas.
''Trabajamos para comer. El salario no da para más'', afirmó una enfermera especializada en atención cardiovascular que dejó esa profesión hace ocho años para colocarse de sirvienta de hotel. ``Uno necesita dólares en propinas o enviados por familiares del exterior para comprar ropa o cualquier otra cosa''.
La escasez de energía eléctrica que azotó a la isla durante gran parte de la primavera y el verano se han moderado, al parecer fruto de las mejoras económicas causadas por el lucrativo comercio con Venezuela y China.
Pedro Alvarez, director de Alimport, la entidad estatal de importaciones, dice que se espera que la empresa haya invertido más de $500 millones en artículos de EEUU para fin de año. Pero lo mismo que otras cifras económicas, los analistas del exterior consideran que los números de Alvarez están distorsionados. John Kavulich, del Consejo Económico y Comercial de Cuba y EEUU, indica que Alimport incluye en sus totales los costos de financiamiento y envío..
Los expertos señalan que más compras de alimentos y combustibles y menos ventas de productos tradicionales, como el azúcar, podrían indicar que se avecina una crisis monetaria.
Paolo Spadoni, un académico de la Universidad de la Florida que se especializa en el estudio de la economía cubana, cataloga las manipulaciones monetarias del año reciente como ''mayormente simbólicas''. Pero según él, juntamente con los aumentos de los empleados estatales y la importación de enseres chinos de bajo precio, se les ha indicado a los cubanos que el gobierno está resuelto a reducir las diferencias entre los que tienen acceso a dólares y los que no lo tienen.
Esa meta de igualdad social concuerda con los ideales revolucionarios pero ha tenido el efecto de mejorar más a los acomodados que a los que no lo son. El índice de delitos en La Habana es tan alto que se insta a los turistas a andar siempre por la calle Obispo, la concurrida vía principal de la Habana Vieja. Pedir limosna a los turistas es tan común que los principales lugares turísticos están llenos de ancianas famélicas e inválidos. Los fines de semana, madres jóvenes trabajadoras llevan a sus bebés en busca de ''regalitos'', alguna pequeña dádiva de un dólar o un peso convertible.
''El mismo gobierno que creó la igualdad en los años 60 ahora preside un sistema de creciente desigualdad'', comenta Damián Fernández, director del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad Internacional de la Florida, que calcula que hasta el 25 por ciento de los 11.2 millones de cubanos vive en la extrema pobreza.
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/cuba/13531058.htm
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